La triatleta toledana ha completado su primer año en Series Mundiales compitiendo en más pruebas de máximo rango internacional de las que pensaba inicialmente. Maria Ortega de Miguel ha superado los ‘miedos’ de competir con las mejores y dice que la clave está en ir cogeindo experiencia.
“Competir en las Series Mundiales no es tan difícil como parece. Tenía miedo pero hay que coger experiencia”. Lo dice María Ortega de Miguel, triatleta toledana debutante este año en las Series Mundiales. Asentada en Pontevedra, Ortega suma experiencia y puntos con la intención de competir en unos Juegos Olímpicos “sea en Río o en Tokio”. Para 2015 su objetivo es reducir el calendario y dar prioridad a la calidad y no a la cantidad.
Junto con todo el grupo del Centro Gallego de Tecnificación Deportiva, Ortega de Miguel arrancó la temporada compitiendo en las Copas Continentales de Sudamérica. “Me cuesta arrancar. No salieron del todo bien pero me sirvieron para tener un buen rodaje inicial”. Abril y mayo fueron los meses más dulces para la toledana, compitiendo en las Series Mundiales de Ciudad del Cabo, Yokohama y londres, con un mejor resultado en el top30 en la ciudad sudafricana.
No pudo acabar en el Europeo de Kitzbühel y acabó el año en el continente americano, con las Copas del Mundo de Cozumel y Cartagena de Indias. Con algo de perspectiva y ya centrada en pretemporada, María Ortega de Miguel analiza el año. Ha acabado más rodada y con ganas de volver a competir en 2015. Antes de Sudamérica, participó en las dos últimas Series Mundiales, Estocolmo y la Gran Final de Edmonton.
Ortega de Miguel valora el año de forma muy positiva a pesar de que “quería acabar mejor y se me han hecho muy duras las últimas pruebas por el cansancio”. La toledana confiesa que ha competido en exceso, pero que le ha servido para coger experiencia a nivel internacional. Para 2015 su objetivo es centrarse en una serie de pruebas concretas del calendario de las Series Mundiales. “Más vale hacer cinco bien hechas que diez mal hechas y sin conseguir los objetivos; reducir y centrarse”. Llegó a Pontevedra prometiendo a su familia que no volvería a casa si no iba a unos Juegos Olímpicos. El reto está encaminado. ¡Suerte María!








