¿Conoces la lesión de SLAP?

Probablemente no te suene por ese nombre pero hoy hablamos de una de las lesiones más frecuentes en triatletas o nadadores. ¡Te ayudamos a reconocerla y a tratarla!

La lesión de SLAP es una rotura o desgarro en el labrum o rodete glenoideo. El nombre SLAP es un acrónimo de sus siglas en inglés: Superior Labrum from Anterior to Posterior.  El tendón del bíceps se une a la escápula a través del labrum, y esos desgarros pueden producirse cuando se genera una tensión o esfuerzo extra del bíceps, como es el caso de un lanzamiento de una pelota. Esta lesión puede producirse por una caída, una luxación del hombro, por actividades repetitivas o deportes que requieren elevar el brazo por encima de la cabeza o por detrás de la espalda (lanzadores, levantadores de peso, tenistas…). Durante la natación, el deportista también suele notar dolor, durante el recobro y la tracción bajo el agua, ya que son movimientos que implican la articulación del hombro.

Síntomas:

  • Dolor en la parte superior del hombro;
  • Debilidad y dificultad para mover el hombro;
  • Sensación de que el hombro se sale;
  • Pérdida de fuerza en el brazo (sensación de brazo muerto)

Diagnóstico:

Es difícil diagnosticar esta lesión a través de un examen físico o radiológico, lo cual hace necesaria la realización de una Resonancia magnética o una artroResonancia Magnética (con contraste). Hay que tener en cuenta que muchos individuos no sienten dolor y padecen este tipo de lesión, por lo que el diagnóstico debe hacerse después de la recopilación de varias pruebas y la historia clínica, para una adecuada valoración y tratamiento.

Clasificación:

  • SLAP tipo I: se debe a la degeneración o envejecimiento de la articulación. El labrum aparece desgarrado, pero sigue fijo al glenoide;
  • SLAP tipo II: es la más común. El labrum se separa de la cavidad glenoidea.
  • SLAP tipo III: se produce una separación y rotura del labrum glenoideo.
  • SLAP tipo IV: al igual que la anterior, el labrum se separa y se rompe, y además se ve afectada la porcón larga del bíceps.

Tratamiento:

El tratamiento dependerá del grado de la lesión y del estilo de vida que tenga el paciente, aunque en la mayoría de los casos, pasa por restituir la anatomía normal de la articulación del hombro, esto es, realizar una intervención quirúrgica mediante artroscopia.

Después de la operación, que consistiría en volver a fijar el labrum al glenoide a través de unos hilos anudados, es preciso un período de recuperación y ejercicios de rehabilitación. Una lesión de este tipo tarda alrededor de 9 a 12 meses en repararse completamente y el 80-90% de los deportistas pueden volver a retomar su actividad normal de forma satisfactoria si siguen las pautas y ejercicios de rehabilitación correctamente.

Judith Perez

Castelldefels, 1979. Maestra especialista en Educación Física. Triatleta popular, cerrando las clasificaciones. Mens sana in corpore sano.

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