Si quieres mejorar, tendrás que esforzarte un poco… Este podría ser el resumen de la necesidad de salir de la zona de confort.
Antes de nada, veamos qué es la zona de confort, ya que este concepto se aplica también a otros terrenos externos al deporte.
La zona de confort es ese contexto en el que te sientes cómodo. Esas situaciones conocidas. Esas cosas a las que estás acostumbrado…
En el campo del entrenamiento, la zona de confort es esa intensidad a la que te sientes cómodo y que te permite resistir durante muchas horas realizando tu actividad.
Uno de los principios básicos del entrenamiento es el principio de adaptación, según el cual, tu organismo responde a los estímulos que recibe. Es decir, que gracias al entrenamiento tu cuerpo consigue adaptarse a las exigencias que le pidas.
Así pues, tras un cierto tiempo realizando tus sesiones de entrenamiento, tu cuerpo se adapta a los estímulos. Esta adaptación puede venir en forma de pérdida de peso (si estás haciendo sesiones largas de entreno), aumento de la masa muscular (si estás haciendo trabajo de gimnasio), aumento de la sudoración (si estás entrenando en climas cálidos), etc.
Siguiendo con el principio de adaptación, si a tu cuerpo siempre le mandas los mismos estímulos, la adaptación será mucho más estable, y si los estímulos son muy suaves, entonces la adaptación se convertirá en un estancamiento.
Te has quedado encerrado en tu zona de confort.
En resumen, si siempre entrenas muy cómodo, tu cuerpo se acostumbrará a estar cómodo, y le será muy difícil (y nada gratificante) salir de la zona de confort.
Por el contrario, debes tener mucho cuidado con querer salir demasiado rápido y con demasiada energía de tu zona de confort, ya que corres el riesgo de sufrir sobreentrenamiento o alguna lesión. Es decir, que si a partir de ahora realizas todas las sesiones con una intensidad mucho mayor a la que estás acostumbrado, tu cuerpo no conseguirá adaptarse a este cambio tan brusco.
Así pues, debes buscar un buen equilibrio entre mantenerte bastante parte del tiempo en tu zona de confort (calentamiento, vuelta a la calma, recuperaciones, etc) con ciertos momentos en los que sales de la zona de confort (trabajo de series, intervalos, progresiones, etc).
Aquí tienes un vídeo más que interesante de la agencia inKNOWation que explica de una manera muy original el concepto de la zona de confort.
Sal de tu zona de confort para conseguir una mejor evolución.
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