Una semana después de un comienzo de temporada ‘loco’ el belga ha expuesto todos sus sucesos acontecidos antes de firmar sendos podios en Sudáfrica y Singapur.
Llegar a destino, subir al cajón en la primera prueba del año y encadenar un segundo podio en el segundo evento en un lapso de una semana suena a comienzo idílico y previsto para uno de los grandes favoritos. Sin embargo, nadie conoce lo infernal del mismo hasta que no se conoce la intrahistoria que se esconde tras ello. Lo cierto es que lo sucedido con Marten Van Riel ha sido una pesadilla de la cual ha salido ‘vivo’ vestida públicamente de sueño perfecto.
Tanto es así que su extraordinario rendimiento en Ironman Sudáfrica y T100 Singapur solo se explica a través de su fortaleza mental y un físico resistente pese a estar completamente condicionado.
DE SUDÁFRICA A SINGAPUR: UN VIA CRUCIS CON INESPERADO FINAL FELIZ
Ahora sabemos que Van Riel sufrió un auténtico calvario que comenzó con una intoxicación alimenticia al poco de aterrizar a Port Elizabeth y le dejó insomne e incapaz de ingerir y digerir cualquier tipo de hidratación o nutrición hasta unas horas antes de tomar la salida en Ironman Sudáfrica. Una start line a la que llegó “sintiéndose al 100% pero realmente no al 100%”.
Algo que no obstante, no le impidió firmar un “inicio de carrera perfecto” en las embravecidas aguas y que continuó en un segmento ciclista en la que apostó por dejar ir a Jonas Schomburg consciente de su reputación de “Fly and die”. Tanto es así que tras la transición del alemán y su brutal arranque sobre la bici confiesa pensó “No creo que Jonas sepa que está haciendo un Ironman y no un triatlón sprint”. Pero en la que admite falló y finiquitó sus opciones al triunfo tras intentar seguir a Magnus Ditlev después de verse por el danés, al que tilda de rodar como un madman.
La segunda posición aquel día después de pelearla con un Schomburg en la que ambos estaban “completamente fritos” fue un “alivio después de todo lo sucedido” y aparentemente el fin de las catastróficas desdichas antes de emprender vuelo a Singapur donde comprobó que aquello era más un deseo que una realidad en la que primero problemas logísticos, un control antidoping eterno y después la pérdida de sus botellines volvían a poner en jaque su actuación en la que ya antes de ponerse en acción “No creía que pudiera subir al podio. Esperaba un quinto o sexto puesto en un buen día”. Sin embargo, obtuvo mucho más.

“APAGO AL REALISTA PARA ENCENDER AL DELIRANTE QUE CREE QUE PUEDE GANAR SIEMPRE”
Entonces, ¿cómo explica su tercera posición en Singapur y la segunda en Sudáfrica? A base de la construcción de una mente de hierro.
“No sé cómo explicarlo, pero algo en mí sigue creyendo que puedo ganar una carrera. Cuando estoy en la línea de salida, siempre creo que puedo ganar una carrera. Y creo que eso es lo bueno cuando tantas cosas van mal, que tengo ese pequeño botón en mí que me permite cambiar de chip” comenta y se explaya para entender y profundizar en la secuencia y transformación que se produce en su cabeza “Apago a ese deportista realista que va a por el quinto sexto puesto y enciendo al tipo tal vez delirante que cree que aún puede ganar la carrera”. Y sentencia “si lo crees, puedes hacerlo”. Una última afirmación que se suma a la doctrina que los últimos tiempos abrazan Lionel Sanders o Sam Long.
“ESTOY MUY ORGULLOSO CON MIS RESULTADOS, PERO NO LO RECOMENDARÍA”
Quizá lo más sorprendente de la doble actuación de Van Riel en un plazo de siete días no haya sido tanto el resultado que también, sino los plazos. Lograr concatenar exitosamente un Ironman y un evento T100 de forma tan solapada menos de un año después de saltar definitivamente de la distancia olímpica a la media y larga distancia. Algo de lo que se ha mostrado “realmente encantado” y confiesa “Para ser sincero, probablemente habría firmado ese resultado antes”.
La dificultad de lo cosechado por el belga es de tal magnitud que incluso ese doble podio ha sobrepasado en la balanza a su mentalidad exclusivamente ganadora “Es muy difícil para mí estar satisfecho con los resultados de mis carreras, pero creo que de este puedo estar muy orgulloso”.
Una satisfacción no reñida con la objetividad física “No recomendaría hacer primero un Ironman y luego una carrera de T100 la semana después. Pero tengo que decir que probablemente, en sí, no fue tan malo como esperaba”. Un pensamiento que se alinea con el de Marta Sánchez – quien cumplió con idéntico calendario – y que como bien dijo Arnau Pericas “únicamente los que han hecho un Ironman – T100 seguidos en una semana saben lo difícil que es rendir en ambos“.
UN INCONFORMISTA VAN RIEL YA PIENSA EN SUS SIGUIENTES OBJETIVOS
“Creo que estas dos semanas me preparan para una muy buena temporada 2025. Tengo mi billete de Niza y tengo una primera puntuación realmente buena en T100. Así que estoy emocionado con eso” ha valorado el triatleta sobre su arranque.
Con ese 2º-3º en el bolsillo, Van Riel ya tiene planificado sus siguientes movimientos, unos que pasan primero por el regreso a Bélgica donde realizará diversos tests aerodinámicos con Santini antes de volar a Sierra Nevada donde procederá su siguiente training camp en altitud con el propósito específico de encontrar ganancias marginales para mejorar su rendimiento en sus dos próximos grandes objetivos: T100 San Franciscos y T100 Vancouver.