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Mañana domingo es la cita que muchísimos deportistas tienen marcada en su agenda para participar en la más multitudinaria de las triatlones de ámbito nacional, la Garmin Barcelona Triathlon.
Una prueba que muchos detestan y otros veneran pero que obviamente no deja indiferente a nadie y el gran número de inscripciones avalan, más allá de cualquier opinión, una prueba que ya marca la diferencia en el panorama nacional y europeo.
Hemos estado las horas previas en la Exposición empapando del ambiente y hablando en primera persona con muchos de los miembros de la comunidad triatlética, tanto organizadores como marcas y, lo más importante, los participantes.
Nos hemos encontrado con diferentes perfiles de triatletas entre los que destacan deportistas de otras disciplinas que debutan en Barcelona con muchísima ilusión y ganas y que preparan esta cita con entusiasmo. Nos comentan que tienen ese miedo escénico tan maravilloso del debutante y que, personalmente, añoro después del paso de los años y las pruebas. Contagian alegría, indiferentemente de la versión elegida. Super sprint, sprint, Olímpica o sus versiones de relevos.
También hemos podido conversar con deportistas que aprovechan un fin de semana de turismo deportivo, como dice nuestro admirado amigo Xavi Llobet, Triatlón y Turismo. Un tándem que la organización de la Garmin potencia como ningún otro evento. Sin duda, el escaparate de una maravillosa ciudad como es Barcelona, es aval de un exito internacional asegurado.
Otro perfil es el del triatleta, ya con cierta experiencia, que cierra la temporada en Barcelona. Generalmente deportistas de la ciudad o sus alrededores, muy animados por correr en casa, en la ciudad en la que entrenan habitualmente con las dificultades del tránsito y la polución y que ven en la Garmin una oportunidad única de “mandar” en la ciudad.
Todos ellos coinciden en una crítica común al evento y que es obvia. El precio de las inscripciones que rondaban los 60€ según la modalidad. Casi el doble de una competición de iguales características en el calendario triatlético. Incluso así, la Garmin ha hecho un lleno histórico así que las quejas han quedado en eso, en una anécdota o una pataleta que se ha solucionado con un lleno hasta la bandera. Mañana Barcelona será inundada por un deporte que crece, que se sabe importante y que poco a poco está calando en la masa social y deportiva. Sin duda la organización de la Barcelona Triathlon lo sabe y hace un buen uso del momento a la par que cumple una grandísima función de difusión y “formativa” entre la cultura deportiva de nuestro país.
Los organizadores saben que el precio se dispara pero nos comentan que “paralizar” una parte tan vital y turística de una ciudad como Barcelona y asegurarse la presencia de medios suficientes que garanticen la seguridad y tranquilidad de los participantes tiene un coste elevadísimo que dicen no poder costear de otro modo que en la cuota. La explicación tiene su lógica y, como hemos visto, muchos deportistas dispuestos a pagarla.
Te guste o la odies, está claro que la Garmin Barcelona Triathlon es un éxito, tanto a nivel de participación como mediático. Sin duda vamos a poder ver un amplio reportaje en la carísima franja televisiva y todos los medios deportivos, en los que el triatlón raramente tiene su mínimo espacio, van a hablar mañana del triatlón en Mayúsculas. Y eso, al margen de otras críticas, es algo loable bajo mi punto de vista.
Amigos triATLETAS, compitan mañana o no en Barcelona, el maravilloso circo de nuestro deporte invade la Ciudad Condal y nosotros vamos a estar ahí para explicarlo.
HABEMUS TRIATLÓN
