Allí se descubrió a la escena internacional en 2012, y allí rozó la victoria en 2014. Albert Moreno volverá este año a Alpe d’Huez con un solo objetivo: alzarse con la corona de una prueba que se le resiste.
Un delgado triatleta de solo 22 años se enfrenta a las terribles rampas de Alpe d’Huez. Y, por sorpresa de todos, se encuentra luchando en las primeras posiciones en el sector ciclista. Eso sí, con la sensación de estar vacío y sin fuerzas. Una sensación que se confirmará sobre todo en la carrera a pie, un calvario que le llevará a meta exhausto sí, pero en la 15º posición (y 3º sub23).
El Triathlon Alpe d’Huez le cautivó y volvió en 2014, donde terminó segundo, solo superado por Todd Skipworth. “En el 2014 una sanción un poco dura me hizo perder esa victoria o por lo menos intentar disputarla al vencedor, ya que me bajé primero a la T2. Espero este 2016 llegar con la faena hecha y poder luchar por ganar” explica Albert. Una victoria que cada vez está más cerca, y que nada hace sospechar que no tenga que llegar, vista la evolución que ha tenido el triatleta de Igualada en larga distancia estos dos últimos años.
Albert está demostrando que se adapta perfectamente a las pruebas exigentes, que presentan un perfil irregular marcado por el desnivel. En esta tesitura, el Triathlon Alpe d’Huez es un perfecto banco de pruebas: “Me encanta porque es un triatlón diferente a la mayoría, un triatlón duro, donde casi compites contra uno mismo más que contra los demás. Está claro que la carrera la marcan los rivales, pero obsesionarse con alguien en esa carrera suele tener consecuencias duras” argumenta el catalán.
La dureza de la que habla Albert se muestra desde el principio, implacable, con el agua fría que recibe a los triatletas en el pantano: “No estoy seguro de como tiene que prepararse una natación como Alpe d’Huez, pero sí sé que hay que afrontarla con mucha calma. Será una natación dura para mucha gente. La sensación de que cuesta entrar en calor aparecerá y la falta de oxígeno, también”.
El agua, antesala del que para muchos es el plato fuerte del día, montarse en la bici: “Recomiendo tener mucha calma, desarrollo cómodo e intentar distraer la mente con lo que sea. Alpe d’Huez es un puerto muy duro, bonito y que si afrontas con fuerzas te puede dar muchas alegrías”.
Y para terminar, la carrera a pie, que no por ser el último obstáculo es menos importante. Especialmente en la prueba de larga distancia: “Creo que es lo que la gente más desconoce. Es un sector durísimo, para mi lo más duro de la prueba. Tres vueltas a un circuito de 7 km con bastante desnivel y a casi 2.000 metros de altitud. Un rato de asfalto y un rato de cros. Lo tiene todo para destrozar o alegrar la carrera a cualquiera”.
Sin duda, Alpe d’Huez copa gran parte del protagonismo de la carrera, pero sería injusto olvidarnos de otros muchos puntos muy espectaculares que ofrece el recorrido: “Para mi, la primera subida al Col du Grand Serre es un puerto duro, espectacular, a veces con niebla y que tiene aspecto de mítico. Y otro punto recomendable para los que les guste a jugar a ciclistas es la bajada del penúltimo puerto, una bajada para los buenos bajadores, de disfrutar muchísimo con la velocidad”.
Consejos para apuntarse desde ya en la agenda y tomar al pie de la letra. Albert Moreno intentará el próximo mes de julio llevarse para casa la corona que se le resiste y lo hará con el mismo ímpetu y carácter ganador de siempre.