Un profesor universitario del Reino Unido ha estudiado qué canciones tienen un efecto dopante durante el entrenamiento. ¡Te explicamos cuáles son!

“No salgo a correr sin mis auriculares”. ¿Tú también eres de los que piensan así? Cada vez son más los deportistas, populares o profesionales, que entrenan con música. Rodajes o series a pie e incluso en sesiones de natación. Lo cierto es que una buena lista de canciones puede hacerte mucho más ameno un largo y solitario entrenamiento. Y esa no es su única propiedad positiva.
La música también aumenta nuestro rendimiento. Así lo confirma Costas Karageorghis, un profesor de la Universidad de Brunnel (Reino Unido) que se ha dedicado a estudiar durante más de 20 años la capacidad motivacional de la música en el deporte. Según Karageorghis, la música aumenta nuestra eficiencia energética hasta en un 3%, nuestra resistencia hasta en un 15% y reduce hasta en un 10% nuestra percepción de la fatiga.
Pero, ¿todas las canciones tienen esos efectos tan beneficiosos? Según Karageorghis, la respuesta es NO. Según el estudio, las canciones idóneas serían las que tengan un ritmo de 120 beats por minuto. Centrémonos en ejemplos más concretos: Red Hot Chilli Peppers, Queen o Madona tienen efectos dopantes, afirma el profesor.
La historia más reciente del deporte de élite demuestra que la música ayuda a rendir mejor. El nadador Michael Phelps explicó en más de una ocasión que no competía sin escuchar antes una lista de 14 canciones de Hip-Hop. Nadie ha ganado más medallas olímpicas que él, así que podemos decir con certeza que esa rutina no le funcionaba nada mal.
Fuente: Zen (El Mundo)








