El estadounidense Sam Long, uno de los grandes nombres del triatlón de larga distancia, ha decidido cambiar de aires para lanzar su asalto al mundial IRONMAN


Long ha decidido cambier el sofocante calor de Arizona por las montañas de los Alpes Julianos, en la frontera entre Italia y Eslovenia, como base para preparar el Mundial IRONMAN que se celebrará en Niza el próximo 14 de septiembre.
Sin embargo, sus planes han comenzado con un contratiempo inesperado: su bicicleta no ha llegado a destino.

El triatleta de 29 años, que este 2025 ya ha sumado victorias en IRONMAN 70.3 Eagleman y Chattanooga, ha apostado por una preparación más europea con el objetivo de aclimatarse mejor a las condiciones de calor húmedo, desnivel y técnica que encontrará en la Costa Azul. Pero el arranque no ha sido precisamente perfecto.

La bici perdida: un inicio frustrante

En su perfil de Instagram, Long compartía con humor y resignación la situación: “Sigo sin mi bicicleta, pero al menos estoy sobre una de alquiler… ¡Es vieja, pesada como y sin potenciómetro! Pero feliz de estar pedaleando otra vez”.

Mientras espera que su bicicleta llegue —según comentó en otro post, estaba retenida en Venecia y pendiente de ser transportada hasta su destino final—, Long no ha detenido sus entrenamientos. Adaptándose a lo disponible, ha completado sesiones exigentes de fuerza en subida, guiándose por sensaciones más que por datos, como en sus inicios como ciclista. “Hoy hice repeticiones en subida a nivel de esfuerzo: ¡DURO! Una de 16 minutos y luego 3×10’ en bajada suave. Lo importante es que fui capaz de mejorar el ritmo cada vez, con punto de salida y llegada estándar. Esto me devuelve a las raíces”, escribió.

Un campamento de entrenamiento familiar

Más allá del incidente logístico, el traslado temporal a Europa tiene una lógica bien definida. En su canal de YouTube, Long ha comenzado una serie de vídeos donde documenta su vida diaria y sus entrenamientos durante esta etapa crucial de la temporada. En el primer episodio, explica por qué ha decidido mudarse con su mujer, Lara —también atleta de resistencia—, y su hijo pequeño Leo, durante ocho semanas al norte de Italia.

“Allí tenemos todo lo que necesito: rutas técnicas y montañosas para la bici, aguas abiertas para nadar, piscinas de 25 y 50 metros y caminos con perfil ondulado para correr”, detalla. Además, la familia cuenta con el apoyo de la Nona de Lara, que se encarga de que Sam no se quede sin sus dosis de cocina italiana casera.

Objetivo: revancha en Niza

Después de un 2023 en el que fue 12º en el Mundial IRONMAN y un 2024 en el que renunció a pelear por la clasificación para centrarse en el circuito T100, Sam Long regresa en 2025 con la ambición de luchar por los puestos de honor en Niza. Con un calendario cargado y un nivel cada vez más alto en la larga distancia, este bloque de preparación en Europa será clave para llegar con garantías a la gran cita.

Aunque el inicio no ha sido perfecto, Long se lo toma con filosofía: “Al final, esto también forma parte del camino. Adaptarse, improvisar, mantener la actitud. La bici llegará… y cuando lo haga, estaré más fuerte que nunca”.

Fuente: Tri247 | Instagram & Youtube Sam Long