La imaginación no tiene límites cuando se trata de mentir sobre dopaje y faltar el respeto al resto de deportistas, al igual que a los aficionados
Aprovechando el llamamiento que ha hecho Carlos Mayo en sus redes al deporte limpio, luego de su exhibición en el Campeonato de España de Cross, hemos querido recoger las justificaciones más jocosas que nos han dejado los dopados.
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Más allá del popular ”Porqué todos lo hacían/hacen” que muchos tramposos han empleado, ensuciando el mundo del deporte y el trabajo de muchos profesionales, la inventiva parece abrirse paso de las maneras más absurdas en este tipo de casos.
Fatima Yvelain
El caso de Yvelain debería ser protagonista de un guión del ‘Club de la Comedia’, ya que podríamos estar delante de la peor excusa jamás vista por un deportista.
La francesa, especialista en pruebas de fondo, declaró tras su positivo en EPO, que la sustancia le había ”llovido del cielo”.
Más concretamente, la atleta afirmó que la lluvia del día en el que dio positivo, debió de arrastrar los componentes dopantes que impregnaron su ropa, contaminando las muestras de orina que depositó para control.
Cómo dato curioso, el positivo se registró cuando la fondista tenía más de 42 años.
Tyler Hamilton
El ciclista estadounidense es conocido en el mundo del ciclismo por ser uno de los gregarios de Armstrong en su ‘época dorada’ y finalmente, uno de los que sentó una de las estocadas más certeras contra el 7 veces ganador del Tour.
Cómo aprendió del mejor, sus excusas no se quedaban lejos de la magnitud del escándalo, y en su caso, se encontraron dos tipos de sangre diferente en su organismo -algo que puede acabar con la vida del ciclista-. A todo ese escándalo, Hamilton achacó que podría deberse a un caso de quimerismo.
El quimerismo es el fenómeno que se produce cuando en la presencia de dos fetos en el vientre materno, uno de los dos absorbe al otro, aunque no haya evidencias científicas que luego de tantos años sea posible encontrar cuerpos del gemelo nonato.
Michel Pollentier
El Houdini del ciclismo. En este caso, el deportista intentó de manera rudimentaria, colocarse una pera neumática en la entrepierna, la cual contenía orina limpia. Evidentemente fue descubierto por lo rocambolesco que era el sistema y fue sancionado en consecuencia.
Han existido otros deportistas que han optado por introducirse orina ‘limpia’ de manera directa a la vejiga, aunque el método ha demostrado casi nula efectividad.
Gilberto Simoni
Es curioso ver como drogas tan fácilmente trazables como la cocaína, y con un efecto demasiado corto como para tener impacto en el rendimiento, acaba dando pie a este tipo de excusas.
Simoni seguro que prestó atención al consejo de sus padres de ”no aceptar dulces o caramelos de desconocidos”. Sin embargo, nadie le habló de no hacerlo de familiares, y el corredor italiano afirmó haber recibido unos caramelos de su tía, que resultaron ser de cocaína. Mala pata.
Los clásicos
Evidentemente, no podíamos cerrar el post sin dos recursos a los que los deportistas han recorrid, después de verse implicados en un positivo por dopaje.
El sexo y los alimentos contaminados son dos leitmotif que no dejan de ser usados por los señalados por hacer trampas.
Desde el ‘Chuletón’ de Contador hasta el ‘Tengo demasiado sexo, por eso la testosterona pita positivo’ del atleta Dennis Mitchell, hasta el hecho de saltarse un control alegando que se encontraba en medio de un ‘asunto extramatriomanial’ como alegó Michael Rasmussen.
En relación a terceros, el velocista Justin Gatlin, uno de los más rápidos de la historia, intentó conectar su positivo en testosterona, alegando que una masajista le había dado a modo de pomada por todo el cuerpo y a través de parches, por lo que los niveles que presentaba estaban disparados…
Otro elemento que no podía faltar en la lista es el EPO, la gasolina de alto octanaje de los deportistas de resistencia, super popular entre atletas de fondo, ciclistas y triatletas.
Destacamos las excusas de la medio fondista francesa Ophelie Claude-Boxberger que reclamó su sanción diciendo que alguien le había inyectado la eritropoyetina mientras dormía.
Raimondas Rumsas optó por decir que se había confundido de medicación, y se inyectó por error esta sustancia que aumenta la masa eritrocitaria, y por ende el hematocrito.
Finalmente, terminamos el post con el caso de Frank Vandenbroucke, que también se inyectó por error unos medicamentos para su perro, cuyo compuesto es supuestamente compatible con el EPO. Un genio.