Marcel Hilger
El periodo de descanso y la pretemporada son los momentos ideales para pararte a pensar en qué cosas puedes cambiar para mejorar tu rendimiento la temporada siguiente. El triatleta es inconformista por naturaleza y busca siempre superarse a sí mismo y ser mejor hoy que ayer, aunque aún mejor mañana que hoy. Una de las cuestiones que nos planteamos en este periodo es la importancia de la cadencia de pedaleo. El objetivo siempre será optimizar esfuerzo y con el menor esfuerzo sacar el máximo rendimiento a cada golpe de pedal.
Cuantos más kilómetros pedaleamos, más conocemos nuestras capacidades y ritmos encima de la bicicleta. Y por lo tanto, sabemos dónde vamos a un ritmo adecuado o cuando nos podemos salir de punto, algo muy común cuando no se controla la cadencia de pedaleo. Como los colores, existen opciones para todos los gustos. Hay quien prefiere utilizar más cadencia y mover más los pedales, mientras que otros optan por utilizar poca cadencia. A no ser que estés compitiendo, no hace falta ir al cien por cien de tus posibilidades de pedaleo. Lo más importante es ser regular en los entrenamientos para así poder coger una cadencia de pedaleo optima que permita mantener el ritmo durante las horas de entrenamiento que tengas programadas.
Cuando salimos a entrenar, muchas veces se nos olvida la importancia de trabajar con precisión el pedaleo. Siempre que cojamos la bicicleta intentaremos ser regulares a la hora de mantener el ritmo que llevamos. Lo ideal es estar a un setenta y cinco por ciento de la capacidad máxima, realizando intervalos un poco más fuertes (siempre que podamos en llano) y otros de menor intensidad y fuerza. Eso sí, durante la sesión es importante no realizar arreones de potencia que puedan perjudicar al conjunto de nuestra cadencia de pedaleo.
Para trabajar bien la cadencia de pedaleo trabajaremos de forma coordinada con cuadriceps, tibiales, gemelos, femorales y glúteos, principalmente. Aunque a día de hoy no existe una frecuencia óptima de cadencia reconocida como la que mejor rendimiento aporte, si es cierto que para un adecuado entrenamiento que no nos fatigue excesivamente debemos ir entre el setenta y el ochenta por ciento de nuestra capacidad máxima. Así, para mejorar nuestra cadencia de pedaleo deberemos intercambiar pedaleos constantes con más cadencia (ochenta pedaladas por minuto) con intervalos un poco más pesadas (sesenta pedaladas por minuto). De esta manera, afinaremos más nuestro rendimiento encima de la bicicleta aunque realmente no existe una cadencia de pedaleo ideal, si no la que nosotros vayamos más cómodos conforme a nuestros objetivos.
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