“Esa sensación de seguridad y de no-seguridad a la misma vez, ese equilibrio que sientes mientras corres en las salvajes montañas de Noruega…” Así describe Kilian Jornet lo que para él es entrenar por las crestas de las montañas de Andalsnes, una zona ubicada al noroeste del país y que está rodeada de espectaculares fiordos. Un lugar que se convirtió hace 3 años en el hogar del catalán y en el que espera, junto a su pareja Emelie Forsberg, a su primer hijo.
Las imágenes de su última sesión, grabadas con una GoPro, producen vértigo. Sus firmes pasos en cada una de las afiladas rocas y a través de los muros de piedra que conforman esas bellísimas montañas… Muestras como ésta dejan claro que Kilian es un deportista especial y diferente que logra hacer que parezca fácil correr en sitios de un peligro enorme.
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