Dani Calvo – Llegó por fin el día 23 de Noviembre, día en que se celebraba la 1a Edición de la Compressport Ultratrail Collserola. Carrera que me hacía especial ilusión disputar por dos motivos
El motivo principal era que tenía la oportunidad de correr en casa, por lugares “conocidos”, caminos y parajes por donde normalmente los corredores que somos de Barcelona y cercanías entrenamos. El segundo motivo y ya, más personal, era para poder quitarme la mala sensación de un DNF en la Cavalls del Vent de este año, tenía ganas de quitarme la espinita por lo que mi motivación era máxima.
Con todo ello, llegamos a la salida bien temprano a las pistas polideportivas de Can Caralleu sobre las 6h de la mañana y con un frío del carajo, unos 3º como mucho. La carrera salía a las 7h, y yo no tenía que dejar nada, ni en el guarda-ropa, ni en una bolsa que nos facilitaba la organización para que la pudiéramos recuperar sobre la mitad de carrera. La previsión meteorológica no alertaba de lluvia y toda la el material que se nos pedía que lleváramos ya lo llevaba puesto. Con el frío que hacía no sobraba ni una sola capa de ropa, así que la mochila que llevaba iba casi vacía, solo los típicos geles, barritas y unos calcetines por si acaso pisábamos algún charco (que así fue).
Pasamos entonces por el típico control de material obligatorio y entramos en la zona de salida.
Sobre el control aun no entiendo porque se hace, ya que es tan poco escrupuloso que pienso que la organización se podría evitar organizar un verdadero follón con las colas que suponen estos controles…pero en fin, yo pienso que o se hacen bien o mejor no molestar al personal.
Se dio la salida puntual a las 7h. Salí bien rápido, quizás demasiado, pero supongo que fue por la motivación de la que he hablado antes. Una primera subida bien dura que nos llevó hasta la Carretera de les Aigües para luego llegar hasta la antena de comunicaciones que hay a la altura de Esplugues. Seguimos por la Carretera de les Aigües hasta acabarla para luego bajar hacia Sant Just Desvern.
De momento estaba gratamente sorprendido por la cantidad de caminos estrechos por los que pasamos, yo que pensaba que sería muy pistera, de momento parecía todo lo contrario. Aquí conocí a Jaume, con el que compartiría todos los kilómetros restantes.
Seguimos hasta el primer avituallamiento cerca ya de Molins de Rei en Santa Creu d’Olordola en el KM 12 de la carrera. Rápidamente comemos y bebemos algo y seguimos por una gran bajada hasta llegar al Papiol. Ya en el KM 18 empieza una buena subida, como ya las fuerzas del principio han disminuido un poco preferimos hacerlas andando ya que aún queda bastante carrera por delante. Después de esta gran subida empieza una zona de toboganes, bastante rompe-piernas ya que cuesta cogerle el ritmo: subidas cortas pero lo suficientemente largas para no correrlas y bajadas que cuando empezabas a recuperar el aire volvía a subir y de nuevo a volver a andar. Después de esta zona llegada al segundo avituallamiento, el de Puig Madrona.
Ésta fue un poco la tónica de toda carrera, que aunque no se preveía muy dura en comparación a otro Ultra Trail que se pueda realizar en Alta Montaña por el desnivel que ofrecía la prueba, si que costaba coger el ritmo debido a estas subidas y bajadas cortas.
Pasado el avituallamiento, seguimos corriendo y entramos en zona de Valldoreix (Sant Cugat) aquí, en un punto, nos juntamos unos cuantos corredores, parece que algún gracioso ha quitado señales, así que nos encontramos en una encrucijada de 4 caminos. Unos cuantos decidimos seguir rectos (por el camino más coherente), pero al cabo de un rato seguimos sin ver ninguna señal. Parece que nos hemos equivocado pero milagrosamente, aparece una señal, en otro cruce. Por suerte y aunque la elección del camino no fue la correcta llegamos al mismo punto. Me parece bastante lamentable que la gente haga estas cosas, y más si no se les perjudica para nada, pero era difícil de pensar que por el lugar donde se celebraba esta carrera no hubiera habido más situaciones de estas.
Seguimos y después de una gran subida y una gran bajada llegamos al KM 36 de carrera donde se encuentra el avituallamiento de Sta. Maria de Vallvidrera, por el que pasaríamos de nuevo al final. Es la mitad de la carrera y de momento vamos muy bien. Aquí si habías dejado la bolsa intermedia podías recuperarla, pero no era mi caso. Seguimos por otra subidita, ahora las piernas ya empiezan a estar algo pesadas. Ya se empiezan a notar aquellos amagos de “algo” o avisos de que como sigas así al final te coge la rampa. Después de esta subida, una buena bajada con toboganes incluidos hasta el avituallamiento de Can Coll en el KM 54. Llegando a este punto empiezo a estar algo apajarado, y decido intentar recuperar un poco el aliento ya que habíamos vuelto a ir bastante rápido durante los toboganes.
Parece que no, pero los últimos 13 km los hemos hecho corriendo sin parar y a estas alturas al cuerpo ya le va faltando gasolina.
Salgo de Can Coll un poco fatigado pero seguimos corriendo a poco que se pueda. Ésta es la zona que más me conozco porque suelo correr por aquí, pero por sorpresa mía la ruta nos sigue llevando por caminos y trialeras totalmente desconocidas para mí. Ya solo quedan 18 KM así que se divisa el final, por lo que intentamos pensar en lo poco que queda para combatir la fatiga.
Un pequeño repechón y quizás la subida más larga de todo el recorrido nos queda para el final. Yo algo recuperado ya intento hacerlo lo más rápido posible. Prefiero correr para engañar a mi mente ya que pienso que así me queda menos que si ando. Superamos el desnivel éste y por fin nos plantamos en el último avituallamiento, de nuevo en Sta. Maria de Vallvidrera en el KM 68.
Ya solo quedan 5-6 KM, los que suelo llamarles yo, los kilómetros de la basura, esos que sabes que vas a hacer, pero que estás tan cansado que pararías y te irías para casa, cosa que no vas a hacer ni loco. Una bajada más y por fin llegamos a la meta con un tiempo de 8 horas y 36 minutos, que no está nada mal.
Como cosa negativa de la carrera dos cosas:
- Aun estando bien señalizado todo el trayecto, en algunos puntos quizás hubiera faltado alguna señal de más. (Siendo la primera edición espero que se mejore para el próximo año)
- El poco ambiente que levantó dicha carrera. Poco público, por no decir ninguno, era el que animaba a los participantes, quitando las personas que se reúnen un sábado para pasear por Collserola.
Pero esta vez me quedo con lo positivo que fueron básicamente dos cosas:
- La primera es que el recorrido fue espectacular y sorprendentemente nuevo para mí, aun siendo un habitual corredor de estos montes.
- Y lo segundo es haber conocido a otro corredor, que fue de gran ayuda en los momentos de bajón.
Una carrera bien organizada que me dejó muy buen sabor de boca, con un recorrido muy chulo, que prácticamente desconocía, y que posiblemente repita el año que viene. Sin dudarlo, animaría a la gente a apuntarse a este Trail, incluso para los que tengamos estas montañas algo vistas ya.
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