Los Juegos Olímpicos de París no han quedado inmunes al suceso del día, la caída mundial de Microsoft.
“Monta un circo y le crecen los enanos”. Esa bien podría ser una de las frases que mejor pueden resumir los meses previos del Comité de los Juegos Olímpicos de París 2024. Si primero fue el sempiterno problema de las aguas del río Sena que pone en alambre la inauguración, el triatlón y la maratón de natación; luego le siguió el robo de información sensible; hace unos días un aviso de huelga por parte del colectivo de bailarines de la ceremonia inaugural y una crisis política a las puertas de la gran cita.
Ahora a menos de una semana para que se encienda el pebetero les sacude el incidente de Microsoft. En palabras a France Info del presidente del Comité, Tony Estanguet, lo de hoy es una nueva demostración de la Ley de Murphy que les persigue.
LLEGADAS Y ACREDITACIONES AFECTADAS
La caída de Microsoft como consecuencia de una actualización de su plataforma de ciberseguridad CrowdStrike ha puesto en jaque al sector financiero, los medios de comunicación y ha desatado el caos en el servicio aéreo. Y es ahí donde más se ha resentido París en un día en el que aterrizaban muchas de sus delegaciones. O al menos lo intentan.
CONSECUENCIAS INMEDIATAS
Si consiguen superar la odisea de los aeropuertos, a los deportistas les espera otro problema al llegar a la Villa Olímpica. Tal y como cuenta Estanguet “las operaciones para emitir las acreditaciones y dar la bienvenida a los atletas han quedado ralentizadas” debido a las fallas del sistema informático. Eso sí, ha tranquilizado a los implicados y ha confirmado que “en ningún momento se ha puesto en tela de juicio la seguridad del acceso a información crítica y esencial”. Por lo que la protección de datos ha quedado garantizada.
Además, en un comunicado emitido por París 2024, aseguran que “Nuestros equipos están plenamente movilizados para garantizar la continuidad de las operaciones en las mejores condiciones posibles”.
La nota positiva del día es que este suceso no ha interrumpido otras actividades esenciales. como la de dar los retoques finales a los escenarios de los Juegos Olímpicos. “El montaje de las sedes olímpicas continúan con normalidad, sin riesgo en los plazos“.