El Pistolero ha compartido en su cuenta de Instagram una de las joyas de cuando competía, momento en el que lastraba su bicicleta con todo tipo de hierros para ‘volar’ el día de la carrera

El ciclismo ha conocido muchos personajes obsesionados con su material. De hecho, muchos de ellos acostumbran a desarrollar manías o dinámicas en entrenamientos o competiciones, que confirma porqué son los mejores de este deporte.

Uno de ellos era Alberto Contador. El hombre que solo se dejaba ajustar la bici por Faustino, su mecánico personal: doble cinta de manillar, cubiertas de 22mm, piñones grandes en el cassette… Y para entrenar, un bidón cargado hasta arriba de peso.

Esta última ha sido un descubrimiento del ciclista mientras inspeccionaba una de las muchas bicis que tiene en su museo. Y es que al notar la bici más pesada de lo normal, abrió uno de los botellines y se lo encontró repleto de metales. Todo tipo de elementos que sumaban hasta tres kilos extra.

Según el madrileño, todo esto eran métodos que se usaban antes de la llegada de los potenciómetros. Una imposición lógica y natural a la que el propietario de Aurum Bikes se mostró muy reticente durante su época como pro. Además de ello, Contador siempre ha sido un firme defensor del ‘ciclismo de antes’ dónde los ataques suicidas descolocaban las estrategias de los equipos, algo que están recuperando corredores como Tadej Pogačar o MVDP.

De la misma manera, el de Pinto se curaba en salud en los mismos comentarios, advirtiendo que lo mejor que un ciclista puede hacer para conseguir ese efecto volador el día de la carrera, es el hecho de entrenar con unas ruedas de gama más baja.

De hecho, unas ruedas sin perfil y de aluminio, acostumbran a tener una pista de frenado más eficiente y duradera que las de carbono, además de gozar de más comodidad en el caso de pinchazo, ya que la rigidez del carbono impide calzar bien ciertas cubiertas.

“[…]esto es una burrada, no os recomiendo que lo hagáis, lo más normal será que rompáis la bici y podáis hasta caeros !”