Incansable. Personas que no entienden de descanso, de pausa, de aburrimiento. La navarra Ana Casares es madre de tres niños, entrenadora (AC Training), triatleta… y también protagoniza interesantes y motivadoras conferencias por todo el país.

¿Qué es el triatlón para ti?

Es una forma de vida. Nadar, pedalear o correr son rutinas diarias que me dan un gran equilibrio personal. Cuando me lanzo a nadar me centro plenamente en mi esfuerzo y en la situación de competición. Es una gran sensación de libertad.

¿Y qué te llevó a hacer triatlón?

Soy una persona inquieta, que busca retos. Me gusta descubrir y buscar nuevas sensaciones en el deporte. Aprovechando el final del verano de 1995, Eugenio y yo nos animamos a probar con el triatlón. Solo correr nos parecía un poco aburrido. Ese año terminamos un triatlón y cruzar la meta me encantó y me enganchó. Aquel mismo día escuché alguien que hablaba del Ironman de Hawái. Al oír las distancias, pensaba que aquella gente estaba loca. Pero 9 años después era yo la loca que me planteaba hacer el Ironman Lanzarote.

Una mujer inquieta siempre ligada al deporte…

Con 8 años corría con el balón en los interminables partidos de fútbol donde todos eran chicos. Me hubiera gustado dedicarme al fútbol. Me dediqué unos años al tenis, también nadaba, íbamos al monte. Mi padre nos inculcó a los hermanos un deporte variado y divertido. Me gusta practicar deporte, pero también aprender sobre deporte y transmitirlo.

¿Cuál es tu recuerdo más bonito en el mundo del deporte? ¿Y del triatlón?

Un recuerdo bonito fue ganar la San Silvestre de Pamplona por primera vez con 18 años. Se me puso la piel de gallina cuando llegaba a la meta en la Plaza del Castillo. Me esperaban mis amigas y toda mi familia. De triatlón recuerdo cuando crucé la meta del Challenge Roth de la mano de mis tres hijos. Hizo desaparecer la fatiga extrema que sentía en aquel momento. Y cuando me entregaron el Galardón como Mejor Deportista Navarra, dedicado a mi madre que había fallecido aquel año.

¿Tienes alguna espinita clava con alguna prueba?

Intenté clasificarme para el Ironman Hawái en dos ocasiones, pero no fue posible. Eso me enseñó a valorar otras cosas. Otro gran sueño que perseguí con todas mis fuerzas fue la mínima olímpica en maratón en 2008. Entrené como jamás lo había hecho, metiendo muchos kilómetros y mucha calidad. El día a día resultaba agotador, con entrenos, familia, trabajo. Además a nivel emocional fueron meses en los que vivimos una situación familiar muy dura. Y no pudo ser. Pero hay que seguir adelante.

Lograste tus mayores éxitos tras ser madre. ¿Cómo combinas ambas facetas?

Normalmente, hago un primer entren0 pronto por la mañana, mientras todos duermen. Después toca preparar desayuno y apañar a los niños para ir al cole. Por la mañana, dependiendo de mi trabajo, salgo en bici o hago una segunda sesión de fuerza, carrera o natación. O algunos días descanso por trabajo o familia. Por la tarde tengo trabajo muchos días y si tengo libre, aprovecho para estar con mis hijos y practicar deporte con ellos si puedo. El deporte me encanta, me inspira nuevas ideas, me hace sentir libre… y la maternidad me ha dado madurez y una energía especial.

¿Cómo te ven tus hijos?

Ellos lo han vivido desde pequeños. Es algo normal que mamá llegue de correr cuando justo se levantan o se tire a nadar al mar en un triatlón. Me han visto esforzarme mucho en competición, me han animado. Pero lo importante para ellos es que mamá estuviera con ellos enseguida. Y ese sentimiento me ha ayudado a priorizar, a valorar lo importante y me ha dado madurez.

Empresa y deporte, esfuerzo y resultados. Son binomios que van de la mano…

El deporte desarrolla nuestras capacidades físicas y emocionales, y activa nuestro espíritu de superación.  Todo ello es transferible al día a día de la empresa, y a nuestras situaciones de vida. El funcionamiento de las empresas puede aprender mucho de los valores del deporte aplicados a la gestión de equipos, la comunicación entre personas, el liderazgo, etc.

¿Qué buscas en tus conferencias?

Estoy en un momento de mi vida más tranquilo en lo deportivo y siento la necesidad de transmitir. Durante muchos años el foco ha estado rendir lo máximo en la competición. Pretendo trasladar mis experiencias deportivas y vitales al día a día de las personas para ayudarles a sentirse bien y crecer. Lo hice a través del libro y lo hago con las charlas. Intento despertar en las personas la motivación hacia sus sueños, sus retos y estimular el espíritu de superación.

half pamplona

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