Xavi Llobet – Desde este humilde artículo de Triatletas En Red, intentaremos sintetizar y hacer un poco más ameno el nuevo formato de clasificación, de la categoría más elitista del triatlón, como es la profesional; de uno de los eventos más rigurosos y anhelados de la larga distancia como es el Ironman de Hawái.
Han pasado varios años, cuando la WTC (World Triathlon Company), la responsable de uno de los grandes circuitos del deportes de las tres disciplinas y, al mismo tiempo, de uno de los business más jugosos del mundo triatlético, decidió formatear, de nuevo, todo el sistema de clasificación para la categoría profesional en su Campeonato del Mundo, en especial, al de la distancia Ironman, que cada año se celebra en la isla mayor del archipiélago hawaiano, durante el mes de octubre.
Si con anterioridad, era suficiente con solo apuntarse en la categoría profesional y conseguir alguno de los slots con plaza directa para Kona, que cada Ironman del calendario otorgaba (formato que sigue en vigencia en las categorías populares). En la actualidad, se ha confeccionado un rocambolesco sistema de puntuación para que los profesionales puedan clasificarse para el gran evento. En definitiva, solo los más fuertes, más duros, más regulares y más rápidos tendrán acceso al Mundial de Ironman.
En efecto, el KPR (Kona Points Ranking), se configuró para ser un exigente colador y, por supuesto, para alinear a la gran mayoría de los triatletas profesionales de larga distancia. Por supuesto, este nuevo sistema tiene su controversia, con sus detractores y sus respectivos valedores. Provocando un intenso e interesante debate que valora sus pros y sus contras. Desde aquí procuraremos sintetizar método clasificatorio.
Para poder competir con licencia profesional, uno debe pagar una fianza, la podríamos tachar como una súper licencia (alrededor de 700e), que da derecho a competir y apuntarse en todas las pruebas del calendario Ironman y 70.3, que quiera y cuando desea. ¡Sin listas de espera! Y perdiendo la posibilidad de quedarse fuera por culpa del peligroso sold out. Como podemos comprobar es un negocio redondo para la WTC, que se asegura la fidelidad de muchos de los cracks del panorama Long Distance y, en consecuencia, es un buen imán para la mayoría de los patrocinadores. En resumen, es un perfecto control del mercado de la larga y media distancia.
No obstante, el que tiene la profi license y quiere estar presente en la Big Island debe sumar los suficientes puntos, para que el día del corte definitivo, a finales de agosto, pueda estar entre los elegidos. En consecuencia, la gran mayoría están obligados a competir en las pruebas de la WTC y conseguir una buena bolsa de créditos. Cada uno puede confeccionar su temporada como desee, teniendo en cuenta que hay eventos que puntúan más que otros como por ejemplo los Ironman de Melbourne (AUS), Mont-Tremblant (CAN) y Frankfurt (GER), considerados como Regional Championships, tres de los mejores eventos para hacer una buena recolecta de puntos. Sin duda, la mejor combinación para poder llegar fresco y con todas las fuerzas íntegras al archipiélago norteamericano, es procurar acertar en los eventos planificados y conseguir los máximos puntos posibles con el menor desgaste. Por ejemplo: Tres 70.3 y un Ironman sería una de las fórmulas ideales para llegar de forma óptima.
También existen algunas excepciones como la de los ganadores del prestigioso Ironman de Hawái, en forma de reconocimiento, durante 5 años tienen plaza directa, solo deben competir y finalizar en alguno de los Ironman del circuito.
En definitiva, en la actualidad el triatleta profesional se ha convertido en un excelente deportista, en un astuto matemático y un magnífico calculador para poder competir al 100% en los mejores eventos de triatlón del mundo. La mayoría de triatletas deben activar estas virtudes para intentar conseguir el famoso magic number, que está situado alrededor de unos 4000 puntos y que asegura el billete para el Mundial hawaiano.
Habitualmente, el KPR court supone que en la línea de salida estarán los 50 mejores triatletas masculinos de larga distancia del planeta. Mientras, en el género femenino la célebre cifra mágica se sitúa entorno de los 2500 puntos y solo aceptan la participación de las 35 mejores del elitista KPR. A día de hoy, muchos/as ya han sumado y están sumando puntos para dentro de 10 meses estar en el sueño hawaiano de este año. Como podéis comprobar ser un verdadero profesional no es solo entrenar y descansar, es mucho más.
Estamos pues, delante de en un auténtico filtro y, globalmente, en un perfecto negocio ideado y creado por una organización privada del deporte de las transiciones. Estructurado para que en octubre se reúnan los y las mejores en la isla dominada por las míticas black lava rock. Hay que reconocer que dicha compañía lucha e innova, de forma constante, para dar todas las facilidades a todos aquellos modestos triatletas que luchan por el título de Finisher, manteniendo el auténtico mantra de Ironman: “Anything is possible!”
Por supuesto, hay mucho más para analizar y desgranar de este complejo sistema de puntuación, que nos obligaría a alargar este artículo. Seguro que ha despertado cierta controversia, que nos llevaría a un intenso debate y podría ser un buen motivo para organizar una jornada al respecto. Desde Triatletas En Red solo deseamos, que después de leer esta publicación, todos tengáis un poco más claro el sistema de clasificación en la categoría profesional.
								
        







