La inteligencia artificial es una tecnología disruptiva que está redimensionando múltiples ámbitos esenciales, entre ellos el deportivo, donde no solo tiene un claro horizonte de aplicaciones en todo lo relativo al rendimiento, sino que también está siendo empleada ya por las casas de apuestas para detectar amaños. Fraudes que, al margen de suponer una estafa, en último término amenazan la integridad en el deporte.
Tal como explica Lidia Marín, especialista en Gestión Deportiva y colaboradora de Casinos-online.es, con amplia experiencia en el análisis del sector de las apuestas, “la integración de la inteligencia artificial para juegos de azar está marcando un punto de inflexión en la forma en que las plataformas anticipan riesgos y protegen la integridad del deporte”. En su artículo, Marín detalla cómo esta tecnología se emplea ya en múltiples frentes: desde el análisis masivo de datos para detectar patrones anómalos en eventos deportivos, hasta la creación de cuotas dinámicas más precisas, la detección de suplantaciones de identidad y el diseño de alertas que ayudan a identificar a jugadores vulnerables o potencialmente adictivos.
Cuando hablamos de detección de fraude en el deporte de los sistemas IA, no nos referimos a que la inteligencia artificial actual sea capaz de detectar comportamientos anómalos de deportistas mediante la supervisión visual de su desempeño. Algo que conllevaría un análisis de intenciones para el que resultaría falible, y además, a día de hoy, tampoco podría emitir juicios más certeros que los procedentes de un visionado humano. Nos enfocamos, más bien, en el uso de Big Data y funcionalidades de Machine Learning para la detección de posibles amaños, tal y como ya lo están haciendo operadores tecnológicos especializados en el ámbito de las apuestas deportivas como Sportradar AG o Genius Sports.
En su caso, han desarrollado tecnologías que aplican la inteligencia artificial en apuestas deportivas para detectar comportamientos estadísticos anómalos que puedan estar indicando un posible fraude. Así, se emplean los algoritmos de Machine Learning para comparar en tiempo real los datos que se están produciendo en un duelo deportivo concreto con los que pueden prever los modelos estadísticos, de modo que si un determinado resultado es estadísticamente muy improbable puede considerarse como sospechoso.
Además, se pueden cruzar los datos de rendimiento de equipos o jugadores durante el evento con la evolución del mercado de apuestas en vivo, en aras de la detección de una desconexión entre lo que pasa en el terreno de juego y la evolución de los distintos mercados de pronósticos. No se trata de poner bajo sospecha la sorpresa en el deporte, que de hecho es uno de sus principales alicientes, así como uno de los principales elementos dinamizadores de las apuestas, sino de detectar indicios de manipulación cuando los datos deportivos y los movimientos del mercado muestran un desacoplamiento estadísticamente inexplicable.
La idea, así pues, no sería poner al deporte bajo vigilancia, y el problema no vendría tanto por lo que pasa en la élite.Aunque recientemente ha habido algún caso en primera división de un jugador al que se le ha vinculado con prácticas sospechosas, atribuyéndole que forzaba tarjetas amarillas en connivencia con las apuestas fraudulentas realizadas en este mercado específico por allegados suyos. El foco de atención serían más bien deportes o competiciones de más bajo perfil que también están incluidos en los mercados de apuestas. Hablamos de rondas previas del circuito más modesto del tenis, del fútbol amateur, etc., donde los deportistas pueden ser más vulnerables a sugerencias indebidas tanto por motivos económicos como por la propia presión coercitiva de mafias organizadas.
Con todo, también hay que tener presente que el objetivo no sería que la IA haga de policía de los deportistas, antes al contrario, los protegería de propuestas dudosas y de intentos de extorsión. Por no entrar en la valiosa relación que hay entre inteligencia artificial y deporte de alto rendimiento, con resultados bastante tangibles en disciplinas como la natación.
Como en cualquier ámbito, la aplicación de la IA en el deporte también conlleva sus riesgos y zonas grises, pudiendo provocar la caída en un sesgo algorítmico que ponga en tela de juicio cualquier hazaña de ‘David contra Goliat’. Además, como ocurre con la percepción de la probabilidad real en juegos como la Lotería de Navidad, los modelos predictivos de IA también pueden dar una falsa sensación de control si no se comunican sus limitaciones con transparencia, y existe el peligro de que lleguen a conclusiones sesgadas asumidas acríticamente.
Por eso, es esencial promover una ética algorítmica clara, asegurar la gobernanza de datos y mantener siempre la supervisión humana. Ni siquiera aplicar la mejor inteligencia artificial para apuestas deportivas garantiza infalibilidad: los errores de apreciación existen y pueden tener consecuencias. Como concluye Marín en su análisis: “La inteligencia artificial puede ser aliada del juego limpio, siempre que su uso esté guiado por criterios éticos y humanos”.
La ciudad se prepara para recibir a algunos de los mejores triatletas del mundo en…
Según la PTO, la resolución de aplicar la misma política se tomó tras dialogar con…
La propia deportista lo ha comunicado a través de sus redes sociales, donde ha explicado…
Del "se ha ido el título" a conquistarlo con la serenidad y la lectura correcta…
El noruego desvela el porqué de sus calambres y admite que tras ellos temió por…
Relaciones de cambio, neumáticos, postura aero... descubre las claves para convertir el viento en un…