Tu primer triatlón consiste en una cosa: cometer errores y aprender de ellos. (¡Y divertirse -siempre-!) Pero hoy intentaremos ayudarte a minimizar lo primero y maximizar lo segundo con esta guía de básicos que todo principiante debería leer.

Para algunos triatletas, su primera carrera puede parecerse a  un campo de minas con trampas que van a estallar a cada paso, pero si puedes evitar algunos errores más comunes, irás más relajado y te divertirás más. Con esto en mente, céntrate en aprender de estos 5 errores comunes de los triatletas principiantes y cómo evitarlos fácilmente el día de la carrera:

1.No estar familiarizado con la natación en aguas abiertas

Por todo tipo de razones, la mayor parte de nuestro entrenamiento de natación se realiza en una piscina. Pero para el triatlón, la mayoría de nosotros nada en un entorno de aguas abiertas, como un lago o el mar. Aunque se puede pensar que estas dos cosas son bastante similares, resulta que no lo son, y este error es muy común entre los nuevos triatletas.

SOLUCIÓN: lo primordial es acostumbrarse a no ver tan bien como en una piscina transparente. Si no puedes encontrar una opción de natación en aguas abiertas antes de tu carrera, puedes practicar en la piscina con los ojos cerrados a intervalos cortos (o entrecerrar los ojos, o usar gafas ralladas) durante las semanas previas al día de la carrera. No es exactamente lo mismo, ¡pero es mejor que nada!

2. No correr después de la bici

La realidad es que nadar, ir en bici y correr no es exactamente lo mismo que nadar, ir en bicicleta y correr todo seguido, especialmente cuando uno está cansado. Además, para ser precisos, correr justo después de terminar de ir en bicicleta es un fenómeno propio, muy específico y extraño.

SOLUCIÓN: Es realmente importante incluir en tu entrenamiento varios entrenamientos de bicicleta y luego de carrera (que los triatletas llaman “entrenos de transición”). Comienza con una carrera de 10 minutos después del entreno de ciclismo más largo de la semana -al menos cuatro semanas antes de la carrera- y prepárate para que la carrera se sienta muy, muy extraña: Tus piernas no entenderán lo que les estás pidiendo y pueden sentirse  descoordinadas. Cada vez que lo practiques te parecerá un poco menos extraño, de modo que el día de la carrera te parecerá casi normal.

3. No conocer las reglas

Si tu única experiencia previa con las carreras es una prueba fácil como un 10K, probablemente no hayas prestado mucha atención a aprender las reglas de la carrera. Y en el caso de una prueba de running, eso está bien, porque en realidad solo tienes que presentarte, ponerte el dorsal y correr el recorrido establecido. En el triatlón, hay un montón de reglas reales que tienes que seguir, y es un error común de los triatletas principiantes presentarse el día de la carrera sin saberlo.

SOLUCIÓN: Infórmate antes de ir. Lee el reglamento, asiste a una sesión informativa para atletas o bien habla con otro triatleta más experimentado que pueda explicártelo. Algunas de ellas son:

  • No puedes ir en bicicleta en la transición. Tienes que caminar/trotar/correr con ella hasta la “línea de montaje” justo fuera de la transición, y luego bajarte de la bici antes de la “línea de desmontaje” cuando vuelvas.
  • Tampoco puedes estar con el pecho al descubierto en la transición. Lo que hace que el cambio de ropa sea un reto y es la razón por la que muchos triatletas optan por un equipo todoterreno tipo mono.
  • No puedes hacer “drafting” en la bicicleta. Lo que significa que no puedes ir justo detrás de otra persona, porque eso es velocidad libre.

4. Desviarse del camino correcto durante la natación

Este podría ser el error más común que cometen los triatletas -novatos y veteranos-. Alejarnos del camino que marca las boyas y tener que deshacer lo nadado da mucha rabia. Aquí va un buen consejo:

SOLUCIÓN: La clave para evitar este error es una habilidad de natación que llamamos “avistamiento”, que básicamente significa levantar la cabeza del agua para localizar la boya hacia la que estás nadando.  El día de la carrera, deberás ir comprobando la siguiente boya cada seis o diez brazadas. Practica ese movimiento en la piscina tanto como puedas. Además, recuerda que cuando hagas un giro alrededor de una boya, tu giro no estará completo hasta que veas la siguiente boya hacia la que te diriges. Y, por último, no des por sentado que estás en el rumbo correcto solo porque otra persona esté cerca. ¡Es muy común que os desviéis juntos!

5. No encontrar la bicicleta durante la transición

Vale. Has hecho un gran trabajo comprando el equipo perfecto para el día de la carrera. Has llevado todo lo que necesitas y nada más a la transición, y lo tienes todo organizado junto a tu bicicleta como un profesional. Te diriges a la natación y la superas por completo, pero… (¡vaya!). Vuelves a la transición… y te das cuenta de que no tienes ni idea de dónde está tu bici en el enorme mar de bicis que es la zona de transición. Oops. Este es otro error común, pero demasiado evitable, de un triatleta novato.

SOLUCIÓN: Lo primero que tienes que hacer cuando encuentres tu sitio en la transición es tantear el terreno: En primer lugar, dirígete al lugar donde entrarás en la transición después de nadar y camina hasta tu sitio otra vez. ¿Vas a la izquierda o a la derecha? ¿Cuántas filas más allá? ¿Y a qué distancia de la fila está tu bicicleta? Pero ten en cuenta que tendrás que encontrar tu sitio sin tu bicicleta cuando hagas esto el día X, ya que tu bicicleta estará contigo, así que prueba con una toalla colorida sobre la que dejar tus cosas.