Sam Long coge ritmo Ironman: “Puedo dar más”

El estadounidense ya trabaja en el ritmo que anhela para la carrera a pie del Mundial Ironman de Niza y confiesa qué lugar le impone.

Sam Long ha dejado claro que este es el año Ironman en mayúsculas en su carrera deportiva después de varios cursos sin casi probarse en la larga distancia. Con su atención puesta en lograr el mejor resultado posible en el Campeonato del Mundo del próximo mes de septiembre, el norteamericano ha dejado el asfalto habitual para trasladarse al tartán de la pista y someterse a un pequeño control de estado físico en el que medir sus umbrales y realizar ajustes informados a su régimen de entrenamiento.

EL TEST DE LONG: “TENGO QUE SABER DÓNDE ESTOY PARA SABER QUÉ DEBO TRABAJAR”

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Veinte kilómetros, divididos en dos carreras de 5 kilómetros “ideal es genial porque los 5K te fatigan las piernas, agotan el glucógeno y nos colocan en un estado de mayor fatiga” y una tercera de 10 kilómetros con separadas por descansos de tres minutos y un ritmo objetivo específico de 3’20”min/km sumergiéndose en la famosa LT1, unidos a una carga de entrenamiento previa en la que incluyó tanto natación como ciclismo ha sido la vara de medir de Long.

La otra su capacidad para no sobrepasar el límite impuesto “Obviamente puedo hacerlo, pero de lo que realmente se trata es de controlar el esfuerzo y ser realista y honesto conmigo mismo sobre dónde estoy para ver dónde tengo que trabajar: si tengo que hacer más carreras largas para el IronMan o si tengo que concentrarme más en las velocidades”.

“DEFINITIVAMENTE TENGO MÁS PERO ME FALTA VELOCIDAD”

Y al parecer, va bien encaminado puesto que su primer 5K lo saldó con un crono de 16:39 y una frecuencia cardíaca de 138 pulsaciones por minuto, en un nivel de esfuerzo percibido de seis a siete sobre diez según sus sensaciones. El segundo, lo saldaba con un 16:31 y una frecuencia cardíaca actual 143 pulsaciones por minuto que le dejaba “muy satisfecho”.

Sin embargo, Long se ha mostrado inconformista: “Creo que definitivamente tengo más, pero tengo una velocidad de piernas. Tengo que entrenar la velocidad de piernas y aumentar el volumen que puedo manejar a ese ritmo para estar listo para Ironman”. En ese sentido, yo-yo-yo profundizaba en su explicación “Tengo que aumentar la longitud de la zancada o aumentar tu cadencia para ir más rápido y ahí es donde estaba, pero creo que probablemente es por el calor porque aeróbicamente tengo más capacidad, pero ahora mismo neuromuscularmente ahí es donde estoy”.

En cambio, no podía ninguna objeción a su 37’24” en el 10K con 135 de frecuencia cardíaca. “Podría haber ido mucho más rápido pero el propósito era asentarme en ese ritmo.”

COMPAÑÍA SINÓNIMO DE RENDIMIENTO

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Satisfecho con sus números, Long también ha reflexionado sobre la importancia del entorno paisajístico y la compañía a la hora de sacar adelante un buen entrenamiento. El estadounidense confesaba que “iría más rápido” si hubiese contado la presencia de un segundo atleta a su lado.

LONG INTIMIDADO: “NO HAY FORMA DE ESCAPAR EN ELLA, ES UN JUEGO MENTAL QUE ME ENCANTA”

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“La pista es  el momento de la verdad. En ella no hay forma de esconderse, no hay forma de escapar” era la otra revelación del triatleta. El tartán y sus infinitas repeticiones sobre un mismo especio imponen a Long.  Sin embargo, lo toma como un juego mental preparatorio para los full distance “se trata de tener fortaleza mental, así que si no puedo con ello, no estoy listo para un IronMan” admitía. “Me encanta el juego mental (el tartán) no es tan doloroso como Ironman, pero es lo suficientemente doloroso como para que tengas que concentrarte y tienes que enfocarte, tienes que prestar atención a los detalles del balanceo de la pierna, la respiración, la postura…atento a todo” era la comparativa final de Long entre las pistas de atletismo e Ironman.

No obstante, Niza cualquier Ironman todavía queda lejos en el horizonte de Sam Long, en el que ya asoma T100 Singapur el próximo 6 de abril con el que abrirá su temporada.