El nadador francés Léon Marchand ha firmado una actuación memorable en las semifinales del Mundial de Singapur, estableciendo un nuevo récord mundial en los 200 metros estilos con un tiempo de 1:52.69.
Con esta marca, supera ampliamente el antiguo récord de 1:54.00 que pertenecía al estadounidense Ryan Lochte desde 2011.
Con un enfoque claro y una estrategia bien definida, Marchand optó por no competir en los 200 mariposa ni en los 200 braza para centrarse exclusivamente en los 200 y 400 estilos, donde perseguía batir marcas históricas.
Su ambición era clara, ganar pero también alcanzar y superar registros que parecían inalcanzables, como el de Lochte, vigente desde el Mundial de Shanghái en esta prueba de los 200 estilos. Y
a desde los primeros metros de la semifinal, Marchand mostró un ritmo demoledor. Se mantuvo por debajo del tiempo de referencia en cada tramo de la prueba, especialmente destacando en el segmento de braza, su especialidad, donde abrió una brecha definitiva.
Su resultado supone una mejora de 1.31 segundos respecto al récord anterior, una diferencia insólita en este nivel de competición.
Este logro se suma a sus hazañas previas, como el récord del mundo en los 400 estilos con 4:02.50 en Fukuoka, consolidando su estatus como uno de los nadadores más completos de la historia reciente. Aunque todavía queda por disputarse la final —en la que competirá contra rivales como Shaine Casas (1:55.13) y Duncan Scott (1:55.51)— Marchand ya ha marcado un antes y un después.
Con esta nueva plusmarca, el francés demuestra que está escribiendo su propio capítulo dorado en la historia de la natación mundial. La final será una oportunidad más para ampliar su leyenda y, quizás, mejorar aún más su ya impresionante registro.









