“La ultradistancia ha llegado a mi vida, y lo ha hecho para quedarse”. La emocionante historia de Chantal, Finisher del Ultraman KOA-515.

La verdad no sé muy bien cuando empecé a preparar esta aventura. Quizá fuese allá por mayo del 2022 cuando le escribí un email al organizador de la prueba, David Baldoví, y en un “post data” y con la boca pequeña le comunique que el dorsal #46 de KOA estaría en la línea de salida del 257 (medio ultraman) y 515 en 2023.

O quizá fuese en septiembre cuando participé en el 2º medio ultraman del año (tercero de mi palmares) y a enfocar todos los entrenes de cara a esta prueba. Aunque de manera “Oficial” fue el 1 de octubre cuando abrieron inscripciones y yo, con toda mi ansia, me inscribí a las 2 pruebas (koa 257 y 515). Después ya le solté la “bombita” a mi entrenador, Jose Acosta, quien tras de unos cuentos años llevándome ya me conoce y no le sorprendió la “patinada de neurona” que me había pegado.

La prueba de la que os hablo, KOA 515 ULTRAMAN, consiste en:

  • Día 1: 10km de natacion en aguas abiertas + 150km de ciclismo de carreteras con +1750m de desnivel
  • Día 2: 280km de ciclismo de carretera con +3550m de desnivel
  • Día 3: 84km de carrera a pie, sí, la equivalencia a 2 maratones.

Para ello tienes 12h cada día para cumplir la etapa. Tráfico abierto, siguiendo el track de cada recorrido y custodiado con tu coche de equipo de apoyo.

Y ya puestos en contexto, vamos a dividir este artículo en 3 partes: “La previa”, los meses de preparación; “La prueba”, como transcurrió y me sentí en cada día del ultraman; y “la resaca”, los días posteriores.

Preparen palomitas y bebida, que “la película es larga”.

LA PREVIA


Arrancamos en septiembre, en realidad comienzo a escribir mi diario de este “Camino a KOA515” un 17 de agosto, 9 meses por delante de preparación, el equivalente a 39-40 semanas.

Cuando empecé y me mentalicé de la decisión que había tomado, era consciente de que iba a “doler”, que habría semanas en las que viviría en el cansancio, días que salir de la cama supondría todo un reto. Entrenamientos que se harían un mundo y me entrarían ganas de tirar la toalla.

También sabía que iba a suponer decir “No” a muchos otros planes deportivos o personales, que iba a tener que dejar de lado muchas cosas, que cuando llegasen los fines de semana de tirada larga en bici no iba a llegar a ninguna comida familiar o de amigos… pero, sobre todo, que me tenía que mantener super focus en el objetivo.

Durante estos meses he metido alguna prueba de media distancia secundaria como el Cto de España de Duatlón de LD en Híjar y ZuiaDu que al final no pude ir; y otras de distancia sprint y supersprint para competir con mi club en Liga de clubes.

Sabía que iba a suponer decir “No” a muchos otros planes deportivos o personales, que iba a tener que dejar de lado muchas cosas.

Pero sorprendentemente, han sido meses super bonitos, en los que he disfrutado muchísimo de la preparación, de cada entrenamiento, de la soledad del deportista de larga distancia.
Hasta al aroma a cloro como olor corporal permanente le he cogido el gusto.
Los madrugones para estar entrenando antes de las 6am y a las 8am ya estar en el trabajo, el comer a todas horas.
Aprovechar las semanas de vacaciones escolares para meter semanas de más de 30h de entrenamiento. Meses en los que, a pesar de entrenar para larga, me he encontrado y sentido más fuerte que nunca, con energía, y mejorando MP incluso en 5K.

Pero llegó el día que ningún deportista quiere que llegue, y menos a escasas semanas del objetivo. A 8 semanas de KOA, y 3 días antes de ZuiaDu me lesiono. Un dolor muy fuerte en el pie derecho que me imposibilita apoyar. Por lo que me toca descartar participar en este duatlón.

