Recuerda no dudes en consultar aquí las primeras entregas de nuestro redactor Ricard

#06: hacer toda la sesión a un ritmo muy cómodo para no cansarnos lo más mínimo. Sesiones de recuperación ineficaces.

Este caso me gusta mucho por la sutileza que entraña: entrenar muy y muy suave para poder hacer una buena recuperación.

Seguro que conocéis el concepto de “recuperación activa”, la máxima que dice que, por ejemplo, el día siguiente a una carrera es mucho mejor hacer un entreno muy suave que no quedarnos tumbados en el sofá.

Estoy convencido que habéis puesto en práctica este sistema y que estáis encantados con los resultados: la recuperación activa funciona y es muy bueno hacer un rodaje fácil el día siguiente a una carrera.

Yo también estoy de acuerdo con vosotros, pero vamos a mejorar la estrategia.

¿Seguro que es un error la recuperación activa?

No, en absoluto. Yo en ningún momento he dicho que el error sea hacer una recuperación activa, lo que he dicho que es un error es hacer toda la sesión a un ritmo muy cómodo para no cansarnos lo más mínimo.

Pensad lo siguiente: el cuerpo tiene memoria. Y no solo eso, sinó que además nuestro cuerpo es inteligente, así que debemos serlo también nosotros en el momento de entrenar.

¿Cual es el objetivo de hacer una recuperación activa?

El objetivo principal de este tipo de sesiones es el de aumentar el flujo sanguíneo de nuestros vasos, para permitir una limpieza de los elementos de residuo existentes tras un esfuerzo máximo o sub-máximo prolongado (como por ejemplo una competición).

Gracias a hacer una sesión de recuperación activa, lo que estamos consiguiendo es que nuestro metabolismo se accelere, que nuestra musculatura no pase de 100 (día de la competición) a 0 (día post-competición), sinó que mantenemos un mínimo de actividad interna corporal para que el organismo asimile mejor el esfuerzo realizado.

Pensemos en las órdenes que le queremos dar a nuestro cuerpo.

Si hacemos una sesión extremadamente suave, en la que no nos estamos cansando en absoluto, el mensaje que le estamos lanzando a nuestro organismo es que queremos que se encuentre en un estado de hibernación.

¿Cual es el objetivo de hacer una recuperación activa?

El objetivo principal de este tipo de sesiones es el de aumentar el flujo sanguíneo de nuestros vasos, para permitir una limpieza de los elementos de residuo existentes tras un esfuerzo máximo o sub-máximo prolongado (como por ejemplo una competición).

Gracias a hacer una sesión de recuperación activa, lo que estamos consiguiendo es que nuestro metabolismo se accelere, que nuestra musculatura no pase de 100 (día de la competición) a 0 (día post-competición), sinó que mantenemos un mínimo de actividad interna corporal para que el organismo asimile mejor el esfuerzo realizado.

Pensemos en las órdenes que le queremos dar a nuestro cuerpo.

Si hacemos una sesión extremadamente suave, en la que no nos estamos cansando en absoluto, el mensaje que le estamos lanzando a nuestro organismo es que queremos que se encuentre en un estado de hibernación.

Sería como decirle que después de haber hecho una competición, ya no necesitamos de sus servicios y que no hace falta que esté en forma, que realmente ahora queremos seguir nuestra temporada al mínimo nivel y sin cansarnos lo más mínimo.

Y aquí es donde tan sutilmente se encuentra el error, en no exigirle un mínimo sacrificio a nuestro cuerpo al realizar una sesión de recuperación.

¡Mucho cuidado!

No confundamos lo que estoy diciendo con hacer una sesión de entreno normal el día siguiente a una competición.

Únicamente estoy indicando que es mucho mejor hacer una sesión suave incluyendo unos mínimos intervalos muy cortos y poco intensos, en vez de hacer toda la sesión a un ritmo contínuo extremadamente bajo.

Por ejemplo, supongamos que queremos hacer un rodaje de recuperación activa en bici, pues mi recomendación es cambiar el típico entreno de :

1:30h de rodaje cómodo en bici de carretera por terreno plano por:

1:30h de rodaje cómodo en bici de carretera por terreno plano incluyendo 5 intervalos de 2′ a media intensidad dejando un mínimo de 5′ entre dos intervalos.

Con esta alternativa, el mensaje que le estamos lanzando a nuestro organismo es el de decir “ayer tuvimos una competición y te exprimí al máximo, así que hoy te voy a pedir muy poco, pero quiero que te quede claro que no tienes que relajarte demasiado, que quiero que sigas con unos mínimos, que la temporada todavía no ha acabado y pronto volveremos a dar guerra”.

Además, si recordáis, hemos dicho al principio, que el objetivo de la sesión de recuperación activa es limpiar las sustancias de residuo existentes en nuestro cuerpo, pues bien, gracias a estos intervalos cortos de intensidad moderada estamos favoreciendo aún más la limpieza (ya que por un momento incrementamos el flujo sanguíneo de nuestros vasos).

Ya sabéis, a partir de ahora recuperación activa con estímulos moderados.

Así que… error de entrenamiento número 6: hacer toda la sesión a un ritmo muy cómodo para no cansarnos lo más mínimo. Sesiones de recuperación ineficaces.

Web Oficial
@ricardperezcom

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí