Esta semana pasada la mítica zona del Rodeno que franquea los Alpes Franceses acogía el EDF Triathlon Alpe D’Huez. En triatletasenred.com ya os narramos lo sucedido en la prueba de larga distancia y ahora toca la visión subjetiva, desde el dorsal, del Triathlon Alpe D’Huez en su versión short.
Si bien el día previo, durante la disputa de la prueba de larga distancia, tuvimos un día despejado y claro, las cosas se torcieron 24h después. El día amanecía gris y la lluvia dejaba de ser una amenaza para ser una realidad que nos acompañaría durante toda la jornada a los que disputaríamos la prueba Short del Triathlon Alpe D’Huez.
Para empezar recuerdo que la prueba arranca desde el Lac du Verney y finaliza en el propio Alpe D’ Huez, casi 1300 mts más arriba, de lo que ya se deducen dos aspectos clave : 2 obligadas ubicaciones de box y un duro ascenso para los más de 1400 participantes. Por la mañana debíamos dejar los enseres de run en la T2 situada en el campo de fútbol del pueblo y desplazarnos hasta el punto de salida. Aunque muchos triatletas optaron por desplazarse en bici, nosotros optamos por esquivar un poco más la lluvia y el frío bajando en coche.
Una vez allí no había escape: Lluvia, frío y altas dosis de preocupación por la temperatura del agua. No obstante a las 14h y casi por sorpresa sonaba la bocina que daba la salida a esta X edición del Triathlon Alpe D’huez. Los primeros metros son de contraste. De un lado el frio (soportable, pero frío) y de otro lado la emoción de estar en un enclave espectacular. Tras los primeros metros la altura se cobra las primeras víctimas y puedo ver como algunos atletas nadan de espalda o se aflojan el neopreno para intentar compensar la hiperventilación que provoca la combinación frío-altura. Más o menos casi todos logran reponerse y saldar el sector con mayor o menor suerte.
Ya finalizando este sector los voluntarios ayudan con un empujon a abandonar el agua y listos para la transición que dará lugar quizás a la parte más mítica de la prueba como es coronar el Alpe D’Huez. En este momento, y antes de llegar al pie del puerto, recorremos unos 20km de carreteras que combinan alguna leve bajada con falsos llanos. Aquí te das cuenta que lo de “Olímpico sin drafting” es una broma de los franceses ya que los pelotones en este tramo están a la orden del día. Ni un solo oficial en todo este tramo se digna a llamar la atención y mucho menos a sancionar. Los únicos que levantan la voz tal vez son aquellos que debutan en el evento pero los que repiten ya sabían que esto es así y no hay más… Por tanto es momento de seguir pedaleando y disfrutando del paisaje. Obviamente enfadarse no va a cambiar nada más que las ganas de pasarlo bien así que…a esperar el ascenso al puerto.
Una vez en los pies de las míticas 21 curvas, y solo unos metros después, el terreno nos sitúa a cada uno en su lugar. La montaña del Alpe D’Huez no entiende de drafting y solo premia a los más preparados. Es momento de pedalear e intentar llevar tu ritmo al margen de lo que veas por delante o detrás. Marcel Zamora ya aconsejó en nuestra web no apretar de inicio e intentar llevar nuestro propia cadencia y ritmo así que “Palabra de Marcel”.
En esos momentos, aunque se sufre, sientes que estás cumpliendo con la Historia. Tantos y tantos ciclistas, tantos tours ascendiendo al mítico puerto y en esos momentos estás recorriendo y sufriendo la tiranía del Alpe D’Huez. Ni siquiera los “recortadores” que aprovechan los giros de izquierda para restar metros al ascenso van a desviar tu atención si quieres disfrutar de este momento que te va a llevar a la segunda transición.
El sistema de anclaje de los franceses es tremendamente rápido y práctico así que esta T2 se realiza con relativa celeridad. Después los últimos 7 kms, la mitad de ellos de subida por la ladera de la montaña y el resto de bajada poco técnica pero no exenta de dificultad especialmente para unos castigados cuadriceps. Al final larguísima recta de meta que nos hizo formar parte de la Historia del Triathlon Alpe D’HUez en esta su décima edición.
Tras la meta una zona de finisher con avituallamiento final sobrado, equilibrado y abundante que reunió a los finishers a pesar de la lluvia que nos acompañó en todo momento.
En resumen una prueba excelente en un paraje incomparable pero olvídate de que lo venden como una prueba SIN drafting porque a efectos prácticos, entre los atletas populares…¡No lo es!
Imagen de portada: Turismo Alpe D’Huez
Imágenes carrera: Mónica Baena