
En el triatlón, la atención suele centrarse en la natación, el ciclismo y la carrera a pie. Sin embargo, un área que a menudo se pasa por alto, pero que puede marcar una gran diferencia en el tiempo total, son las transiciones: T1 (natación a ciclismo) y T2 (ciclismo a carrera). Mejorar en estas fases puede suponer recortar minutos valiosos y ganar posiciones sin necesidad de aumentar el esfuerzo físico.
- PLANIFICACIÓN
- ORGANIZACIÓN DE MATERIAL
- ENTRENAR LAS TRANSICIONES
- INVERSIÓN EN DETALLES IMPORTANTES
- MANTENER LA CALMA

Aunque parezcan breves, las transiciones son momentos donde muchos atletas pierden tiempo por falta de organización o práctica. Realizar buena transición nos permitirá mantener la intensidad del esfuerzo de forma fluida.
En definitiva, para que las transiciones sean rápidas y efectivas tenemos que tener en cuenta varios aspectos:
1. Planificación
Antes de la carrera, revisa cuidadosamente la zona de transición:
Ubica tu lugar: Aprende a identificar tu puesto con referencias visuales (un árbol, una pancarta, una fila particular).
Traza tu recorrido: Desde la salida del agua hasta la bicicleta (T1), y de la bicicleta a la zona de carrera (T2). Familiarízate con las entradas y salidas de los boxes.
2 . Organiza tu material de manera fácil y simple, por ejemplo:
Coloca el equipo en orden de uso.
Asegúrate de que todo esté listo para ponerse rápidamente (las zapatillas de ciclismo ya abiertas o con gomas elásticas si las dejas en los pedales).
3 – Entrena las transiciones como entrenas las disciplinas
La práctica hace al maestro. Incorpora sesiones específicas de transición en tus entrenamientos:
Nadar y salir corriendo directamente a la bicicleta.
Entrenar la subida y la bajada de la bici y la transición rápida a correr.
Cronometra tus transiciones en entrenamientos y busca progresar.
4- Invierte en detalles que te hagan más rápido. Algunos pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia:
Zapatillas con cordones elásticos o sistema BOA.
Cascos aero de fácil colocación.
Uso de cinta elástica para colocar el dorsal, para evitar tiempo perdido abrochando cinturones.
5 . Mantén la calma, pero con energía
Una transición apresurada pero nerviosa puede llevar a errores: olvidar el casco, soltar el dorsal, o dejar atrás objetos clave. La clave es ser rápido, pero metódico. Cuanto más entrenes, más automático se volverá.
Conclusión
Las transiciones son una oportunidad para recortar tiempo sin gastar más energía. Dominar esta fase requiere práctica, preparación y atención a los detalles. Al igual que entrenas la técnica de natación o la cadencia en la carrera, dedica tiempo a perfeccionar tu entrada y salida en la zona de transición. Entrena la subida y la bajada de la bicicleta. La próxima vez que cruces la meta, esos segundos (o minutos) ahorrados te recordarán que las transiciones también ganan carreras.








