Hay muchos factores que favorecen la aparición de lesiones en los deportes en general. Una mala técnica, una falta de desarrollo muscular, una falta de elasticidad, una mala nutrición, una mala hidratación….. pero en este artículo nos vamos a centrar solamente en lesiones propias de la natación y qué hacer para prevenirlas o tratarlas en una fase temprana y leve.
La mayoría de este tipo de lesiones son de tejidos blandos ( tejidos como músculos, tendones, ligamentos….) provocados por sobrecargas durante los gestos técnicos. Esta sobrecarga ocurre por la aplicación de una fuerza excesiva en el tejido, que normalmente se suele lesionar más por micro-traumatismos acumulados durante un largo tiempo, que por una sola fuerza aislada.
En el artículo se va a examinar cinco lesiones principales, aunque dos de ellas las vamos a valorar de manera conjunta ( dos visiones del hombro del nadador, la lumbalgia, la cervicalgia y la rodilla del nadador). El hombro del nadador lo separamos en dos partes, en primera por ser la lesión más frecuente (un 60% de las lesiones) y además porque la incidencia de las lesiones vienen por dos partes diferenciadas, problemas propios de la zona y problemas de estabilidad escapulotorácica.
Este término agrupa una multitud de condiciones que provocan dolor en el hombro al nadar.
Esta lesión, en la mayoría de los casos, se produce por un compromiso o pinzamiento de uno o varios tendones del manguito de los rotadores ( frecuentemente del musculo supraespinoso o del tendón de la porción larga del bíceps). Este pinzamiento se puede producir porque en la articulación del hombro existe poco espacio entre la porción superior del húmero y el acromion (parte de la escapula situada en la zona superior de la articulación del hombro o glenohumeral) y por una anormal posición de la misma, ya sea por una técnica inadecuada, debilidad, rigidez o incluso un exceso de laxitud. Especialmente al situar la mano por encima de la cabeza en rotación interna, que es la posición de entrada de la mano al nadar en crol, mariposa y espalda. Y sobre todo se produce ese pinzamiento al ejercer una fuerza en el inicio de la brazada.
Aunque parezca que todo se pone en contra para tener un hombro sano, es poco probable que ocurra pinzamiento solo por la colocación del brazo. Entran en juego factores tales como la debilidad, rigidez, desequilibrios, fatiga…. básicamente inestabilidad.
+Factores propios del hombro:
+Factores escapulotoracicos:
+Factores no propios del hombro:
Reforzar la musculatura tanto rotadora interna como rotadora externa para equilibrar fuerzas y mantener un mejor tono muscular y de esa manera evitar una fatiga más temprana ya que se ha demostrado que previene de lesiones en el hombro.
–Estabilización escapular:
Una mejor estabilización escapular provoca un mejor apoyo y sinergia de la musculatura propia del hombro, con lo que mejora el complejo tórax-escapula-brazo para un mejor control y un aumento de la fuerza.
–Core:
La estabilización escapular no es posible si no hay un buen sistema de Core para dar estabilidad al complejo y una mejor posición corporal.
–Trabajo neuromuscular:
Trabajar las sinergias entre todos estos complejos e integrarlos dentro de una estabilidad corporal global, además de crear patrones de movimiento de calidad.
–Corrección postural:
Posturas cifóticas con enrrollamiento de hombro y rotación interna humeral son susceptibles de lesiones de hombro y lesiones en columna.
–Corrección técnica(errores más frecuentes a evitar en estilo crol):
Retracción de hombros en rotación externa (imagen 1): manos delante y ligera separación con una goma, llevar las manos en sentido contrario poniendo en tensión la goma.
La Y (imagen 2): con gomas delante del cuerpo, vamos a llevar las manos hacia arriba con una cierta apertura, consiguiendo formar con los brazos y el cuerpo la imagen de una Y.
Rotación con pelota en pared (imagen 3): éste es un ejercicio de estabilización y propiocepción, que realizaremos con una pelota en la mano contra la pared para hacer giros en diferentes sentidos delante o lateralmente.
Durmiente (imagen 4): estirado de lado en el suelo, con el brazo por delante y codo a 90º, llevar la mano al suelo realizando una rotación interna. Mejora la movilidad en este movimiento que suele estar muy limitado en natación. Se puede realizar también llevando una toalla a la espalda y el brazo que queremos estirar coge la toalla por debajo y el otro brazo por encima, con lo que va a realizar una tensión de la misma para estirar toda la zona.
Una de las lesiones más frecuentes del tren inferior es la rodilla del bracista. Es en realidad un esguince o distensión de ligamento lateral interno o medial y suele ser por una combinación de sobrecarga, debilidad y falta de flexibilidad de la zona interna de la rodilla. Un 75% de los bracistas y un 27% de todos los nadadores sufren alguna vez este dolor en la rodilla.
Durante la patada de braza, las piernas se extienden rápidamente y rotan hacia el exterior. Aunque esta posición coloca los pies óptima mente para generar propulsión, también somete a una gran estrés a la parte interna de la rodilla, al juntarse las piernas con energía durante el batido.
A medida que la edad, el volumen y la intensidad del entrenamiento aumenta también lo hace el riesgo de sufrir esta lesión. Una patada que se dirija directamente hacia atrás someterá a menos estrés a la cara interna de la rodilla.
El desarrollar fuerza, resistencia muscular y flexibilidad en las piernas, especialmente en la musculatura de la cadera o rodilla, puede prevenir lesiones del tren inferior, como la rodilla del bracista. Como siempre, una regla muy importante es que si con los ejercicios el dolor aumenta, mejor parar los ejercicios y empezar tratamiento de la rodilla con profesionales.
Patada con goma elástica (imagen 5): se pueden realizar todos los ejercicios posibles, de flexión, extensión, abducción, aducción…..además podemos complicar el ejercicio poniendo un plano inestable debajo de la pierna de apoyo.
Como ya hemos dicho en el hombro del nadador, la estabilidad de la zona media es esencial en cualquier programa de prevención de lesiones, ya que es la zona de donde parte la fuerza y la estabilidad.
Esta lesión se suele producir más en nadadores de braza o mariposa por la ondulación que tiene que realizar la zona, en triatletas o nadadores de aguas abiertas también se suele dar por la posición arqueada al tener que sacar la cabeza del agua para orientarse.
Levantamiento contra lateral (imagen 6): en posición prona ( estirado bocabajo) o en cuadrupedia, levantar brazo y pierna contralateral.
No hemos hablado de los problemas de la zona cervical en relación con el hombro del nadador, pero tienen una relación estrecha. Ya que si existe una alteración en el movimiento, van a sufrir ambas estructuras. Por ejemplo, si hay un problema escapulotoracico en el hombro, probablemente habrá dolor en la región cervical.
Además, la respiración unilateral, elevar demasiado la cabeza al orientarse en aguas abiertas o una mala técnica son las formas más habituales de presentar más pronto o más tarde algún tipo de dolor a nivel cervical. Sin hablar del hecho de ya haber sufrido o estar sufriendo algún dolor en hombro o columna, que siendo así, no hay duda que si no se mejora el estado de la zona, va a aparecer algún tipo de lesión o dolor.
Se deben realizar los indicados para el hombro del nadador y además:
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