Es probable que a lo largo de los años, especialmente en los inicios, uno oiga teorías sobre la carrera a pie que nos creemos y seguimos al dedillo. Pero algunas no dejan de ser leyendas urbanas. Repasamos 5 ejemplos

1. En algún momento de toda carrera te sentirás bien. No, aunque no lo queramos, hay pruebas donde las sensaciones son siempre malas. Dificultades al respirar, piernas pesadas… A veces es por motivos evidentes (mala hidratación, falta de sueño, algún exceso la noche anterior, haber comido demasiado tarde…) pero, otras veces, no hay razón aparente que nos lleve a ello. Pero ocurre igual. Y lo mejor es pasarlo lo mejor posible y olvidarlo rápido. Ya vendrán pruebas mejores.

2. Corre como en una cinta. No cabe duda que la cinta de correr es una buena opción para entrenar si las condiciones climatológicas en el exterior no acompañan. Pero el tiempo debe ser muy malo para no salir fuera. Muchos corredores prefieren correr con lluvia, nieve, humedad y viento antes que ponerse a hacerlo en una cinta. Y es que realmente las sensaciones sobre una cinta son normalmente bastante malas: es difícil controlar la técnica de carrera y el ritmo y algunas partes del cuerpo se pueden ver resentidas.

3. Vas a perder una tonelada de peso. Si bien no cabe duda que correr es un buen sistema para perder peso, también está claro que no hace milagros. Además, muchas veces los entrenos duros nos llevan a tener mucha hambre, algo que si no controlamos nos puede pasar factura. A menos que seas consciente del consumo de alimentos, los kilos no necesariamente caerán de forma automática simplemente porque se corre.

4. Es el único ejercicio que necesitas. Muchas veces, innumerables lesiones que sufren los corredores vienen provocadas por un insuficiente o nulo trabajo en cuanto a movilidad y fuerza. No es bueno que el cuerpo repita una y otra vez el mismo movimiento, sin cambios y sin que le ayudemos reforzándolo con ejercicios específicos. Pueden provocarse importantes desequilibrios musculares y lesiones. Alternar deportes siempre es muy positivo así como practicar ejercicios de fuerza.

5. Es malo para las rodillas. Es malo una posición incorrecta en nuestra postura al correr, pero no el hecho de correr en sí mismo. Si las rodillas están en buen estado pero notamos molestias o dolor de forma más o menos permanente, es que debemos pasar una revisión para detectar si hay algún posible problema. La práctica regular de los ya comentados movimientos de fuerza específicos, así como pasar por el podólogo y el fisioterapeuta son soluciones habituales que pueden solventar el problema. Y, por último, no olvidemos que no todas las superficies son iguales, de modo que el asfalto siempre castigará más al cuerpo que superficies más blandas.

Fuente: Fit Bottomed Girls

jbfvjnfvknjbt