Al principio pensamos que era una inflamación de los tendones y musculatura extensora, pero tras 2 semanas sin remitir con tratamiento fisioterapeuta y sin correr, decidimos hacer resonancia y sale la sorpresa: “fractura en el 2º meta”.  Toca parar: ni bici, ni nadar, ni fuerza. Y meter 3 semanas de muletas y descarga del pie. Ya solo quedan 10 días para KOA257, mi “niña bonita”, la que me toca vivir desde la barrera. Y 5 semanas para KOA515, de las cuales 3 van a ser con muletas.

Se vienen semanas complicadas. Enseguida se lo comunico a mi equipo de apoyo, Adri y Rubén, y a David, quienes desde el primer momento han confiado en mí. Sus palabras: “LLEGAMOS, hay trabajo, hay ilusión… LLEGAMOS”.

Lo hablo también con Jose y con Marco (nutri), y diseñan una estrategia para mantener al máximo las adaptaciones: Saunas, hiit en skierg, fuerza a piñón, carrera acuática, suplementación… y yo, FOCUS. CON MÁS GANAS, FUERZA E ILUSIÓN QUE NUNCA.

A 10 días me retiran muletas, ya puedo nadar sin pull y meter estilos. También empezar a meter bici suave y probar, controlar que no haya inflamación de la zona y sobre todo sin dolor. Con la suerte de que el primer día que salgo a mover patas 1h, a 300m de casa un coche se me lleva por delante. Por suerte, 4 moratones y 2 rascadas.

A 7 días metemos la última tirada larga de bici, 7h. Y la de natación 6000m. Correr nada de nada.

Ese mismo lunes (el viernes empieza KOA515), mi fisio me da “luz verde” para empezar a trotar y probar que tal… mi contestación: “Albert, no voy a probar nada, me la juego a los 84k del domingo y que sea lo que Dios quiera”. (Aviso a navegantes: no hagan esto en sus casas, bajo ningún concepto).

Pasamos semana típica de Tappering, de las que odio, pero esta pasa diferente y ni me entero.

LA PRUEBA


Jueves 18, por la tarde me reúno con mi equipo de apoyo: Adri (dorsal #33, con 2 ultras ya en su cuerpo y varios medios) y Rubén Otero (dorsal #45, 4 ultras en su cuerpo, Everesting…). Ambos han estado desde el primer momento apoyándome y animándome, dándome sus consejos y confiando en mí. Son amigos, son “familia”, y no han querido vivir conmigo esta aventura.

A las 19h es el evento inaugural de la prueba, donde se presenta a los participantes, nos dan todo el pack de suplementación (keepgoing, gracias por todo y por tanto), la bolsa del deportista; y se explica toda la prueba. El evento finaliza con una cena fría que aprovechamos para intercambiar opiniones entre participantes, equipos de apoyo… etc. Por cierto, somos 5 participantes, ¡4 chicos y yo!

KOA Distance 515
Dorsal 46 – Chantal Pitarch Moros

Viernes 19: Día 1, 10km natación + 150km ciclismo


Llegamos a zona de salida sobre las 7:15am. Ha habido tormenta por la noche y el mar esta revuelto. Muy revuelto. Y conforme van pasando los minutos va a peor.

Dejamos la bici preparada, mi equipo tiene el avituallamiento de la natación, y todas las indicaciones. Empiezo a ponerme el neopreno y a dejarme lista. Hay mucho ruido, demasiado. Me siento en un banco del paseo y me evado unos minutos, intento calmarme.

Son las 8am, nos juntamos todos los participantes y hacemos el rezo de inicio. Mi dorsal es el más bajo, por lo que salgo la primera. Después salen los demás participantes con un intervalo de 30”.

“Dorsal #46, Chantal Pitarch, 3, 2, 1…” Y allá que voy. ¡Madre mía que olas!, se me hace bastante imposible empezar a nadar. Si las intento esquivar por debajo me revuelcan, si me quedo de pie, me arrastran… están pegando fuerte.

Por fin logro pasar el tramo de olas y empiezo a nadar, hablándome muy positivo y con calma. Llego a primera boya, giro y tiro millas en la horizontal a la playa. Son 4 vueltas de 2,5km y hay que salir a la arena en cada vuelta.

