Siguen las protestas de los triatletas tras una Copa del Mundo de Hong Kong que depara un nuevo episodio de insalubridad de las aguas.
Olivia Mathias fue la primera en dar la voz de alarma a lo largo del lunes. En una stories subida a Instagram la británica – que fue séptima en la prueba – resumía brevemente la situación con un “Muerta. Otra carrera con mala calidad del agua. No estoy bien” y una imagen de su rostro que era fiel reflejo de sus palabras.
Unas horas más tarde ha sido la española Cecilia Santamaría la siguiente en manifestarse de una forma mucho más contundente y sin paliativos.
“No voy a engañaros, un poco harta de acabar enferma cada 2×3 después de nadar en aguas en mal estado. Es fácil: EVITAR PUERTOS para los circuitos de natación. Somos triatletas, estamos más que preparados para nadar en aguas abiertas y con olas. No tiene por qué ser siempre en aguas tranquilas… También somos humanos. Estaría bien un poco de respeto hacia nuestra salud @Worldtriathlon”.
En su mensaje en inglés, la madrileña ha aportado un dato más acerca de la situación y es que en él apunta que la cantidad de participantes enfermos rondaría alrededor del 50%.

Santamaría que con su sexta plaza firmaba su mejor actuación de siempre, ha señalado claramente a las ubicaciones escogidas (puertos) como una de las principales culpables de estos hechos. Asimismo, también ha dado una solución: llevar a su máxima expresión el concepto “aguas abiertas”. Pero sobre todo, exigía a World Triathlon un trato digno y responsable para con los triatletas. Algo que desde la organización internacional parecen no querer cambiar por más que se sucedan las enfermedades y que sus protagonistas alcen la voz.
UNA SITUACIÓN QUE NO DEJA DE REPETIRSE
El de la Copa del Mundo de Hong Kong es el último capítulo de una serie que parece no tener fin. La temporada pasada asistimos en junio a la conversión del Campeonato de Europa de Triatlón ganado por David Castro en duatlón debido a los altos valores de las dos bacterias que determinan la calidad del agua (enterococos intestinales y escherichia coli, también conocida como E-coli).
Apenas un mes después, en julio el triatlón saltó a las noticias generales por culpa de las Series Mundiales de Sunderland donde más de una cincuentena de participantes tuvieron que ser atendidos por problemas gastrointestinales.
En agosto, era el turno del Test Event de París en el río Sena. Si bien se pudieron realizar las pruebas individuales, no fue el caso del relevo mixto cuya natación acabó siendo suspendida al día siguiente. Un revés que dos semanas antes ya habían sufrido los nadadores internacionales de la Open Water Swimming World Cup.
Otra prueba más que la insalubridad de las aguas es uno de los grandes puntos a tratar para mejorar las condiciones laborales de sus profesionales.









