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Hayden Wilde: “Antes de T100 Londres me pregunté: «¿Podré volver a ese nivel?»”

Tras su regreso triunfal, el neozelandés desvela su situación médica, los temores que superó antes y durante la carrera y la estrategia que le llevó a lo más alto.

Hayden Wilde pasa del hospital a la victoria en menos de 3 meses’. Así titulábamos el pasado sábado 9 de agosto el triunfo del neozelandés en T100 Londres. Minutos después, Jan Frodeno lo tildó de como “el regreso más grande en el mundo del deporte” y ahora el neozelandés en propia persona ha sido el encargado de poner en palabras lo que sintió a lo largo de las 3:17:37h que estuvo compitiendo.

Fue genial” así de conciso define Wilde su triunfo en la capital londinense. Sin embargo, el resto de sus palabras hablan de una historia complementaria diametralmente opuesta que esconde todo el padecimiento que ha almacenado y superado a lo largo de los últimos 98 días, el tiempo transcurrido entre su accidente en Tokio y su retorno a la acción. “Han sido tres meses muy intensos y ha supuesto un gran impacto mental”.

“NO TENÍA MIEDO A LA CARRERA. SABÍA CUÁL ERA MI NIVEL PERO TUVE PENSAMIENTOS NEGATIVOS”


Tanto es así que la huella psicológica que le dejó el accidente fue uno de los grandes caballos de Troya y fantasmas personales con los que tuvo que lidiar en los días previos: “No tenía miedo de la carrera, ya que estoy acostumbrado a competir contra ellos. Sé cuál es el nivel. Sabía cuál era mi nivel en T100. Pero tras estar fuera durante tres meses tienes esos pensamientos negativos en tu mente y te preguntas: «¿Podré volver a ese nivel?». Hacer la sesión en solitario es fácil, pero juntar las tres disciplinas es completamente diferente y en T100 Londres fue la primera vez que nadé y monté en bicicleta desde Singapur. Y después de tres meses sin hacerlo, siempre hay que ser un poco cauteloso.

“TUVE MIEDO AL ENTRAR EN EL AGUA”


Esos mismos temores y también precauciones vertebraron una parte esencial de su estrategia y, a la postre, de su triunfo. Y lo hicieron desde el principio, en un segmento acuático en el que reconoce tuvo “miedo al entrar en el agua y que fue este mismo sentimiento el que le hizo colocarse en la parte izquierda del pontón a diferencia del resto para “darle un poco de margen al hombro”, en lo que visto el resultado considera “una buena decisión”.

En lo puramente físico Wilde admite que “no tenía tana velocidad al sprint”. Sin embargo, la da por “buena” después de ser capaz de “deslizarse hasta la parte trasera del grupo y aferrarse a él. Pese a ello, revela que tuvo un instante de pánico – si así se le puede llegar a denominar ese momento – cuando perdió los pies de Kyle Smith como referencia después de que este se sumergiera con fuerza a la derecha. Ante tal situación, Hayden optó por “mantenerse recto y concentrado aunque admite “haber empujado un poco más de lo que debía en la natación. Una situación que se convirtió recurrente a lo largo del día.

“FUE UNA BICICLETA MUY DURA”


Natación táctica a la que le siguió un segmento ciclista igual o más estratégico: “Solo tuve que jugar mis cartas, mantener la potencia que me dijeron que mantuviera.” Sin embargo, y pese a posicionarse segundo en esos 80K, confiesa que “Fue duro”, especialmente en la parte final cuando comenzó a flaquear y vio como Rico Bogen comenzó a ganar tiempo.

Sobreesfuerzos en el agua y sobre la bicicleta que, contradictoriamente a lo que pudiera aparentar el resultado, le pasaron factura en la carrera a pie: “Empecé a correr y tuve que mirar el reloj porque había salido con demasiada fuerza y tuve que seguir mirando para mantener el ritmo”. De hecho, es ese control de riesgos lo que le hizo retrasar el adelantamiento a Bogen antes de marcharse directo a por la victoria: “Al alcanzar a Bogen me recuperé durante unos minutos y después seguí hacia adelante”.

¡EL DESPISTE DE WILDE!

Pero más allá de eso, su triunfo en T100 Londres también esconde una curiosa anécdota acontecida en los compases previos a atrapar al alemán. “No sabía cuántas vueltas (y kilómetros) me quedaban. Sería aproximadamente el 14K y estaba confundido.” Fue la gente del público la que resolvió la duda del kiwi.

LOS SALVADORES DE WILDE: “ELLOS CONFIARON EN MI RECUPERACIÓN” Y UNA INTERVENCIÓN QUE ‘SALVÓ LA CARRERA DEL NEOZELANDÉS


Segundo triunfo en el bolsillo para Wilde en otras tantas carreras en T100 que no hubiese sido posible sin todo el equipo que ha hecho posible que estuviese en la línea de salida tan poco tiempo después de su lesión y a los que ha querido recordar y reconocer su importancia.

No fui solo yo. Obviamente tuve que esforzarme y ser autodisciplinado, pero el equipo fue muy importante: los entradores tuvieron la confianza en mi para volver a ponerme en forma y yo tuve la confianza en ellos cuando me decían: «Muy bien, es hora de esforzarse»; los fisioterapeutas, mi mánager que lo organizó todo, mi médico en Nueva Zelanda, que voló a Japón desde Nueva Zelanda, y me llevó en un vuelo médico a Bélgica para operarme sabiendo que si no me operaban en 10 días no podría volver a levantar el brazo a cierta altura; y mi pareja.”

UNA CICATRIZ TODAVÍA POR CURAR

Un trabajo fisioterapéutico esencial que disminuirá en los próximos meses, pero no concluirá ni mucho menos, porque, tal y como revela el subcampeón olímpico, su cuerpo todavía no ha sanado: “Todavía hay un poco de tejido cicatricial grueso.” Tampoco el dolor: “Esa es probablemente la parte más dolorosa, donde tengo que ponerme muchas ventosas y someterme a mucha acupuntura dentro de la cicatriz para que esta sea más flexible. Lo peor es que si la cicatriz tiene demasiado tejido cicatricial, se convierte en un problema.

OBJETIVO: RIVIERA FRANCESA

No obstante, el optimismo de Wilde es palpable: “Ahora la movilidad es buena y solo falta recuperar la fuerza en la parte izquierda y espero estar en plena forma para Francia.” Porque efectivamente, tal y como dijimos hace unos días el siguiente objetivo de Wilde es la cita de la Riviera Francesa el último fin de semana de agosto donde, a priori, será participe de un nuevo duelo versus Alex Yee, quien este fin de semana le ha arrebatado el récord honorífico de mejor triatleta en los 5.000m en pista. Aunque el neozelandés podría cambiar de planes y buscar un día después la tercera victoria del curso en la Media Distancia en otras tantas participaciones en T100.

Hasta entonces, y meditando su decisión, Hayden Wilde se tomará unos días de ‘asueto’.

Olatz Zubia Zeberio

Con tres años me lanzaron a una piscina de la que no he querido salir, con alguno más me enamoré del ciclismo y el atletismo (popular). Rendirme a los encantos del triatlón fue el paso natural. Además, soy graduada en Comunicación Audiovisual y Máster en Diseño y Gestión de la Producción Audiovisual por la UAB.

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