El nado horizontal es más calmado, pero es un continuo vaivén y las pequeñas olas pegándome en la cara… ¿Dónde están las boyas?… no veo ninguna boya y tendrían que haber 4-5. El reloj ya me ha pitado hace rato los 1000m y tendría que girar. Entonces desde embarcación me dicen que gire ya, que las boyas se han ido por el oleaje y que van a intentar ponerlas.

Pues nada, media vuelta y a completar la 1º vuelta. Es imposible coger referencias de boyas, así que me fijo en las grúas del puerto. Me cruzo con los otros participantes y a la que me doy cuenta ya estoy para encarar a la playa. Por Dios, salir se vuelve a hacer imposible… igual que las olas te sacan, el mar de fondo te succiona hacia dentro. “¿En serio?, no podía salir un mar calmado y plato, ¿verdad? ¡No! Pues 10km así… vamos listos. En fin, con calma Chantal, no te agobies e intenta disfrutar”.

1 vuelta, 2 vueltas y ya llevamos la mitad… las boyas cada vez están en un sitio y voy loca, pero sigo en cabeza de carrera. 3º vuelta con avituallamiento, y por fin inicio la 4º y última vuelta. “¡10km! Pues tampoco ha sido para tanto. Lo tenemos. ¡¡A por la bici!!”. Al final, y pese a que me cueste reconocerlo (Alex, te vas a reír), lo he disfrutado. Salgo en 2º posición del agua, estoy contenta, aunque sé que en bici me van a pasar como aviones. Pero no me preocupa, yo a la mía y a hacer mi carrera.

La transición es bastante peculiar: en medio del paseo marítimo, cambiándome debajo de un poncho… mi equipo dándome la ropa de ciclismo, y mientras engullo un sándwich. Estoy lista, pillo la cabra y a rodar. Los primeros 30km son completamente llanos y se puede rodar rápido con la cabra. Me encuentro a gusto y me siento bien pedaleando. Llegamos al punto de cambio de bici… y al poco empieza el 1º puerto, LA FRONTERA. Un puerto corto, de 4’5-5km con el asfalto bastante roto, gravilla, sin una sombra y con rampones del 17%, donde los descansos son al 11%. No se me hace duro. Este puerto me gusta, es exigente y te pone a prueba, cadencia y p’arriba. Mi equipo no para de animarme, de hacerme fotos y correr a mi lado. CORONAMOS.

Descendemos Garbi y Oronet por cara norte, y nos dirigimos hacia Segorbe para subir el 2º puerto. Estoy en casa. Podría hacer este recorrido con los ojos cerrados.

Poco antes de llegar a Segorbe David me alcanza, me extraña que haya tardado tanto. Va como un tiro… “Por Dios, que alguien le apague el motor a ese tío”.  Iniciamos ascenso al 2º puerto, y allí están todos los voluntarios y equipo de apoyo de David y mío, todos amigos. Todos OHANA.

Empieza a chispear, ¡no me lo puedo creer! ¡Hace justo una semana aquí me cayó la universal!

El pico del Agila es un puerto de unos 10km, muy tendido y llevadero. Es precioso. Pero más bonito es la bajada a Gatova, muy frondosa con curvas visibles, lo malo que el asfalto esta mojado y no se puede arriesgar.

La furgo de Adri (dorsal #91) esta continuamente adelantándome, por lo que Adri debe estar cerca y en breve me pasará. Lo normal, vaya. Yo me sigo encontrando bien: la cabeza está centrada, el estómago sigue asimilando bien, y las patas ligeras.

Tramo de llaneo, y llegamos a Canteras de Bétera (como odio este tramo, no de ahora, de siempre), 4-5km de picar para arriba, con algún rampón, pero que te rompe las patas. “Con calma Chantal, ya es la última subida, y luego todo p’abajo hasta la playa”.

Los últimos 25km son llanos y pican para abajo, me acoplo en la de ruta y a tirarle. Mi equipo me dice que voy demasiado fuerte, que guarde piernas para mañana, que hoy entro de sobra… pero yo me encuentro bien. Y todavía hay 2 participantes que no me han adelantado, y no quiero que lo hagan. Voy fuerte, pero guardando.

