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Kristian Blummenfelt sigue llevando un paso más allá su obsesión por obtener el máximo rendimiento en su preparación
En su camino hacia el Campeonato del Mundo IRONMAN 2025 en Niza, el campeón olímpico y del mundo ha completado un riguroso bloque de pruebas aerodinámicas en su ciudad natal, Bergen, con un resultado claro: una ganancia neta de 9,6 vatios gracias a su nuevo equipamiento.
Durante tres días, el noruego trabajó en el Fyllingsdalstunnelen, el túnel ciclista más largo del mundo, convertido para la ocasión en un laboratorio de aerodinámica. Allí, junto a su equipo técnico, los ingenieros de Surpas (desarrolladores de su nuevo traje de competición) y el experto en biomecánica Sam Barley, Kristian llevó a cabo una serie de ensayos controlados con herramientas de altísima precisión, como el sistema Body Rocket y los sensores térmicos de CORE Body Temp.
Las pruebas consistieron en recorridos de ida y vuelta de 2 km sobre un tramo recto de 1 km, lo que permitía comparar configuraciones bajo condiciones constantes. En cada serie se modificaba solo una variable —el casco o el traje— y se analizaban los resultados en tiempo real a partir del coeficiente aerodinámico (CdA).
Una de las pruebas clave fue la comparación entre su antiguo casco (modelo R4) y el nuevo Giant Rivet MIPS. El resultado fue claro: el casco anterior generaba 3,6 vatios más de resistencia, una penalización aerodinámica que se eliminó completamente con el nuevo modelo, validando así su elección de cara al Mundial.
El nuevo traje Surpas R3 fue otra de las estrellas del test. Comparado con su versión anterior, se observó una reducción de 6,0 vatios en la resistencia aerodinámica, gracias a su estructura optimizada y mejor integración con la postura de carrera de Blummenfelt. Además, los sensores CORE validaron su rendimiento térmico, esencial para una prueba que podría disputarse bajo condiciones calurosas en la Costa Azul.
Se probaron también otras variantes con tiras aerodinámicas (R6-R10), pero los resultados fueron o negativos (aumento de la resistencia) o marginales, lo que llevó al equipo a descartar cambios adicionales en esa línea.
En conjunto, la combinación del nuevo casco Giant y el traje Surpas R3 otorgó a Blummenfelt una mejora total de 9,6 vatios. Una cifra que puede parecer pequeña, pero que representa una ventaja real en una prueba donde cada segundo cuenta y donde los márgenes de diferencia entre los favoritos suelen ser mínimos.
Este minucioso trabajo marca un hito en la preparación del noruego hacia Niza. Con el material definido y las decisiones tomadas con base en datos científicos, el objetivo ahora es traducir esos vatios en ventaja competitiva. Kristian Blummenfelt llega a septiembre con menos dudas y más eficiencia, preparado para dar batalla por volver a ser campeón del mundo IRONMAN.
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