Educar en la convivencia desde la transmisión de valores de respeto, tolerancia, diversidad e igualdad, así como ayudar a reflexionar, a potenciar un espíritu crítico, una fuerte autoestima y ofrecer estrategias de desarrollo y autoconocimiento, es el camino mas eficaz para generar cambios positivos en personas y sociedades.

Hoy, lamentablemente no hay sociedad actual en la que no se identifiquen situaciones de discriminación por razón de género siendo su máxima expresión la violencia ejercida contra las mujeres sin distinción de edad, cultura, status socioeconómico o formación académica.

Ello supone según la OMS que una de cada tres niñas, jóvenes y mujeres, en algún momento de su vida serán victimas de algún tipo de violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida.

La desigualdad hunde sus raíces en modelos educativos que perpetúan por medio del lenguaje, los juegos, el trato y otras prácticas que se refuercen estereotipos que limitan un crecimiento saludable de la persona.

Por todo ello, promovemos un modelo de coeducación que propicie el desarrollo integral del alumnado, no se trata de que todas las personas seamos iguales sino tener en cuenta el valor de las diferencias de manera que cada persona pueda construir su identidad de manera armónica e íntegra, buscando alternativas que les permitan acceder a las oportunidades que brinda una sociedad igualitaria.