Llegamos a meta de 1er día, 3º posición.

3h02’ para los 10km + 6h11’ para los 150km con +1750m. Total: 9h15’ y más de 90grHC/h

Lo mejor es el ratito del “post etapa”, contando las batallitas del día con el equipo de apoyo, con los demás participantes y sus equipos, los voluntarios… esperando a los participantes que faltan mientras German nos prepara barbacoa y lo que nos haga falta para recuperar bien.

Ducha, preparar con el equipo estrategia y nutri del día siguiente. Cenar, patas en alto y a dormir.

KOA Distance 515
Dorsal 46 – Chantal Pitarch Moros

Sábado 20 Día 2, 280km +3550m de ciclismo. Dia duro en la oficina


¡Menudo día ha salido hoy! Llegamos a zona de salida (misma que día 1) sobre 7:30. El mar esta “plato total”, ya podría haber estado así ayer.

Hoy es el día que más respeto me da, son muchos kilómetros con mucho desnivel, hay que mantener una media de 23km/h y no sé si voy a ser capaz. Me va a venir muy justo, pero con entrar con 11h59’ me doy con un canto en los dientes.

Vuelve a haber mucho ruido en la zona de salida, y me voy. Me aíslo unos minutos a relajarme, respirar y centrarme. Hoy hay que mantener la cabeza muy centrada.

Son las 8h, nos volvemos a juntar todos los participantes para el rezo del día, nos abrazamos y empiezan las salidas. Hoy el turno de salida es inverso a la llegada de ayer, por lo que soy la 3º en salir.

“Dorsal #46, Chantal Pitarch, 3, 2, 1…” Arrancamos un día largo de pedales por delante. Aunque la primera parte, 45km apróx, son llanos, salgo con la de ruta, voy a gusto acoplada con ella y paso de perder tiempo con los cambios.
A los pocos kilómetros, ya me han adelantado todos y, como era de esperar, voy a ir en solitario y sin referencias todo el día.

Mi equipo me tiene amenazada con la nutri: comer y beber todo el tiempo. Y así voy.

Llegamos a Xilxes, la etapa de hoy transcurre en gran parte por las carreteras en las que suelo entrenar. Iniciamos el primer ascenso del día. Llevo el track, y el Garmin marca 1/16, ¡Vaya ánimos!

Empiezo a subir Marianet, son 5km donde los 3km primeros son fáciles, peor si te calientas, los 2km últimos se hacen “bola”. Al ser sábado, hay mucha grupeta por la zona y el ascenso se pasa rápido. Yo sigo pendiente de no bajar la velocidad media, de comer y beber.  CORONO. Mi equipo está arriba, sin parar cambiamos bidones y seguimos.

Descendemos y nos dirigimos hacia Castellnovo. Aquí se vuelve a rodar rápido, acoplada y a darle a los pedales. El poco viento viene de cola, por lo que es una gozada. Y hay muchísimos ciclistas, incluso reconozco algún amigo. Pasamos Castellnovo, Algimia… esta zona es preciosa. Y se viene el REPECHACO de Matet. Madre mía, si no lo he subido cada fin de semana este invierno, no lo he subido ninguna vez… de hecho creo que soy Local Legend en la mayoría de los segmentos de la ruta. Aparece mi equipo de apoyo, y me amenizan con música las ultimas curvas del repecho, las más duras.

Descendemos, vuelve a ser tramo rápido. Comer, beber y dar pedales. Pasamos Gaibel, Navajas, y nos dirigimos hacia Jérica y Caudiel.  Esta zona ya no la conozco.

Iniciamos Puerto de Arenillas, bastante llevadero y no excesivamente largo, aunque si llevo ya mucho rato subiendo. Mi equipo está arriba, cambiamos bidones, me meten comida en maillot y dan chaquetilla para el descenso, pues esta nublado y en el interior ha bajado la temperatura.

La bajada es larga, la carretera esta perfecta y hay buena visibilidad…¡¡menuda pasada!!

