La tormenta desatada tras el desastroso episodio del T100 de Dubái sigue creciendo. Lo que comenzó como un error de conteo de vueltas —con Marten Van Riel, Hayden Wilde y Mathis Margirier completando nueve en lugar de ocho durante el segmento ciclista— ha evolucionado en un debate mucho más amplio: ¿quién debe asumir la responsabilidad en una carrera profesional? ¿Los atletas? ¿La organización? ¿Ambos?

Lo que está claro es que el tema no ha pasado desapercibido para nadie. Y menos aún para una de las voces más influyentes del triatlón moderno: Jan Frodeno.

FRODENO INTERVIENE… Y REVUELVE EL AMBIENTE

En plena oleada de críticas hacia la PTO —la mayoría procedentes del propio Van Riel—, Frodeno irrumpió en la conversación con una intervención que, para muchos, fue tan inesperada como incendiaria. En un comentario en Instagram dirigido directamente al belga, escribió:

¿Acaso Ironman te enseña a contar hasta ocho?”, acompañado de un guiño.

La respuesta fue instantánea. El público se dividió, y la publicación se llenó de réplicas y contrarréplicas que pusieron de manifiesto lo sensible que se ha vuelto el tema.

UNA FIGURA ADMIRADA, ESTA VEZ BAJO CRÍTICAS

Frodeno, que rara vez despierta polémicas de este tipo, se encontró esta vez con un sector del público poco receptivo. Muchos le reprocharon un comentario demasiado irónico para un momento tan tenso. Otros señalaron que incluso los mejores atletas —incluido él— han sufrido desorientación en pruebas largas, y que la crítica resultaba innecesaria.

Sin embargo, el alemán se mantuvo firme. Reapareció para aclarar que su intención no era burlarse:

No hay sarcasmo aquí. Considero que los atletas deben ser responsables de saber dónde están. La situación es terrible, sí, pero culpar únicamente a otros no es la forma correcta de afrontarla.”

Con estas palabras, Frodeno dejó claro que se posiciona del lado de la responsabilidad individual, un enfoque que no ha sido abrazado por todos los aficionados.

VAN RIEL RESPONDE CON HUMOR AFILADO

Marten Van Riel, uno de los principales afectados por el error y el más vocal en sus críticas a la PTO, no dejó pasar la oportunidad de contestar. Lo hizo con un toque de ironía dirigido al comentario original de Frodeno:

No estoy seguro, pero si lo hacen, la asociación de padres , maestros y yo podemos tomar esa lección juntos.”

El belga, claramente molesto por lo sucedido en Dubái, ha defendido desde el primer momento que la responsabilidad principal recae en la organización y en la falta de señalización y comunicación durante la carrera.

UN INCIDENTE QUE EXPONE FALLOS MAYORES

El trasfondo de esta discusión sigue siendo el caótico T100 de Dubái. Más allá del error de vueltas en ciclismo, la carrera estuvo marcada por una sucesión de problemas, clasificaciones que cambiaban constantemente, información contradictoria entre atletas y una evidente falta de control en un circuito diseñado para la élite mundial.

Lo ocurrido ha abierto un debate sobre la profesionalización real del circuito T100 y sobre qué estándares de organización requiere un evento que aspira a consolidarse como el más prestigioso del triatlón de media distancia.

La situación ha trascendido el simple análisis deportivo: ahora se discuten cuestiones de responsabilidad, transparencia, seguridad y credibilidad. Y con Frodeno tomando una postura tan clara —y tan visible—, la conversación se ha intensificado aún más.

COMUNICADO OFICIALE DE VAN RIEL: SU VERSIÓN TRAS LA POLÉMICA

Tras el intercambio público con Frodeno y el aumento de la controversia, Marten Van Riel decidió publicar ayer por la tarde un extenso comunicado explicando su postura con mayor profundidad. Sus palabras profundizan no solo en lo ocurrido en Dubái, sino también en su frustración con la gestión del circuito T100 durante toda la temporada.

Según Van Riel, su decepción va mucho más allá de un simple error de vueltas. El belga asegura que siempre ha intentado apoyar a la PTO y que está orgulloso de su título mundial T100 de 2024, pero sostiene que la organización cometió fallos graves ese día:

No hubo campana de última vuelta ni contador operativo.

Su dispositivo marcaba solo 76 km al llegar a la transición.

Nadie les indicó si debían entrar a T2.

Incluso los motoristas que abrían carrera siguieron adelante, por lo que él hizo lo mismo para evitar una descalificación inmediata.

Van Riel afirma que, durante esa vuelta extra, tampoco hubo intentos por detener o redirigir al grupo, a pesar de que estaban muy por delante y había margen para corregir el error.

El belga también criticó la falta de coherencia entre decisiones: en el caso de la carrera a pie —donde casi todos los atletas completaron siete vueltas en lugar de ocho—, la PTO reunió a todos los competidores y les permitió decidir qué hacer. Sin embargo, en el ciclismo la organización aplicó el reglamento sin consulta previa, asumiendo que la responsabilidad era exclusivamente del atleta.

Aun así, reconoce que, en última instancia, conocer es responsabilidad de cada triatleta. Pero insiste en que, en un circuito técnico de ocho vueltas y en una competición con premios importantes y un título mundial en juego, la organización debe proporcionar una guía adecuada.

Además, lamentó que los cambios constantes en el calendario T100 le impidieran completar todas las carreras previstas, lo que afectó sus opciones al título general. Asegura que, de haber conocido la versión final del calendario al inicio del año, quizá no habría firmado el contrato.

Finalmente, Van Riel cerró su comunicado con un mensaje conciliador, admitiendo errores compartidos y expresando su deseo de que la transparencia permita mejorar el deporte:

Espero que compartiendo mi experiencia podamos seguir aprendiendo y mejorando juntos.