En relación a las ganas de… tener ganas

En relación a las ganas de… tener ganas

Ilustración Chemicals by Ashley Mckenzie

No es poco oído aquello de “Mi pareja no tiene deseo sexual…¿ qué puedo hacer? Como si la pregunta no entrañara un millón de cuestiones.

A veces bastaría con aceptar algo que para much@s es tarea compleja. La inevitable caducidad de la pasión inicial en la pareja. Al hablar de pareja de larga duración( estableceremos en esta descripción por ejemplo las que sobrepasan el año) entramos en el mundo  de la muerte del enamoramiento (enajenación mental transitoria que coloca al otr@ en un atril desprovisto de realidad) y toca  entonces despedirnos de esa expectativa de perfección  al paso a la vida íntima donde hemos de convivir con lo doméstico frente a lo pasional.

Transitar de la falta al “ya formas parte de mi vida”, del” somos uno” al«somos dos”, de la “miel sobre hojuelas” al no es oro todo lo que reluce.

Las razones de la falta de interés por el sexo pueden estar en esa errónea expectativa de que las relaciones sexuales  ha de funcionar como en la fase de flechazo químico sin dar lugar a esa aceptación de esta nueva realidad que coloca a los parteners en lo cotidiano, con las nuevas dosis de aburrimiento y rutina entre las sábanas, produciendo esa sensación generalizada para muchas parejas de menores encuentros sexuales y de menor calidad.

Son muchas las parejas que cuentan:

Ya no se producen los mismos gestos cariñosos, los detalles y los esfuerzos comunicativos que al principio”. Parece como si …¿una vez cazada la presa la damos por nuestra y adiós al esfuerzo?

La vida en pareja  es un trayecto que alberga conflictos y entender que esto no es así o que no afecta a la sexualidad puede ser algo bastante ingenuo . Por otro lado qué cierto es aquello de que no hay mayor ingenuo que el que no quiere saber.

Pero vamos a lo que vamos…  El sexo se resiente si hay un sentimiento de distancia emocional o enfado más o menos oculto sobre todo en la mujer aunque diré que no solo a los hombres también les ocurre. Vaya que dormir con el enemigo no es tarea sencilla.

En ocasiones detrás del interés hacia el contacto con el otro se esconden  sensaciones de desconexión emocional ,aunque a estas alturas haya algún lector o lectora que sugiera el sexo como remedio. La respuesta es un no y un sí a la vez dado que si no se conecta con la pareja y se resuelven estos conflictos favorecer la búsqueda de contacto no es tarea sencilla. Sin contacto corporal, y no solo hablo de genitales, muchas personas no se conectan bien con el otr@ dejando de sentirse queridos y aumentando su inseguridad al recibir un no como respuesta.

En fin todo un dilema que nos deja con la certidumbre de que el deseo sexual como impulso erótico muere tras la fase de enamoramiento y que las ganas de intimar en pareja no va a desconectarse de las sensaciones de lejanía emocional. Aquella frase de que “nunca tiene ganas” quizá haya que conocerla mejor tras algunas decepciones que no favorecen las ganas de intimar y de conectar con la pareja. Una conexión que anima al contacto y que  acompaña  de la mano al erotismo a dos.

Psicológa Sexóloga. Laura Cuadrado

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