Atravesamos un pueblo, giro, y ¡PAM! Inicio del siguiente puerto, así, sin avisar.

El Pinar de Torralba, el más duro del día. Son unos 10km con buenas paredes que ves venir en los cortos descansos que hay entre ellos. La zona es preciosa, pero este invierno hubo un incendio muy heavy y es bastante desolador. Pero mi equipo está cerca de mí, Rubén se lo está gozando haciendo videos desde el coche, y Adri se está pegando buenas cuestas corriendo. No puedo estar más agradecida por todo lo que están haciendo por mí. Para quien no lo sepa, Torralba esta donde Cristo perdió las zapatillas, jajajajaj.

Esta zona me la vuelvo a conocer, bajamos Torralba, pasamos Ayodar, Sueras, Tales (estoy cerquita de casa). Empezamos a dar la vuelta al Pantano de Benitandus, adentrándonos en la Sierra Espadan, esta zona me flipa. El cielo está muy cerrado y empieza a chispear, mi equipo me espera en Veo para darme ropa de abrigo, pero la lluvia empieza a cogerse y se convierte en una manta de agua. Subo Ain diluviando, bajo a Eslida estoy calada y no para de llover. Me estoy quedando congelada. Llego a Eslida sin saber muy bien cómo y empieza La subida del Puerto de Eslida, mi puerto favorito. Son 5km, los 3 primeros hasta que llegas a la herradura se agarra bastante, mucho curveo, los 2km últimos afloja un poco. Podría subirlo con los ojos cerrados, y menos mal, porque de este tramo no recuerda apenas nada. Arriba esta mi coche con mis chicos. Me sientan en el coche, me secan y cambian de ropa, no me entero de mucho. Solo quiero el trozo de tortilla de patata que esta mañana de ultimas había metido en la caja de comida “por si acaso”, y la verdad, me da la vida.

Seca y comiéndome la tortilla de patata de mi madre inicio el descenso del puerto hacia Chovar… es precioso. La carretera está bastante mojada y hay piedras, así que con cuidado.

Con el parón de cambio de ropa, la media ha bajado y ahora estoy fuera de carrera… “¡mierda, toca apretar!” Por suerte, ahora hay un buen tramo de rodar fácil hasta llegar a pies del Oronet, y último puerto.

Me mantengo muy centrada, repitiéndome constantemente como si de un mantra se tratase: “Chantal, cabeza, estómago y patas. Venga dale”.

Llegamos a pies del Oronet, durante la etapa he tenido mucho tiempo para pensar y echar cálculos, y si llegaba arriba del Oronet a las 18h, muy mal me tenía que ir lo que quedaba para no entrar en el corte. Este puerto tanto mi equipo como yo nos lo conocemos bien, pues arriba finaliza la etapa del día 2 de KOA257. El Oronet son 5km, los 3km primeros pican bastante y los 2km últimos dan para abrir gas (si no te has pasado de rosca antes). Son las 17:15h, empezamos el ascenso y le pregunto a Rubén y a Adri si antes de las 18h estaría coronando el puerto (ahora lo pienso y me da la risa). Mis últimos tiempos de subida los tengo en 20-22’, pero voy tan tostada que lo fio a 45’… obviamente Rubén y Adri casi se bajan del coche a atizarme, jajaja.

A mitad ascenso el track se desconecta y desaparece la ruta. “Joder, ¿qué ha pasado?”, bueno, que no cunda el pánico, el recorrido me lo sé. Pero con la distracción me paso el cruce de Canteras, menos mal que Adri y Rubén van cerca y empiezan a pitarme como locos. Les digo que se me ha salido el track del Garmin y que se mantengan bien cerca (atacada de pánico, como una niña pequeña y sin perdida en esa carretera. Luego comentándolo con ellos nos reíamos, pero en ese momento…). Pasamos Canteras, bajamos a Bétera y subimos a Náquera, una recta de 5km que pica a para arriba y que solo hago que pensar en que ese tramo sobra. Pero casi al final esta David, un chico que conocí en KOA257 por que iba de equipo de apoyo de otro participante y mantenemos amistad. S e pone a animarme como un loco. Me da un subidón, y es que esto es lo que representa OHANA (familia), y el sentimiento KOA.

