La flamante nueva campeona de las T100 revela los altos y bajos de una campaña imprevisible antes de iniciarla en la que no tuvo claro su final hasta cruzar la línea de meta en Catar.
Kate Waugh conquistó el Campeonato de T100 World Triathlon Series el pasado viernes en lo que fue un cuento perfecto que comenzó en Singapur con una victoria en su debut en la franquicia y finalizó de la misma manera en la Gran Final de T100 en Catar. Todo ello en su temporada de estreno en la Media Distancia motivada por los sinsabores que le brindó la distancia olímpica en los últimos tiempos.
Con las pulsaciones relajadas después de un desenlace al rojo vivo donde tuvo que pelear con Julie Derron por el oro, la triatleta reflexiona sobre un curso inesperadamente exitoso y en el que Singapur, Dubái y Abu Dabi fueron claves en su resolución final.
“GANAR EN SINGAPUR CAMBIÓ MI FORMA DE ENCARAR LAS T100”
“Estoy muy emocionada. Todavía no me lo creo. Una forma increíble de terminar el año” reconoce Waugh sobre su corona. Un hito inimaginable en el mes de abril cuando se presentó en T100 Singapur y asombró a todos con su Veni, vidi, vici y un triunfo apabullante. Fue tal su dominio que ahora la campeona reconoce que aquella actuación fue determinante en sus propósitos para con el circuito: “Ganar mi primer T100 definitivamente cambió mi forma de ver T100. Entré con la intención de probar algo nuevo durante un año y, de repente, irrumpí en escena y pensé: «Vaya, creo que realmente podría hacerlo bastante bien en esta serie»”.
“EN T100 DUBÁI MI CONFIANZA SUFRIÓ UN GOLPE DURO. PENSABA QUE TODO HABÍA TERMINADO”
Aquella jornada marcó su sino y la primera de sus tres victorias del año, para un total de siete podios en otras tantas apariciones en T100, donde su tercer lugar en T100 San Francisco es su peor resultado. Pese a esa hoja casi perfecta, la inglesa confiesa que su recorrido por T100 “Ha sido como una montaña rusa”.
Una en la que el punto más bajo aconteció en Dubái, aun habiendo terminado segunda: “Es como si mi confianza hubiera sufrido un duro golpe después de Dubái. Pensaba que todo había terminado”. Un momento de crisis motivado por las cuentas para el título y la obligatoriedad de una victoria en la final para imponerse a sus rivales en lo más alto de la tabla final. De hecho, Kate admite que hizo “un pequeño cálculo de puntos para saber cuál era la posición más baja en la que podía terminar para seguir subiendo al podio”.
Episodio de desanimo en el que revela pidió consejo a Jan Frodeno para saber cómo afrontar su carrera en Abu Dabi y en la que tanto Wilde como su pareja y rival de Waugh – Hanne De Vet – fueron claves para su recuperación anímica: “Ellos aguantaron mi montaña rusa emocional y hubo gente que me dijo que siguiera creyendo en mí misma durante toda la semana”.
“EN CATAR HICE LO QUE TENÍA QUE HACER, PERO SÉ QUE NO FUE EL COMPORTAMIENTO MÁS DEPORTIVO”
El resultado es de sobras conocido, pero no los intríngulis del mismo y que ahora la triatleta revela. El primer punto determinante fue la T1 donde sabiendo que era una de sus flaquezas, trató de “hacerla perfecta” y posteriormente lanzarse “a por todas” en la primera vuelta sobre la bicicleta. Sin embargo, Waugh acabó “agotada”. Un error estratégico que le llevó a “sufrir mucho” sobre la bicicleta.
Situación crítica que le llevó a actuar como lo hizo al final de la misma, una forma de actuar del que comenta: “Lo siento Jess y Lucy. Sé que hice lo que tenía que hacer, pero me sentí muy mal por lo que hice al final. Sé que probablemente no sea el mejor comportamiento deportivo, pero sentí que ellas se habían relajado después del último avituallamiento al final y no quería darle ni un segundo de ventaja”.
UNOS KILÓMETROS LO HUBIESEN CAMBIADO TODO
Ni siquiera eso dio seguridad a Waugh, quien ahora verbaliza su padecimiento en la última vuelta de la carrera a pie. “Fue como si el suelo empezase a moverse, así que pensé: «Dios mío, mantén el tipo»”. Tal fue su calvario que no le cuesta prendas asumir que el triunfo en Catar así como el título podía haber cambiado de manos de haber restado una distancia mayor: “Lo que realmente hace especial este momento es que, en cada vuelta, ni siquiera me permitía pensar en la posibilidad, porque sabía que tenía que concentrarme en lo que estaba pasando en ese momento. Si hubiera sido 5 metros más largo, creo que habría cruzado la línea a gatas”.
OBJETIVO LOS ÁNGELES 2028 PARA OLVIDAR PARÍS, PERO CON T100 PRESENTE
Con su título de T100 bajo el brazo Waugh ya mira a 2026, una temporada en la que tal y como sucederá con Hayden Wilde, compatibilizará su presencia en el circuito de la PTO con su participación en las Series Mundiales. Su propósito, evidente, clasificarse para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 y quitarse la espina clavada de París el pasado verano. “Sigo teniendo el sueño olímpico. Me decepcionó mucho cómo acabó París y estoy muy agradecido al T100 por haberme devuelto esa chispa que sentí que había perdido el año pasado. Así que sí, tengo esa ambición para los próximos tres años”.
No obstante, la británica es consciente de la dificultad del doble desafío, más con una corona por defender: “Intentaré compaginar ambos, pero creo que será difícil. Tendré que ver cómo lo gestiono el año que viene”.









