La respiración en natación es uno de los grandes problemas a los que siempre quitamos importancia por pereza. Es un poco lo que pasa con los estiramientos, quitamos importancia, hasta que lo necesitamos. Esto se acusa más en aguas abiertas y triatlón, cuando no siempre podemos respirar como queremos.
En la piscina quizá sea donde menos partido le podamos sacar a la respiración bilateral. Quizá en algún momento puntual nos venga bien para evitar que algún “vecino” nos ahogue, pero poco más. No obstante, si que podemos notar diferencias a nivel muscular si siempre respiramos para el mismo lado. Además una respiración bilateral cada tres brazadas nos ayudará a fijarnos mejor en la brazada subacuática.
Donde sí será crucial saber respirar por ambos lados será cuando nadamos en aguas abiertas:
Posición del sol: en muchas pruebas se sale a primera hora de la mañana. Con el sol aún bajo, puede resultar molesto para la vista incluso con gafas polarizadas. Al nadar incómodos, no sólo se baja el ritmo si no que encima nos podemos desorientar.
Oleaje: en pruebas donde se nada en el mar, suele haber tramos que se nada en paralelo a la costa. En estos casos, el oleaje viene de lado, y puede que las olas nos “ataquen” por el lado en el que solemos respirar. Estar preparado para afrontar esta situación es básico. Si somos capaces de respirar hacia el otro lado, evitaremos tragar agua y marcaremos la diferencia con el resto.
Referencias: por último, ya sea en mar, río o en pantano, tener referencias es vital. Muchas veces, esta referencia suele ser la orilla. En triatlones como el de Bilbao o Logroño, saber nadar hacia el lado de la orilla nos va a ayudar a ver si estamos enganchados en alguna corriente o si estamos nadando en línea recta por ejemplo. Todo este tipo de ayudas y referencias siempre vienen bien.
Para mejorar la respiración bilateral:
Para mejorar la respiración bilateral no hay más truco que entrenarlo. La práctica hace la perfección, y cuanto más metros hagamos practicando, mejor. Una buena forma de entrenarlo es durante el calentamiento de los entrenamientos de piscina. Incluso se podría hacer un bloque de ejercicios específico de respiración. Una buena rutina suele ser:
Para mejorar la capacidad pulmonar:
Para los principiantes, a veces cuesta nadar cada 3 brazadas por sensación (repito, sensación) de falta de aire. Para ello, es muy recomendable hacer ejercicios de mejora de la capacidad pulmonar. Estos ejercicios además sirven para ser más eficientes a los más experimentados también y se pueden hacer también durante el entrenamiento.
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