Por fin llegamos al último tramo, los últimos 25km (mismos que el día anterior). Aquí ya no hay perdida, acoplada, y a dar pedales. Voy bien, me encuentro muy bien y me sobra tiempo.

Llego a meta, la meta del día 2, después de 280km con +3550m de desnivel. Lluvia, hipotermia, sol… Total, 11h27’ y muchos hidratos de carbono por hora, ¡he comido lo más grande!, y el pincho de tortilla de patata de mi madre que me ha dado la vida.

TODOS me están esperando en meta, muy felices por mí. Esto vuelve a ser la OHANA de KOA.
Lloro, de tensión, de felicidad, de satisfacción, de sentirme tan arropada y cuidada.

Es tarde, ya son las 19:30h, toca “recogerse”, repasar estrategia de la doble maratón con mi equipo y recuperar bien para mañana.

Domingo 21 Día 3, 84km de carrera a pie, lo equivalente a 2 maratones.


Hoy la salida y meta cambian su ubicación, es desde el Crossfit Grau, lugar donde se hace el evento de presentación y clausura.

Llegamos sobre las 7:15, poco a poco van llegando los demás participantes y sus equipos. Los voluntarios que se encargan del desayuno y avituallamiento postmeta ya están allí. Acabos de ultimar el reparto de la nutrición con mi equipo, y sobre todo el tema de mantener la bebida fría. Hoy también me acompaña Juan Dual (Dualcillo, un muy buen amigo y otro loco de la ultradistancia, si no lo conocéis, os animo a que lo sigáis en Instagram @dualcillo, o a que leáis su libro “Vacío”. Os sorprenderá).

Hoy no hay plan, ni estrategia de carrera, ni nada… Primero que nunca he corrido 84km ni nada que se le acerque, es más lo mas largo que he corrido ha sido 42km y en las maratones de KOA257, punto. Con lo cual, ¿es posible correr 84km?, y si lo fuese… llevo sin correr 2 meses por la lesión del pie, y las ultimas semanas con muletas… si el pie me aguanta (¡ojalá!), ¿por qué parte del cuerpo empezare a hacer aguas? Anyways, yo salgo a correr, ¡y que salga el sol por Antequera!, como veis, un plan sin fisuras.

Son las 8h, nos juntamos para el ultimo rezo, choque de manos con los participantes, abrazo a mi equipo de apoyo y empiezan las salidas. El turno de salida es inverso a la llegada de ayer, así que salgo primera.

“Dorsal #46, Chantal Pitarch, 3, 2, 1…” y salgo corriendo del crossfit como un Miura de toriles.

La doble maratón transcurre por un circuito a dos vueltas, paseo marítimo de la Malvarrosa hasta la Albufera y vuelta. Recorrido muy bonito y en el que nos vamos encontrando con los demás participantes y equipos de apoyo.

La primera maratón se corre tranquilo, es domingo temprano y se nota, no hay nadie. Adri empieza corriendo conmigo, Rubén y Juan en bici avituallando.

Sobre el km15 empieza a molestarme la ingle izquierda, peor no lo verbalizo y continuo como si nada, peor la molestia empieza a intensificarme hasta ser dolor punzante y sobre el km25 se lo digo por lo bajini a Adri. Me dice que cambie el peso a la otra parte y libere esa pierna, algo que no es posible por que supone cargar el pie lesionado. Decido desconectar de mi mente cualquier parte del cuerpo que empiece a molestar, en este caso la ingle y el dedo lesionado, que por más que me preguntan como va, yo omito respuestas.

Sobre el km30 Rodrigo, otro compañero de fatigas de koa257 que ha no ha querido perderse este día, se une a correr. Nos acompaña durante 10km llenos de risas y batallitas. Los videos no tienen desperdicio.

La primera maratón se me pasa rápido, la corro toda y Adri conmigo; y Rubén y Juan van controlando el timming de comer y beber.

