El campeón olímpico de ciclismo Greg Van Avermaet ha vuelto a dejar su huella en el deporte, esta vez lejos del pelotón de ciclismo profesional.
El atleta belga se impuso con autoridad en el grupo de edad 40-44 del Mundial Ironman 70.3 de Marbella, confirmando que su espíritu competitivo y su capacidad de resistencia siguen intactos más allá del ciclismo.
UN CAMPEÓN QUE NO DEJA DE DESAFIARSE
Desde su retiro del ciclismo de élite, Van Avermaet —recordado por su oro olímpico en Río 2016 y su triunfo en la París-Roubaix 2017— ha encontrado en el triatlón un nuevo escenario para poner a prueba su capacidad física y mental. Su rendimiento en Marbella no solo fue sobresaliente dentro de su categoría, sino que también dejó claro que su talento y disciplina se mantienen al más alto nivel.
El belga comenzó la jornada con un tiempo sólido de 31:02 en la natación, un tramo que superó con eficiencia pese a no ser su especialidad. Ese registro le permitió salir del agua bien posicionado para afrontar el terreno donde realmente brilla: la bicicleta.
UN RITMO IMPONENTE SOBRE LAS DOS RUEDAS
En el segmento de bici, Van Avermaet impuso un ritmo demoledor en el exigente recorrido de Marbella, marcado por la dureza y el desnivel. Su tiempo de 2:16:10 fue el mejor de toda su categoría y uno de los más destacados del día, incluso comparado con los profesionales élite.
El belga aprovechó cada tramo de ascenso para marcar diferencias, mostrando la potencia y técnica que lo llevaron a ser uno de los ciclistas más respetados del pelotón durante más de una década. Su gran nivel en bici le permitió llegar a la segunda transición con una ventaja considerable frente a sus perseguidores.
UNA META QUE REFUERZA SU LEGADO
En la media maratón final, Van Avermaet mantuvo el control de la carrera con una gestión muy inteligente. Paró el crono de la carrera a pie en 1h21:31, con un tiempo total de 4h15:56 en la competición, que le valió para llevarse una victoria contundente con casi cinco minutos sobre el alemán Wolfgang Teuchner, segundo clasificado. El podio lo completó su compatriota Ben De Wolf, a más de seis minutos y medio del vencedor.
Más allá de los números, la actuación del belga demostró que la mentalidad del campeón sigue viva. “He aprendido a disfrutar de competir sin la presión del pelotón profesional, pero sigo buscando mis propios límites”, declaró Van Avermaet tras cruzar la meta.
UN NUEVO CAPÍTULO EN UNA CARRERA EXCEPCIONAL
Su paso del ciclismo profesional al triatlón no ha sido una simple transición, sino una reinvención deportiva. El triunfo en Marbella no solo amplía su palmarés, sino que consolida su reputación como deportista.
LOS CAMPEONES NUNCA DEJAN DE COMPETIR
A sus 40 años, Greg Van Avermaet sigue demostrando que el retiro no es sinónimo de descanso. Su título mundial en Marbella es una muestra de constancia, pasión y determinación, atributos que lo acompañaron durante toda su carrera profesional y que hoy le permiten seguir brillando bajo un nuevo formato competitivo.
Con esta victoria, el belga no solo suma un triunfo más a su historial, sino que refuerza una idea que lo define: los campeones nunca dejan de competir, solo cambian el escenario.
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