La catalana nos cuenta los entresijos de una carrera para nada sencilla, marcada por un contratiempo, un temor y una motivación final.
Marta Sánchez inauguró ayer la temporada 2025 con una segunda posición en un Ironman Sudáfrica que lideró durante dos tercios de la prueba antes de verse superada por la ganadora Anne Reischmann. Un resultado positivo en su primer evento puntuable de las Ironman Pro Series y del que nos habla justo antes de ponerse en modo T100.
La atleta de Inverse no pudo repetir la victoria de 2024, pero sí dejó patente tres hechos: lo estelar de su natación en condiciones adversas, una estrategia de la que sigue sacando rédito y que ambas situaciones son únicamente posibles gracias a un estado de forma ‘al punto’ y trabajado en Kenia.
“ME GUSTAN LAS NATACIONES NO FÁCILES COMO EN SUDÁFRICA”
En la crónica tildamos de ‘hecho canónico’ la dureza de la natación en las aguas que rompen en Hobie Beach dado su ubicación en una zona donde “siempre hay cruces de vientos y es difícil que el mar esté calmado” tal y como nos matiza la triatleta. Y a ella, la definimos de ‘tiburón infalible’.
Calificativos nada arbitrarios, sino completamente justificados en ambas direcciones. “Sí, la natación en aguas bastante picadas me gusta y, en parte, siento que me gusta porque sé que estas condiciones no hacen una natación fácil para intentar seguir a pies y orientarse y eso me suele beneficiar” nos comenta Sánchez. Los números la avalan. Marta fue la mejor en ellas con un margen de más de dos minutos con su inmediata perseguidora (Chloe Lane) y de hasta ocho con las principales favoritas. Un hueco que parece tradición tras repetir la hegemonía acuática de 2024.
Pese a ello, no nos esconde que esas circunstancias marítimas le llegan a “saturar” para hacer de Sánchez alguien con pulmones y no branquias “Yo también acabo saliendo del agua un poco mareada como todo el mundo”. No obstante, Marta nos deja claro que las ganancias merecieron el sacrificio: “Estoy contenta por el hueco que pude sacar”.
“IBA SIN REFERENCIAS Y A GOLPE DE SENSACIONES”
Una ventaja que como ya sucediera el curso pasado sería imprescindible para los intereses y las opciones de Marta y también para gestionar una bicicleta en la que volvió a primar no desfallecer. “Simplemente traté de intentar ir comiendo, hidratándome para tener más fuerzas si se daba el caso de que me pillaran”.
La nutrición e hidratación fue lo único que pudo controlar ya que Sánchez nos confiesa que “Iba sin referencias” puesto que el potenciómetro no funcionó adecuadamente “se iba conectando y desconectando” y no pudo visualizar a si cumplía con la programación de vatios planificada por su técnico Javier Sola. Un incidente que provocó que más que nunca pedalease “a golpe de sensaciones, como siempre, aunque me gusta echar un ojo a lo pautado” nos dice Sánchez, quien lamenta no tener los valores de Sudáfrica para “poder analizarlos a posteriori”.
En esa situación, Arnau Pericas – mecánico y pareja de Marta – y un trazado a tres vueltas fueron su faro en carrera “El circuito fue a tres vueltas, así que para las referencias iba bastante bien y también Arnau que como siempre estaba en un punto fijo cantando referencias”.
UN MIEDO ATEMPERÓ SUS ÚLTIMOS KILÓMETROS
Fue en la casi al final de la última de esas vueltas cuando lo esperado por Marta sucedió y Anne Reischmann quien antes de la salida ya era una de las señaladas para ser la mejor sobre la bicicleta dio alcance a la deportista a 15K para otear la T2.
Su caza, por prevista, no fue ningún problema para Sánchez, pero esta sí nos admite que un fantasma de su pasado más reciente sí condicionó esos últimos kilómetros tras la alemana: “Como estábamos a nada de llegar y un poco por el penalti puesto en el Mundial de Taupo no quise ni ver ningún tipo de luz: ni naranja ni azul ni nada. Así que (Reischmann) se fue un poco, pero al final no fueron ni 20 segundos antes de la transición”.
“CADA SEGUNDO CONTABA Y NO ME PODÍA DESPISTAR”
A Marta, Reischmann la sentenció antes de llegar al medio maratón cuando desapareció de su vista y la nueva atleta de Hoka quedó en tierra de nadie. Así describe ese momento definitivo la catalana: “Fue duro cuando vi que a la primera ya no la iba a atrapar y por detrás no me atrapaban”.
En una situación así, aparentemente, sin nada que ganar y mucho que perder, y con más de seis horas de carrera encima ¿a qué se aferra una? Marta tiene claro qué fue lo que le mantuvo concentrada en Ironman Sudáfrica: “El sistema de puntuación para las Pro Series me hizo estar luchándolo hasta el final porque en este sistema cada segundo respecto a la primera clasificada cuenta y no me podía despistar”.
UN MARATÓN PARA EL RECUERDO
Ya fuera por no ceder ni un solo punto más del necesario para la clasificación de las Ironman Pro Series u otra la razón, lo cierto es que Marta Sánchez tiene motivos para sonreír más allá del segundo puesto y su natación, como lo son los números que firmó al cruzar la meta en la Mandela Bay de Port Elizabeth: “Muy contenta también habiendo hecho mi mejor maratón hasta el momento”.
Concretamente, la subcampeona de la prueba cerró su paso sudafricano con un maratón de 3:01:54 – el tercer mejor parcial del día – para estar más cerca que nunca de bajar de la barrera de las tres horas. Mejora así, el 3:03:03 de Ironman Barcelona. Asimismo, y tal y como apuntamos en la crónica, el TOP3 hizo añicos el registro ganador de Sánchez en 2024 (9:15:36) y en el caso de Marta mejoró tanto sus dígitos sobre la bicicleta – viento incluido – como la ya mentada carrera a pie (4:51:22 vs 5:10:39 y 3:01:54 vs 3:07:35), solo las embravecidas condiciones del agua impidieron el pleno en los tres segmentos (57:28 vs 52:18), pero no el global por más de 20 minutos (8:54:57 vs .9:15:36).
SÁNCHEZ ‘NON-STOP’ ON TOUR
Marta no contará con tiempo para sobre pensar en lo sucedido en Ironman Sudáfrica, ni tampoco para recuperarse, pues como tal y como nos recuerda Pericas la catalana ya afronta un viaje de 14 horas de avión para aterrizar en Singapur donde en apenas cinco días, el 5 de abril, Sánchez volverá a enfundarse el tritraje en la cita inaugural de las T100 2025. Allí deberá cambiar ipso facto el chip de larga a media distancia.