Comenzamos la 2º vuelta Enel paseo marítimo que, ahora sí, esta abarrotado de gente. Son las 12 del medio día y se nota. Es inviable correr. Por lo que aprovechamos para refrescarnos en fuente y comer solido mientras camino.

Rubén y Adri cambian roles, ya vamos por el km45, mejor dicho, solo quedan 39km. Empezar a incrementar la frecuencia de beber, comer y tomar sales. Incluso, Juan nos invita a un calipo de celebración de que ya tenemos la 1º maratón hecha y el cuerpo sigue entero. Y a la que nos damos cuenta, ya estamos en el punto de giro y ya solo es… ¡¡“to tieso hasta meta!!”. Increíble, me estoy encontrando muy bien, molestias hay, pero las omito. No paramos de hablar y reír y lo estoy disfrutando mucho. El paladar empieza a decir que más barritas de gominola no… así que tiramos de pepinillos/cebolletas y granizado de café, y oye, ¡que maravilla! Jajaja.

Y en un plis nos plantamos a la entrada de Valencia, ya solo quedan 5km, los últimos 5km en los que en KOA257 aprieto… y claro, me vengo arriba. Puente de Nazaret, el Reloj del Puerto y giramos hacia meta. Ya solo quedan 500m y mi equipo se adelanta. Me ha pasado volando. Quiero llegar, me encuentro genial esta recta me pone los pelos de punta siempre. Ya veo a los voluntarios esperando en la puerta del Crossfit mi llegada, acelero, giro y entro en Crossfit.

Hago caso a las palabras de Adri antes de dejarme sola “No empieces a saltar como siempre y párate a disfrutarlo, quédate con la cara de todos y disfruta el levantar esa meta que tanto te mereces”. Y así lo hago, entro al Crossfit a toda mecha, pero los últimos metros para en seco, veo esa cinta, no me lo puedo creer, ya está ahí, 515km después y muchos meses de trabajo… ya está, SÍ, ¡¡¡SOY ULTRAMAN!!! Soy la primera mujer en enfrentarse y completar KOA515, y no puedo estar más orgullosa de ello.

Y lo soy de la manera menos pensada, de la forma más disfrutada, rodeada y apoyada del mejor equipo que podía tener. #33, #45 no hay vida suficiente para agradeceros todo lo que habéis hecho por mí. Y en la mejor prueba, por que KOADISTANCE en familia, es LA PRUEBA.

Tras la llegada a meta de todos, ¡TODOS FINISHERS!, tenemos la BarbaKOA (German, confieso que llevaba pensando en ella desde el km20 de la doble maratón, jaja) la cual disfrutamos contándonos las batallitas y periplos del fin de semana. Finalizamos con el evento de Clausura, siempre muy emotivo.

“LA RESACA”

Bfff… WHAT A WEEKEND!!!!!

Esa noche duermo como un lirón… no se si me quede dormida en el suelo a las 11 de la noche y del tirón hasta las 9am. Me encuentro genial, no me duele nada ni tengo agujetas… “ya verás mañana el palito”.

Sorprendentemente no, tomo mi rutina habitual, trabajo y empezar a moverme. Puedo realizar todas las acciones cotidianas sin problema, incluso subir escaleras e ir al wc.

Estoy eufórica, no pudo para de decir que, SOY ULTRAMAN. Y aprovecho cualquier conjetura para decirlo. Vaya subidón. Quiero más, quiero repetir. Esto es la bomba.

Como loca me pongo a buscar en el calendario otra prueba larga, medio o ultra entero, que me atraigan y se me acoplen en el calendario para septiembre u octubre.

Estoy eufórica, no pudo para de decir que, SOY ULTRAMAN. Y aprovecho cualquier conjetura para decirlo.

Quiero repetir, pese a todos los obstáculos de los últimos 2 meses, a la incertidumbre, a las condiciones climatológicas adversas que lo han hecho más épico aun… LO HE DISFRUTADO TANTO, ME LO HE PASADO TAN BIEN. No tengo ningún recuerdo malo, de pasarlo mal… porque lo positivo y el disfrute supera con creces.

La ultradistancia ha llegado a mi vida, y lo ha hecho para quedarse.