El francés abre su corazón para explicar los cambios que vive en su vida deportiva, desvela los planes para 2025 y los dos escenarios donde quiere triunfar antes de retirarse.
Vincent Luis ha sido uno de las leyendas de la distancia corta y una vez cerrada esta etapa, el galo quiere erigirse en uno de los tótems de la media distancia y del circuito T100 este 2025 antes de intentar su último gran objetivo de su carrera deportiva. Kona.
Del adiós a la distancia olímpica, de cómo se fraguó su aterrizaje en T100, de su calendario de la temporada, la elección de entrenador, los ajustes que ha tenido que hacer en sus entrenamientos para adaptarse a la nueva categoría y de los dos sueños que le quedan por cumplir ha hablado Luis en el podcast Grit Grind Girona de Trithlon Inside.
La polémica de su no elección para los Juegos Olímpicos de París empañó la despedida de un Vincent Luis que como demostró en las Series Mundiales de Weihai (5º) y en la Gran Final de Torremolinos (8º) tenía lo suficiente para mantenerse en la élite. No obstante, con la calma que aporta el tiempo y la certeza absoluta de “haber acabado con la distancia”, el galo ha reconocido “No tener ya la velocidad” y acepta sin remilgos sus limitaciones “No creo que pudiera ganar carreras nunca más. Los chicos son demasiado rápidos para mí. Sé que era hora de seguir adelante”.
Eso sí, dispara sin reparos una última pulla hacia su Federación “Hubiese obtenido mejor resultado que un 27º lugar en los JJOO” en referencia a la posición de Dorian Coninx, el último de sus compatriotas.
En el caso de Luis seguir adelante se ha traducido en apostar por T100 para 2025. Un fichaje que se tanteo en pleno curso cuando se le insinuó recibir una Wildcard, se urdió en Dubái y se terminó de gestar la segunda semana de diciembre cuando el francés le dijo a su agente que iba a “firmar por ellos con total seguridad”.
Un contrato por el que Luis peleó al confirmar que dejó caer su interés a los responsables de T100, pero en el que siempre puso por delante dos condiciones: respetar a los triatletas de 2024 y aportar un plus. “No quería quitarle el puesto a otro y no quería ir a un sitio cuando no estaba en forma y todo eso. Y luego quiero estar a la altura con lo que puedo aportar. Creo que puedo intentar que la dinámica de la carrera sea un poco diferente y poner algo más” ha explicado el triatleta.
De esta forma el circuito T100 conformará el eje central de una temporada para la que ya tiene el calendario diseñado y tiene muy claro en qué eventos quiere estar y en cuáles no. Su estreno se producirá en Singapur la primera semana de abril, mientras que hará “todo lo posible” por estar en Fréjus en junio. En cambio, todo apunta a que esquivará San Francisco y Vancouver al ser “demasiado frías y estar demasiado lejos” para su gusto.
Sin embargo, estas no serán las únicas pruebas en su horizonte, pues tal y como ha recordado está clasificado para el Mundial Ironman 70.3. de Marbella y quiere estar en la cita, igual que quiere hacer su debut en un full distance. A pesar de todos esos planes, Luis es consciente de que el que mucho abarca, poco aprieta. “Elegir es perder. Así que en algún momento tendré que tomar la decisión correcta. Y creo que meter los dedos en demasiadas ollas puede terminar muy mal en una temporada que ya está llena así”.
Un cambio de “vida” en el que continuará ligado a Joel Filliol, su entrenador durante los últimos siete años. Una decisión para la tres han sido los factores determinantes: compartir residencia en Girona, el compromiso 100% durante 2-3 de Filliol y la confianza ya creada.
Tal y como ha desvelado el propio Vincent Luis, Filliol no ha sido el único nombre que ha barajado y ha mostrado interés por técnicos como Dan Lorang o Philipp Seipp. Sin embargo, además de cierto compromiso exclusivo que sí le podía garantizar Filliol, el galo no quería un “entrenador online” algo que iba a suceder irremediablemente con los otros candidatos y por encima de todo, en una trayectoria más cercana a su fin que a su principio, junto al canadiense tiene forjado “un equilibrio y una confianza que le llevaría mínimo dos años construir de nuevo”. Demasiado en su lucha contra el tiempo.
Ambos navegan en el cambio de rutinas y horarios después de casi dos décadas que supone el salto de corta a media distancia. Unas modificaciones que implican pasar de “nadar seis veces a la semana a cuatro”, rodar objetivamente “entre 16 y 18 horas a la semana” y correr “semanas de tres dígitos”.
Pero si hay un aspecto que capta toda su atención es la bicicleta de contrarreloj y el segmento de bicicleta, su gran punto débil. Según desvela Luis le faltan “de 20 a 30 vatios”. Una búsqueda de potencia para la que ya está trabajando en el túnel del viento donde espera reducir como mínimo a la mitad dicho déficit.
Concretamente lo ha hecho en el túnel del viento de Silverstone de la mano de Matt Bottrill. Todo un especialista en la materia que está detrás de los récords de la hora de Victor Campenaerts (2019) y Filippo Ganna (2022) y con el que ha pasado 4 días. Una estancia donde Luis tenía claras sus metas “quiero ser rápido en la bici sí, pero quiero correr rápido también” y de cuya experiencia ha salido totalmente satisfecho “Hemos probado un montón de cosas, he aprendido muchos trucos y el paso por el túnel del viento ha sido un completo éxito para mí”.
Casi un trimestre es el tiempo que tiene para acabar de ajustarse a la ‘cabra’ antes de verse en el pontón de salida de T100 Singapur. Un evento que preparará en Dubái. “Mi plan es ir un mes antes, para asegurarse de que pasé tres semanas allí y un fin de semana Singapur.” Las similitudes climáticas de la capital del, las posibilidades que ofrece la ciudad emiratí para salir con la bicicleta de contrarreloj han decantado la balanza a su favor siempre con la mente puesta en el debut: “El objetivo es tener una gran primera carrera para establecerme bien en T100. Así que el ritmo y estar adaptado al calor va a ser muy importante”.
El de Vincent Luis será un debut veterano en un campo donde la juventud cada vez es más precoz. Pero no por ello el francés se achanta o tacha sueños aun cuando su retiro ya tiene fecha. De hecho, está todavía más convencido de ir a por ellos. Así lo demuestra su intención y sueño de “ganar en Kona una vez en la vida”.
“Tengo 35 años y haré 36 en cinco meses. Nunca he participado en un full distance y, para ser honesto, me quedan tres años más como máximo en el triatlón. Así que yo quiero tener mi oportunidad en Kona y quiero prepararlo de la mejor manera que pueda”.
Una preparación que se traduce en probarse esta temporada en un full distance para buscar el curso que viene el slot para Kona 2026. Y el francés tiene claro donde le gustaría que se produjera ese hecho: “Siempre he sido un gran fan de Roth y mi padre lo corrió en 2005. Así que sería increíble que mi primera vez pudiera ser ahí 20 años después”.
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