El triatleta nos desvela los intríngulis de un título que no fue tan sencillo como aparenta, así como el impacto de su oro europeo de cara a su próximo objetivo.
Guillem Montiel (1999) dio el pasado sábado la mayor alegría al triatlón español al conquistar el Campeonato de Europa de Triatlón de Media Distancia en Half Triathlon Pamplona-Iruña. Un título que daba continuidad al cosechado un año antes en Coímbra por Antonio Benito.
“No me lo creo aun” nos responde eufórico, un sentimiento que no deja de repetir “No me esperaba ganar el Campeonato de Europa de Triatlón de Media Distancia”. Quién lo diría cuando a ojos ajenos el suyo fue un título conquistado después de una carrera que pareció tener dominada de principio a final.
“TENÍA ESA DUDA EN MI CABEZA”
Sin embargo, las cosas no parecen sino son y así nos lo deja ver Montiel quien tiene una visión muy diferente de lo que fue la prueba: “Fue una carrera de locos”.
En ese sentido, el nuevo rey de Europa no dudó en su planteamiento, focalizado en un dos tercios inicial donde debía aprovechar sus fortalezas y un tramo final más burocrático entre lo físico y las rentas: “Mi estrategia fue nadar en cabeza sin gastar de más; aguantar cabeza de carrera en bici ya que el de Pamplona es un circuito bastante técnico y había gente de mucho nivel. Me puse líder en el kilómetro 5, abrí la ‘moto’, el cuerpo respondió muy bien, llegué con bastante ventaja a Pamplona, así que, gestioné lo mejor que pude la carrera a pie y pude llevarme la victoria”.
Un triunfo que no estuvo exento de cierto suspenso en su cabeza: “No había entrenado la carrera a pie y había gente que corría mucho. Tenía esa duda en mi cabeza”. Un recelo que los problemas físicos que comentó a cámaras en la parte de final de la carrera acrecentaron. Afortunadamente, los seis minutos que guardaba respecto a Ognen Stojanovic jugaron a su favor, también su mente fría: “Supe gestionar muy bien la carrera a pie, sufrirlo hasta el final y lo hemos conseguido”.
“NO SERÍA EXTRAÑO SOÑAR CON UN MUNDIAL”
El primer entorchado continental en su palmarés ha despertado la ambición de Guillem Montiel y al preguntarle por sus nuevos objetivos, el flamante nuevo campeón europeo ya no se niega a pensar en algo más grande en el Campeonato del Mundo de Triatlón Multideporte Pontevedra 2025: “Después de lo del sábado, no sería nada del otro mundo soñar con un Mundial”.
De hacerlo, seguiría paso a paso el camino firmado por Antonio Benito en 2024. Quién sabe si la pareja Pamplona/Iruña – Pontevedra no sea la nueva Coímbra-Townsville. En algo más de un mes llegará la respuesta.