Esta es la eterna pregunta y la respuesta solo la tienes tú,  cada caso, diferente y cada caso, un nexo común. Diferentes son todas las formas de llegar a este mundillo pero eso es lo de menos, lo importante es llegar y si es para quedarse mucho mejor.

Los hay que corren para OLVIDAR, en estos tiempos de desánimo y problemas económicos son muchos los que deciden correr para olvidar, es una manera de liberar la mente durante unos cuantos minutos o durante un puñado de kms, todo esto a la misma vez que segregamos endorfinas que a posteriori no ayudaran a llevar la situación de una manera más positiva, estaremos ante el nuevo opio del pueblo. Es fácil entender que quien lleve un tiempo en la tur, sea deportista y por desgracia ya no pueda costearse un gimnasio se sume a esta nueva ola del running, es barato y tienen un horario flexible, abierto los 365 días del año y no cierra por vacaciones, quizás esta sea la peor manera o mejor dicho la manera más triste de formar parte de este colectivo.

Por motivo de SALUD, bien sea para perder peso y estar más en forma o bien porque  hemos decidido dejar de fumar y necesitamos una motivación y un estímulo que nos ayude a sobreponernos del temido mono, en mi caso, fue la manera a la que llegue a este mundo hace ya unos años, no fue sencillo aunque si me abrió las puertas de una nueva vida y puedo asegurar que jamás me había sentido tan bien, es más recomiendo a todos aquellos que duden, que lo prueben.

Puedes correr por OFICIO, ser un atleta de élite es difícil, tanto por llegar a serlo, en cuanto a sacrificio se refiere, entrenamientos, dieta, vida social etc…  como por llegar a ganarse la vida con ello, es una vida de deportista corta y los patrocinios o esponsorizaciones de nuestro deporte no dan para mucho, con lo cual estamos ante algo más vocacional que necesario.

Corremos por PLACER, posiblemente sea esta la manera por la que lo hacemos todos y es el nexo común del que os hablaba la inicio de esta reflexión, por el placer de olvidar o espantar malos pensamientos, por el placer de tener una vida más saludable, por el placer de dedicarnos a lo que más nos gusta y por el placer del placer, en esta última es en la que personalmente me encasillaría creo que es el nivel zen del atleta popular, poder correr libre de ataduras de ningún tipo, ni cronos, ni frecuencias cardiacas, ni  V.A.M ni nada que pueda interferir en el sentimiento de poder ser parte de la naturaleza como tal, quizás esa era la manera en la que lo hacían nuestros antepasados.

Dicen que correr es de cobardes, no importa, en este caso el fin justifica los medios, corre sea cual sea tu opción.

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@j0setrejo