La natación en aguas abiertas es, cuánto menos, motivador y un reto. Si aún se te resiste el primer tramo del triatlón, los siguientes consejos pueden serte de gran ayuda…

Practicar el nado de aguas abiertas durante todo el año:

Eso como en los exámenes: No te dejes el estudio para el último día!! La idea es practicar también durante el invierno, es decir, “fuera de temporada”. Esto no implica que de forma obligada tengamos que ir al mar en pleno mes de enero, sino que se puede practicar en la piscina una serie de habilidades clave para el nado en aguas abiertas. Como por ejemplo:

  • Ir a pies o nadar en grupo: o lo que es lo mismo, practicar el nado habitual en el tramo de natación de aguas abiertas. Sobre todo, el del principio, donde se aglutinan el mayor número de participantes en poco espacio. Para practicar esa situación e ir a la prueba con confianza suficiente para nadar cerca de otros triatletas, es recomendable nadar en los entrenamientos a pies de otros (y viceversa) y/o nadar a la vez al lado de más gente, ya sea en un mismo carril o en los contiguos.
  • Salidas en masa en la piscina: Éste tipo de ejercicios ayudan a mejorar en el mar y acostumbrar el cuerpo a las condiciones de carrera.
  • Nadar sin corcheras, simulando natación a mar abierto: Es bueno practicarlo de vez en cuando durante los entrenamientos de invierno y de primavera. Si se dispone del material y de la aprobación de los responsables, puede ser una muy buena idea montar un pequeño recorrido con boyas, simulando el tramo de natación. Y para practicar diferentes situaciones se puede nadar en el sentido de las agujas del reloj o viceversa.

Repasar el circuito de natación

Cuando se prepara un objetivo importante, todos los detalles cuentan. En este sentido, será ideal que analicemos el recorrido de natación sin perder detalle, ya que en el agua un error puede salir caro. Es recomendable visualizar cómo se ha estipulado el tramo de aguas abiertas e intentar practicarlo antes del día D: giros, formato de la vuelta, entradas y salidas…

Exhalar de forma correcta

Contener la respiración, aunque sea momentáneamente, puede conducir a una acumulación de dióxido de carbono en la sangre, que lleva a alcanzar el umbral de lactato, por lo que el cuerpo dejará de responder. Si se es inexperto en natación de aguas abiertas, este momento puede llegar de manera rápida, ya que es muy probable que se empiece demasiado fuerte y, quizá, en una posición errónea según el nivel.

Se puede evitar esta situación si se practica una buena técnica de exhalación: después de respirar por la boca, inmediatamente la cara debe estar relajada, con una caída de la mandíbula y dejamos que el aire fluya sin hacer una pausa. Cualquier tensión en los músculos faciales restringirá el flujo de aire, lo que lleva a un mayor almacenamiento de dióxido de carbono. (¡No debe parecer que se estén soplando las velas!)

El objetivo es expulsar la mayor cantidad de aire y hacerlo de la forma más relajado posible. Esto ayuda a reponer un gran volumen de aire cada vez que se respira y acceder a la parte inferior de los pulmones, donde tiene lugar la mayor parte del intercambio de oxígeno y dióxido de carbono. Tanto si respiras cada dos o cada tres brazadas, exhala desde el inicio de la carrera para mejorar el rendimiento en la misma.

(No) Entrenar la patada

Es muy típico y tópico escuchar el clásico comentario de “No entreno pies en la piscina porque no necesito usar mis piernas en el tramo de natación. Así ahorro energía para la bicicleta y la carrera a pie”.

Descuidar el trabajo la patada es un gran error. Si no se “patea” mientras se nada, las piernas se hunden y se arrastran hacia abajo. Esto incide en que el cuerpo debe hacer un esfuerzo añadido para tirar de los pies en el agua. Los “pullboys” ayudan mucho y son necesarios para practicar técnica, pero no deben ser omnipresentes en los entrenamientos. ¡Más piernas señores!

La patada en el triatlón debe de ser lo suficientemente dura para que las piernas se mantengan muy juntas, aerodinámicas, aunque debemos evitar la fricción. En una distancia sprint se debe tener suficiente energía almacenada en el cuerpo como para completar las tres disciplinas; por lo que una patada suave en el agua no tendrá ningún efecto sobre el rendimiento en los segmentos de ciclismo y carrera a pie. En distancias más largas, el triatleta puede obtener mayor beneficio de una buena patada en el agua ya que el tiempo nadando es mayor.

No olvidar la “mirada al frente”

En aguas abiertas es imprescindible levantar la mirada con regularidad, para no perder detalle de la posición ni de la dirección hacia donde se va o se quiere ir. Seguir mentalmente indicaciones del estilo: “brazada, exhalación, inhalación, brazada, mirada el frente…..” puede ayudar para conseguir esa regularidad que nos puede permitir nadar en línea recta y marcar un buen parcial al final del tramo.

Siguiendo en las especificaciones de la mirada, me gustaría acabar añadiendo que cuánto más se levante la cabeza para mirar hacia el frente, más se hundirán las piernas, se causará el arrastre y una pérdida del ritmo. La idea es hacer la mirada del cocodrilo, es decir, levantar sólo los ojos por encima de la superficie del agua.

Foto: atusaludenlinea

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