La estadounidense se desnuda emocionalmente “a la carrera” y reflexiona sobre su trayectoria deportiva y el futuro del triatlón.
Gwen Jorgensen ha repasado su verano en el último vídeo subido a su canal de Youtube. Un período que ha estado marcado por su ausencia en los Juegos Olímpicos y en última instancia por la lesión de la que todavía se está recuperando. Pero también ha reflexionado sobre su longeva trayectoria profesional y verbaliza un asombroso a la par que fúnebre pensamiento sobre el triatlón de corta distancia. Además, tiene palabras para uno de los españoles más ilustres de este deporte.
Corría el mes de julio cuando la norteamericana sufría una fractura de clavícula tras caerse en un critérium ciclista amateur. Jorgensen sumaba entonces el “palo” físico, al “palo” anímico que se había llevado semanas antes tras quedar fuera de la convocatoria para los Juegos Olímpicos. Insuficientes para detener a la triatleta de 38 años “Nunca pasó por mi mente retirarme”.
Todo lo contrario, la motiva todavía más para encarar el final de temporada. “No sé por qué, pero sentí que quería superar esto y mejorar. Pensé que era un gran momento para trabajar en mi bici y ponerme a la altura de las mejores. Motivacionalmente me revitalizó, para mi segunda mitad de la temporada”. Aún le falta. Pues, aunque confirma que va “en buen camino” y ya puede hacer “casi todo” sin dolor e incluso nada, aun no lo puede hacer todos los días.
Desgracia y estímulo que han dejado atrás el debate de su no elección por parte de la USAT para París. Algo de lo que Jorgensen prefiere ver el vaso medio lleno. “No he pensado en eso durante mucho tiempo, pero creo que realmente me ha motivado para ahora y para el año que viene” y siendo totalmente sincera reconoce que “tuvo la oportunidad” para clasificarse directamente y no lo hizo.
“Hay muchas razones. Una de ellas es que no he dominar el desafío que era mi regreso. Sé que puedo dar más en carrera. Todavía tengo que superarme. Sigo disfrutando de desafiarme a mí misma y en el último año y medio me he divertido mucho” son las razones que esgrime al preguntarle por qué sigue competiendo en distancia corta con 38 años cuando cuenta con una trayectoria increíble a sus espaldas. Quizá, la respuesta que represente a cualquier profesional, pero también la más cercana a la de un deportista popular.
Las otras tienen mucho que ver con la perspectiva que le dio su paso por el atletismo y el maratón “Me he dado cuenta que me gusta la variedad que ofrece el triatlón. Hay semanas y me canso de un deporte sobre el otro y es agradable tener otro. Además, gozo de estar libre de lesiones y no cojear”.
En ese “preguntas y respuestas” en pleno esfuerzo por los alrededores de Boulder revela que Javi Gómez Noya fue su gran referente cuando llegó a la élite “Sentí que era un gran ejemplo no solo de un atleta de triatlón completo, sino también de un buen ser humano”. Mientras que “No escuches lo que dice la gente a menos que estén en tu círculo” sería el consejo que le daría a su “yo” de los inicios.
Una última píldora antes de que el cuestionario le haga regresar a una esfera olímpica que guarda relación con su mejor recuerdo, su mayor arrepentimiento y el alivio de su gran temor. “Ganar los Juegos Olímpicos es el momento más memorable de mi carrera” responde a la primera incógnita; “No me arrepiento de muchas cosas, pero recuerdo que no quería hacer la Gran Final después de los Juegos Olímpicos. Estaba mentalmente KO” contesta a la segunda y la tercera merece un capítulo aparte.
“LLEGUÉ A PENSAR QUE EL TRIATLÓN ESTABA TOCADO DE MUERTE”
“Pensé, «este deporte está muerto»”. Es la bomba de Gwen Jorgensen al preguntarle sobre su visión del triatlón de corta distancia en los próximos cuatro años. “Cuando cancelaron Abu Dhabi y luego Montreal, me puse nerviosa porque creí que China también se iba a caer y realmente lo pensé (muerte de la corta distancia)”. Sin embargo, su catastrofista perspectiva ha variado gracias al sobresaliente espectáculo ofrecido en París “Los Juegos Olímpicos le devolvieron algo de vida al triatlón, así que mantendré la esperanza”.
Con el optimismo recuperado y su clavícula también si recibe el aprobado médico, Gwen Jorgensen espera estar de vuelta en las confirmadas Series Mundiales en China y así mantener el pulso al triatlón doblemente; para doblegarlo en su desafío personal e insuflarle vida como legado global.
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