La catalana roza el podio en una cita en la que Marjolaine Pierré dio una auténtica exhibición de poder y confianza para triunfar en su país.

Una posición más. Esa es la sensación de anhelo que deja el resultado de Marta Sánchez en Ironman 70.3 Aix-En-Provence a quien por mal acostumbrarnos veíamos desde la previa en el podio cuando lo cierto, admirable y más titánico de lo que hace con una agenda como la suya es no fallar con su cita al TOP5 en Ironman (sea cual sea su distancia) y no hacerlo tampoco con sus aspiraciones en T100 tal y como demostró en Singapur.

Una competición en la que Marjolaine Pierré ganó merecidamente después de ofrecer una masterclass de cómo limitar las pérdidas, aprovechar el conocimiento del circuito y posteriormente dominar la carrera con mano de hierro.

PIERRÉ UN ‘DESCUELGUE’ CAPCIOSO


Luz verde o ese mensaje pareció transmitir el gorro de Marta Sánchez tanto a la propia catalana como al resto de favoritas en los 1900m de natación en el Lago Peyrolles. Extrañamente a todas excepto a la mujer que empezó en el mundo del triatlón en este entorno, una Marjolaine Pierré que era la única en perder los pies de ese sexteto de cabeza (Sánchez, Lena Meißner, Lisa Perterer, Lizzie Rayner, Luisa Iogna y Julie Iemmolo) dejándose algo más de minuto y medio (+1’36”) junto a la ganadora de Zuia Duatloia Émilie Morier.

MUCHO MÁS QUE UN LIDERATO PARA PIERRÉ


La bicicleta revertió por completo dicha situación y en menos de 30K Pierré no solo había recuperado ese tiempo, sino que desde el momento que estuvo a su alcance accedió al liderato para pasar a marcar el ritmo primero y después marcharse en solitario. Un viaje en solitud que completaría inmutable hasta la T2 en la que se bajó con +1’45” sobre el bien avenido cuarteto que conformaron Rayner, Sánchez, Meißner y Perterer.

MARJOLAINE PROFETA EN SU TIERRA


Una concordia que acabó tan pronto como comenzó la carrera a pie. Con un paso que calcaba el ritmo de Pierré, Rayner y Meißner ponían medio minuto de tierra de por medio con Perterer y Sánchez.

EL “QUIERO Y NO PUEDO” DE SÁNCHEZ

Una renta salvable con casi todo el medio maratón por delante siempre y cuando no tomase una dinámica ascendente y eso debió pensar la buena de Marta. De su lado, una Perterer que parecía no iba a presentar batalla, la reducción del paso del dúo delantero y su posterior separación con la alemana como la perjudicada por el segundo puesto y el recorrido que todavía tenía por delante; en su contra el recorrido que ya había dejado atrás y limitaba sus opciones para arañar los segundos que necesitaba para subir al podio y un ritmo que no lograba equiparar al de Meißner.

Tristemente para la catalana, estos últimos puntos los que se impusieron y Marta Sánchez (4:15:48) tenía que conformarse con la cuarta plaza y al igual que Lisa Perterer parecían ‘pagar’ el inicio más cargado de compromisos que el de sus rivales.

Por delante, Marjolaine Pierré (4:11:57) cerraba una actuación inconmensurable en la que su capacidad de recuperación de una natación adversa para sus intereses, una bicicleta inigualable y un medio maratón igual de bueno le llevaban a firmar merecidamente la victoria más especial de su carrera, en casa y más de un año y medio después de la última en su palmarés.

TRES MUJERES FELICES

Rodeándole en lo más alto dos mujeres que tenían mucho que celebrar. Por un lado, Lizzie Rayner (4:14:56) daba un paso más en su carrera y, tras quedar tercera en Ironman 70.3 Valencia, no solo ascendía un escalón para colgarse una plata, sino que por primera vez lo firmaba en un evento de las Ironman Pro Series. Por el otro, Lisa Meißner (4:15:48) también enlazaba su segundo podio consecutivo después de haber sido la subcampeona en Ironman 70.3 Venice-Jesolo hace apenas unos días y labra uno de los comienzos femeninos más discretos pero interesantes del año.