Temporada redonda. Mario Mola no puede estar más contento después de un año donde los resultados le han acompañado. Ha estado presente en todas las Series Mundiales e incluso con victoria en la de Londres, solo Gómez Noya le superó en la general. Optimista y ambicioso, pero consciente de la dificultad que conlleva, el mallorquín quiere el título mundial en 2015.
Satisfacción absoluta. Es la sensación que desprende y que él mismo confiesa a pocas horas de cerrar el año. Satisfacción por una temporada dura y larga que, afortunadamente, se ha visto reflejada con resultados espectaculares. “Nunca es fácil ganar y cuando consigues tantos puntos dan ganas de seguir trabajando. Cuando las cosas salen bien, hay motivación para seguir”. Así refleja su situación Mario Mola, subcampeón del mundo de triatlón, que superó a los hermanos Brownlee y solo quedó por detrás de Javier Gómez Noya. “Siempre hay que aspirar a lo máximo, pero Javi ha estado estratosférico”.
El mallorquín preparó a conciencia las primeras competiciones pero para ello tuvo que estar muchos meses lejos de los suyos. “Para 2015 el calendario está más pensado para el deportista por desplazamientos, pero son muchas carreras”. Primero en Christchurch y después en Wanaka, Mola entrenó duro en Nueva Zelanda hasta el arranque de las competiciones, en marzo, con victorias en las Copas del Mundo de Mooloolaba y New Plymouth. Dos semanas después la primera Serie Mundial, en Auckland, que terminaría en 8º posición. Quien le hubiera dicho por entonces que esa clasificación supondría su segundo peor resultado de toda la temporada.
Mola, con las Series Mundiales entre ceja y ceja, fue mejorando resultados gradualmente. Primero, en Ciudad del Cabo, rozó el podio con una cuarta plaza mientras que en Yokohama libró una bonita batalla en la carrera a pie con Gómez Noya que se decantó del lado del gallego. Fue quizás una de las más emocionantes llegadas que se recuerdan en las Series Mundiales. Entre parada y parada, Mola participó en la carrera solidaria de Barcelona “Wings for Life”, donde consiguió completar 25 kilómetros.
La siguiente Serie Mundial era Londres, una de las más bonitas y sobre distancia sprint. Y ahí, Mola dio un puñetazo encima de la mesa consiguiendo la victoria. Lejos de confiarse, el resultado le dio aún más motivación. En Chicago terminó tercero y en Hamburgo, noveno. La clasificación pintaba bien a falta de dos pruebas, que Mola preparó en altura durante varias semanas. “Al final, si luchas por el Mundial te acabas guiando por un resultado”.
Primero Estocolmo, una carrera dura con frío, lluvia y pavés que el mallorquín terminó en una buena cuarta posición. “No pensaba acudir a algunas carreras como la de Estocolmo, pero tenía que mejorar un mal resultado si quería aspirar al título”. Con todo ello, Mola llegaba a Edmonton con opciones de llevarse el título o, como mínimo, de mejorar la tercera plaza de 2013. Una lucha de tú a tú entre Gómez Noya, Jonathan Brownlee y el mallorquín que acabó llevándose el primero. La segunda plaza de Mola le otorgó el subcampeonato final, superando al pequeño de los Bronwlee.
Entre tanta carrera de altísimo nivel, Mario Mola aún tuvo tiempo de ayudar al equipo francés del Sartrouville a proclamarse campeón por clubes, además de cerrar el año con el triatlón de Beijing (cuarto) y el Garmin Barcelona (segundo).
Un 2014 brillante ha provocado que Mario Mola ponga el listón muy alto. Aunque le sobra ambición y ganas, es fundamental ir poco a poco, ya que “es complicado prever como estarás a mitad de año”. El de Calvià ya ha sumado los primeros entrenamientos de la temporada en Portugal junto al grupo de Joel Fillol. “Estamos sumando kilómetros, aunque el objetivo es ir introduciendo calidad a las sesiones”. Como cualquier otra persona, el mallorquín también se marca sus propósitos de año nuevo: “Quiero luchar por disputar el Mundial 2015 con Javi y con todos los demás. Siempre hay que aspirar a lo máximo”. Y añade algo básico: “Y, claro, también pido salud”. ¡A por ello, Mario!
Foto: ITU
