Soy azul incandescente.

Soy azul kobda con un adorno lila.

Soy azul marinero aunque nunca pisé un barco ni un mar.

Soy azul estrella nostalgia de más.

Soy azul maravilla, que más tengo que contar.

Soy azul como tus ojos que brillan sin parar.

Soy azul del infinito cuanto tengo por contar.

Soy azul maravilloso y rabio de no poder cantar.

Soy azul, azul, azul, y verde en el ocaso de mi mar.

Mar de tierra, de espigas mecidas por el viento.

Soy azul verdado de oleaje tierra adentro.

Soy azul como el pantalón de mahón

o como la camisa de arrantzale que tanto me evocó.

Soy azul testigo que mira sorprendido en la juventud idealizada de Lekeitio.

Soy azul aunque no lo sea.

Soy azul ilusión que veo lo que no soy aunque me gustaría serlo.

Ser tan guapo y tan exitoso.

Tan culto y tan educado.

Tan sano y tan deportista.

Tan buen músico y buen artista.

Soy azul desde la barrera.

Donde no me puedo escapar.

Testigo escondido de la vida de los demás.

Soy azul.

Y el color me duele porque refleja lo que no se puede.

Pero ayyy,

Azul mío, he ido detrás de ti y me he parecido a eso que creía nunca alcanzar.

Y en el camino, en ese mar seco de nostalgias, dolor y miedo,

me he ido azulando

hasta ser del azul del cielo y mucho más.

Ya soy yo el azul.

El azul marinero a orillas del río verde.

Pero ya soy más azul que la ballena y que el delfín.

Azul travieso tan lejos de mi que me perdí

pero siempre me seguiste llamando

hasta que te encontré al fin.

 

Omkar Carabia 5 de junio de 2022

 

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Director de Amari Yoga

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