La suiza realiza una demostración de fuerza y lectura táctica que le llevan a cumplir los pronósticos y firmar su segunda victoria consecutiva en la mítica cima francesa.

Hacer quinielas en un triatlón como el de Alpe d’Huez es complejo, pero como sucede en las etapas reinas del Tour de Francia apostar por el triunfo de Demi Vollering (si las caídas no la condicionan) o Annemiek van Vleuten en su momento es hacerlo a caballo ganador y es en esa posición tan codiciada como compleja donde Alanis Siffert se ha movido como pez en el agua en la presente edición para responder sin titubeos en primera persona. 

Rivales no le faltaban, especialmente sobre la bicicleta, pero el estado de forma del que goza la helvética ha hecho del de este miércoles 30 de julio un triatlón donde sus aspirantes han presentado batalla, pero no la suficiente.

VAILLIER ROMPIÓ LA ESCENA, PERO NO LA SECUENCIA PROGRAMADA DE SIFFERT


La terna de favoritas femeninas era potente y los 2,2K en el Lac du Verney solo iban a poner más picante en una natación en la que Lena Vaillier (27:37) sorprendió a la dominadora del curso pasado Alanis Siffert (28:08) demostrando ser la más fuerte en el agua.

Inesperada segunda posición para la última ganadora que, no obstante, podía salir contenta del lago después de sellar un crono inferior al firmado por todo un Chevalier en la élite masculina, suficiente para superar a la francesa Maëla Moison (28:24) y, sobre todo, granjearse una renta de más de un minuto respecto al resto de las grandes favoritas: Bárbara Riveros (29:31), su compatriota Nina Derron (29:41) y especialmente con la gala Jeanne Collonge (32:10).

SIFFERT SE ESCAPÓ EN EL MALISSOL Y REMATÓ EN EL ‘LLANO’


Una distancia que resultó clave en los primeros 40K sobre la bicicleta ya que el primer pulso ciclista culminado con la ascensión al Grand-Serre y su cima en La Morte terminó en tablas entre las favoritas, las cuales, iban a tener en el Malissol la segunda oportunidad de mover ficha.  Sus 2,4km al 8,5% de pendiente media lo convertían en el escenario ideal para dinamitar en un instante la dinámica establecida y esos menos de 2500m sirvieron para que Siffert aumentase su liderato medio minuto más, mientras que el emparejamiento entre Riveros y Derron permanecía inalterable. La que mantenía el pulso en cuanto a pedaleo era Collonge quien no vio resentida su diferencia, pero tampoco lograba rascar ningún segundo a los cuatro minutos que desde el Lac du Verney la separaban de Siffert.

El trabajo de hormiga de la bronce en Challenge Roth continuó dando sus frutos en el terreno llano y esa ocasión lo hizo de forma notable y es que en Le Pernier doblaba su renta para situarla por encima de los +3’ sobre Riveros y Derron y la ensanchaba hasta los cinco con una Collonge que, sin embargo, se encimaba kilómetro a kilómetro sobre la pareja que cerraba el TOP3 provisional.

Circunstancia de carrera que se mantuvo intacta en Col d’Ornon (14,4Km a 4% medio), puerto de transición hacia Alpe d’Huez que infringió desgaste, pero no marcó diferencia aparentemente dado que sus efectos podían despertar en el gran plato del día. Y lo hicieron.

MONSIEUR ALPE D’HUEZ AÚPA Y HUNDE LAS OPCIONES DE LAS FAVORITAS


Organigrama que iba a cambiar sustancialmente en Alpe d’Huez donde Siffert iba a mantener su posición de privilegio al frente con +4’ de su lado, pero Collonge hacía buena su bicicleta y anulaba la diferencia que desde el principio tuvo con Derron para llegar emparejadas a la T2.

Si la gala explotaba su fortaleza en el último lugar donde podía hacerlo, en el lado opuesto se hallaba Riveros cuyo estallido tenía firma propia, la del ‘hombre del mazo’ que actuó sin compasión con la chilena en el puerto de categoría especial. Tanto es así que esos +8’ que se dejó aproximadamente con las mujeres que en aquel entonces copaban el TOP3 la descartó de forma definitiva por la pelea por la plata y el bronce y le ubicó para el resto de la carrera en un posición en tierra de nadie, donde su acceso a las medallas se presumía utópico y la caza por parte de Nikita Paskiewiez era igual de improbable.

SIFFERT NO AFLOJÓ Y DERRON SE LLEVÓ EL GATO AL AGUA EN LA LUCHA DE ARGENTO


Con una situación de carrera clara, en el aire sólo sobrevolaban dos incógnitas: ¿se vendría abajo Siffert? y ¿quién iba a ocupar la segunda y tercera plaza?

La primera parecía inviable para una mujer que en los últimos tiempos no solo ha mejorado sus prestaciones y los resultados le han respaldado y llenado de confianza, sino que Siffert tenía ante si la oportunidad que en la élite masculina se le había esfumado en la montaña a Chevalier, repetir triunfo y en su caso hacerlo de forma consecutiva. Motivación no le faltó y piernas tampoco pues pronto se vio que la helvética iba a ser la más rápida en esos 20K, con un ritmo sostenido e imparable, Alanis Siffert (6:18:37) tachó kilómetros hasta cruzar la meta y volver a dejar su sello personal en el Altiport de Huez.

Con ella encaminada hacia la victoria, la lucha por el segundo y tercer cajón del podio se erigió en la principal atracción del último compás de la prueba. Un cara a cara entre Collogne y Derron donde el historial dictaba empate a uno en la carrera a pie después de verse los rostros en las ediciones de 2022 y 2023. La contienda tuvo vida hasta el final de la segunda de las tres vueltas, justo antes que en los casi 7K que restaban a la carrera Nina Derron (6:23:07) tomase vuelo propio y se despegase de una Jeanne Collonge (6:26:35) que completaría el podio.

URKIOLA DENTRO DEL TOP20


En cuanto a Aitziber Urkiola, la única representante PRO con la que contábamos, ha brillado especialmente en el segmento acuático donde su 33:10 le permitía estar relativamente cerca de una mujer como Collonge y la referencia ciclista que esta podía ofrecerle.

Sin embargo, la calidad superior de las primeras se hizo evidente en un trazado tan empinado y demandante como el de hoy y la euskaldun se dedicó a realizar su propia carrera desde los primeros kilómetros sobre la bicicleta y posteriormente en la carrera a pie. Finalmente, Urkiola (7:42:31) terminó decimonovena en la clasificación de la élite femenina y completaba una competición que en su anterior participación no pudo cruzar la meta.