El danés confiesa los cambios en la preparación a los que le obligado la llegada del recién nacido.
Kristian Høgenhaug será uno de los grandes nombres presentes en Niza y uno de los favoritos a repetir dentro del TOP10 y lo hará con la motivación añadida de haber debutado en eso de la paternidad en los últimos días. Una buena nueva que tal y como ha gritado a los cuatro vientos “¡ha sido LO MEJOR!” que le ha sucedido, pero que a falta de tres semanas para el Mundial Ironman y que, tras su decisión de seguir adelante con su presencia en la gran cita del curso y posponer su ‘baja’, el nacimiento de su hijo ha trastocado por completo su preparación final.
Una llegada al mundo que ha significado para el flamante padre, la reducción de sus sesiones o directamente cambiarlas, una circunstancia que admite le hace sentirse “un poco mal” pero como bien remarca existe “una buena razón para ello”. En números, Høgenhaug ha tenido que desistir de sus habituales semanas de más de 30 horas de entrenamiento para ‘conformarse’ con encontrar tiempo suficiente para acumular 25 horas de ejercicio. Concretamente, 25:32H distribuidas en 13 sesiones donde la mayor carga de trabajo ha recaído en la bicicleta empleando casi el 65,3% de ese tiempo – recordemos que él es uno de los mejores del circuito en esta disciplina – la medalla de plata en la natación (25,8%) y la carrera a pie (9,1%) ha sido relegada a una dedicación más residual. Además, solo en una única ocasión – el jueves – completó una triple sesión donde se hayan visto envueltas los tres deportes.
| DISCIPLINA | Nº SESIONES | TIEMPO | KMS | 
| Natación | 5 | 6:35H | 24K | 
| Ciclismo | 2 | 16:40H | Sin especificar | 
| Carrera a pie | 6 | 2:20H | 32K | 
Así queda desglosado el entrenamiento de Høgenhaug tras ser padre:
Primeros siete días como padre en los que en su versión como triatleta profesional ha tenido que ajustarse no solo a esa necesaria disminución de tiempo laboral para disfrutar de su recién nacido y copaternar con su pareja sino a las consecuencias de esos cuidados: la imposibilidad de dormir las horas necesarias y un cansancio inédito. “Sin suficientes horas de sueño y me he sentido bastante agotado durante la mayor parte de la semana” ha verbalizado Høgenhaug quien ya ha encontrado una fórmula para mantener la forma para el Mundial Ironman que pasa por el volumen: “Hemos descubierto que un bajo volumen semanal de carrera puede ser una buena forma de recuperarme un poco, sin dejar de mantener el volumen general de entrenamiento”.
Un mes (si llega) tendrá su hijo el 14 de septiembre, una fecha a la que Høgenhaug promete llegar “lo más preparado posible” al Mundial Ironman.
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