El Mediterránea Traitlón de Valencia es una de las pruebas más destacadas que anualmente se celebran en la ciudad.
Si te incluyes en el grupo de triatletas debutantes (que no vienen de la natación) recuerda que pierdes mucho tiempo centrando la mirada donde no debes. Aunque en la piscina no sea un error grave, al nadar en el mar la ejecución de la brazada se complica: debemos añadirle la (posible) mala visibilidad, golpes, el nado masificado… Lo más común es estar muy pendiente de hacer bien la técnica y, por ello, se fija la mirada hacia abajo y no hacia al frente. Un aspecto clave para conseguir una brazada eficiente es minimizar la resistencia en este punto.
Y te preguntarás… ¿Qué debo hacer para no arruinar el triatlón en el agua?
Para ponernos un dorsal en triatlón se debe tener en cuenta que la natación es un deporte muy técnico. Si no se domina, lo más probable será pasarlo mal en el agua y no estar cómodo. Darán igual las indicaciones del director de la carrera y las precauciones que tome la organización. Lo primero de todo es tener bajo control la distancia y la modalidad. Aunque obvio, nunca está de mas recordarlo y remarcarlo. ¿Cómo coger confianza en el agua?
No hay nada más efectivo que alguien que domina este deporte te enseñe la técnica. Como decimos, es un deporte muy técnico porque se desarrolla en un espacio inestable y trabajarlo sólo esforzándose más y añadiendo más metros no es suficiente. Un entrenador de natación con una cámara de vídeo puede ayudar a identificar las áreas problemáticas y, partiendo de ese punto, puede enfocar los ejercicios de técnica a mejorar los puntos débiles para corregirlos.
La habilidad proviene de ejercicios de técnica: así que los debemos incorporar en cada sesión de natación. Es imprescindible que los hagamos al principio de la temporada, ya que los entrenamientos se pueden centrar sólo en este aspecto sin la presión de la preparación para una próxima carrera.
Hay dos tipos de ejercicios de técnica de natación. Uno es ponerse en posición normal en el agua para tratar de practicar los movimientos clave de la brazada. Es decir, centrarse en el movimiento de hombros y caderas: el rolido. Es recomendable ayudarse de aletas si la patada es débil, así será más fácil moverse a través del agua. El segundo tipo de rutina es de fuerza: trabajar con un solo brazo, el agarre o ejercicios de puño. El objetivo es centrarse en cómo el brazo se mueve a través del agua en relación con el resto de su cuerpo, especialmente las caderas.
Empezar pronto y nadar con frecuencia: La frecuencia es el secreto para conseguir mejor y mejorar la condición física más rápido. Sin embargo, encontrar el tiempo para aumentar su natación puede ser difícil. He aquí un truquito para dedicar más tiempo de natación en la planificación programa. Cada tres semanas durante el período de construcción de la base céntrate en la natación. Trata de conseguir en de 3 a 5 sesiones de natación durante esa semana. En las dos semanas siguientes trata de mantener del 60 al 75% de su volumen de entrenamiento de natación.
Eso significa que durante la semana clave es posible nadar cinco veces, pero puede ser que sean sesiones de 45 minutos. Durante las semanas normales nada al menos dos veces durante una hora, hora y 15 minutos, punto que permite mantener la condición física de natación en el nivel actual y centrarse esa semana en la bicicleta o en la carrera a pie.
No todo el entrenamiento de natación tiene un lugar en el agua. Puede utilizar gomas de estirar para mejorar la resistencia específica del agua y perfeccionar la técnica. Y, a partir de ahí, lo recomendable es adoptar estos ejercicios como hábito durante unos minutos cada día y, especialmente, antes de empezar a nadar para calentar los músculos.
Ejecutar bien este ejercicio supone hacer bien el agarre, el estirar, el punto final de la brazada y practicar la técnica perfecta. Completar la sesión con 50-100 repeticiones. Si quieres ir un punto más allá, puedes sacar más rendimiento haciéndolo de pie sobre un Bossu para involucrar así al tronco inferior del cuerpo.
En los meses de preparación para la prueba, visualízate relajado y sin nervios en el punto de inicio del triatlón. La mejor manera de hacer esto es imaginándose el escenario ideal como gustaría que sucediera. Pensarlo y fácilmente imaginar estar allí. La cantidad de información sensorial se puede construir en la sensación del agua o el sonido de los espectadores. Es una buena idea tener en cuenta algunas cosas malas, como ser expulsado o perder las gafas. Pero no por ello perder el control, sino utilizar la respiración para mantener la calma y tratar de manejar la situación.
Si tomas nota de estos tres pasos no aseguramos que no pueda suceder cualquier incidente el día D; pero hay una gran probabilidad de que, ocurra lo que ocurra, podrás manejar la situación con calma. Recuerda que el triatlón es un esfuerzo voluntario, no una obligación. Si estás al pie del cañón el día de la carrera es que estás preparado para el desafío y para disfrutar del día. Porque si no… ¿para qué?
Foto: valencia113.com
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