Fotografía: Instagram Mikel Ugarte
El vasco luchó hasta el final tras ver como sus opciones se iban al traste en el segmento de bicicleta tras una sanción cuestionable.
Mikel Ugarte ha topado con las circunstancias y los jueces en Ironman Nueva Zelanda cuyas decisiones han afectado directamente en el resultado del triatleta en una primera carrera del año en la que el guipuzcoano estaba en la pomada en la lucha por la victoria que finalmente se ha llevado Mike Philips.
Con esas dos bajas de renombre arrancaba una prueba en la que el tahitiano Benjamin Zorgnotti fue el primero en salir del agua en 47:49, solo un par de segundos por delante del neozelandés Jack Moody, de un Mikel Ugarte que ya en los primeros compases demostraba tener las fuerzas para estar donde quería estar y de otros cinco triatletas – entre ellos Mike Phillips – que se dirigieron a la T1 en un pañuelo inferior a los veinte segundos de margen y con un margen de casi dos minutos respecto a sus perseguidores.
Fuera de esa primera ecuación quedaba un gran favorito, el británico Joe Skipper, quien ese punto perdía 3:30 respecto al líder y tuvo que acometer todo el evento a contracorriente.
El segmento ciclista comenzó con esos siete triatletas al frente y una renta de unos tres minutos en el primer tercio, mientras que atrás Skipper recuperaba algunas posiciones para liderar la persecución. Sin embargo, cuando la carrera superaba el segundo tercio del tramo sobre las dos ruedas, el grupo se fracturó y Moody y Guilloux eran las primeras víctimas del ritmo impuesto y dejaban la pugna entre cinco hombres: Phillips, Ugarte, van Diemen, Zorgnotti y Van Berkel.
No obstante, apenas unos kilómetros después esa configuración de carrera quedó en agua de borraja cuando un avituallamiento lo cambiaba todo para un Mikel siempre proactivo al que sancionaban con una tarjeta azul. “A la salida del avituallamiento del kilómetro 130 me ha pasado Mike Phillips y al coger otra vez un poco de ritmo para seguir al ritmo que íbamos, ha habido un poco de látigo y después del parón de este látigo al juez le ha parecido que me he acercado demasiado a Phillips y sin previo aviso, directamente me ha sacado tarjeta azul y he tenido que parar en el 160”.
Tras cumplir la sanción el vasco reemprendía la carrera y no se rendía. “Estando en NZ había que seguir peleando”. Lo hacía con sus rivales a una diferencia de más de cinco minutos y con Phillip en cabeza tras asestar su primer hachazo por el triunfo. Entonces la prueba se convertía en una lucha contra la resistencia propia y ajena de la que tratar de sacar ventaja y acercarse lo máximo posible a los puestos de honor. “La estrategia era arriesgar hasta el final e intentar recoger cadáveres y o morir yo o llegar lo más adelante posible”. Y así ha sido en un maratón en la que ha bregado con diversos rivales con mayor o menos fortuna que le posibilitaba alcanzar un TOP5 momentáneo en el KM 30 que tenía que ceder ante Van Berkel tras un 5K final que se le ha hecho “largo”.
Al final de la prueba, Ugarte reconocía el golpe anímico que ha supuesto para él la penalización y que le ha dejado “la cabeza un poco fuera de carrera”.
Con algo de sorna y humor, el vasco confesaba horas después que esa última tarjeta azul de cinco minutos a un triatleta iba a ser el “único honor” que se iba a llevar de tierras neozelandesas, puesto que a partir del próximo evento y con la entrada en vigor del nuevo reglamento dicha penalización hubiese sido de “solo” tres minutos.
También expresaba su tristeza por el desarrollo de los acontecimientos y la plaza final. “Con el quinto renunciando al slot, me quedo otra vez a un puesto del slot de Niza”, algo que ya le sucedió la temporada pasada en Ironman Lanzarote. “Una pena porque hoy estaba para algo más que un sexto puesto y el slot” era la conclusión de Ugarte sobre Ironman Nueva Zelanda.
Pese al resultado y la sensación agridulce, Ugarte se mostraba satisfecho con su actuación. “Triste aunque pueda parecer un gran resultado y contento porque me he visto competitivo” ha comentado antes de mostrar su vena más combativa “Habrá que seguir intentándolo”.
Ajeno a su batalla, Mike Phillips no ha dado opción alguna y se mostraba intratable en la carrera a pie como lo había hecho en la parte final de la bicicleta. El local se lanzó de manera controlada y sin injerencias a por su tercera victoria en Ironman Nueva Zelanda, mientras que a sus espaldas, Joe Skipper culminaba su remontada con una segunda posición que tenía que pelear hasta el final ante un Jack Moody, tercero, al que le pesó la segunda mitad del maratón.
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