La británica Fenella Langridge, una de las triatletas más destacadas de larga distancia, atraviesa un largo y complicado proceso de recuperación que empieza a ofrecer signos esperanzadores.
Tras meses de incertidumbre y una compleja cirugía para tratar una rara lesión cardiovascular, la atleta asegura que su regreso a la competición está cada vez más cerca.
“Muy pronto estaré en la lista de salida”, adelantó Langridge en una reciente actualización compartida con sus seguidores.
EL DESAFÍO MÉDICO: UNA DOLENCIA POCO COMÚN
El inicio de esta “pesadilla”, como la ha descrito la propia deportista, llegó tras ser diagnosticada con endofibrosis de la arteria ilíaca externa, una patología que provoca el endurecimiento de dicho vaso sanguíneo y limita severamente el flujo de oxígeno hacia las piernas.
En palabras de la británica:
“Una arteria normal mantiene una forma esférica, pero la mía se había endurecido, reduciendo su tamaño. Eso significa que, al intentar exigirle más al cuerpo, la sangre y el oxígeno no llegaban a la pierna izquierda. El resultado era una sensación constante de calambres y acumulación de lactato”.
Las consecuencias deportivas fueron inmediatas. Su rendimiento se resintió de manera notable, pese a que en 2023 firmó dos victorias de prestigio en el Challenge London y en el IRONMAN Western Australia, resultados que la situaron en el top 20 mundial.
PRIMEROS PASOS TRAS LA CIRUGÍA.
La operación, realizada a principios de año, abrió una nueva etapa en la carrera de Langridge. Según relató, los primeros análisis postoperatorios fueron “muy positivos” y le permitieron dar comienzo a una fase de entrenamiento progresivo.
Los inicios no fueron nada fáciles tal y como relata la propia deportista “La primera sesión fue dura. La pierna izquierda se sentía fatigada y distinta. Consulté con el médico y me confirmó que era algo normal en esta fase”.
Pese a esas sensaciones, la evolución no tardó en hacerse notar. Sesión tras sesión, la británica fue recuperando confianza y mejorando sus respuestas físicas.
ENTRE LA PACIENCIA Y LA ILUSIÓN
Uno de los pilares de su recuperación ha sido el trabajo específico de fuerza, con el objetivo de equilibrar las cargas entre ambas piernas. Aunque todavía percibe la pierna izquierda algo más débil, asegura que la evolución es constante.
En su último bloque de entrenamientos, realizado en Lanzarote, Langridge ya ha podido sumar intensidad en las tres disciplinas del triatlón.
> “Estoy disfrutando mucho de cada paso. Es un proceso lento, pero también emocionante. Estoy trabajando con intensidad en natación, ciclismo y carrera, y noto mejoras claras”.
MIRANDO HACIA EL FUTURO
La británica, muy activa en su canal de YouTube, ha compartido cada etapa de su recuperación, convirtiendo su experiencia en un ejemplo de constancia y motivación para otros deportistas. Consciente de que el regreso a la máxima exigencia requiere paciencia, transmite optimismo y determinación:
“Estoy muy feliz con el progreso. Sé que todavía queda camino, pero pronto habrá una línea de salida con mi nombre”.
Su mensaje es claro: Langridge no solo apunta a volver, sino a hacerlo con la misma ambición que la llevó a convertirse en una de las triatletas más queridas y competitivas del circuito internacional.