2005 fue un año especial para mi. Trás más de 20 años de deporte evolutivo, empecé con la pista 800-1500 mts, para pasar a la ruta, maratones descubrir el maravilloso mundo del triatlón en la primera edición de Banyolas para llegar a Niza en su día la meca en Europa y los IM.
Luego llegó la Marathon des Sables, ella nos abrió a mi hermano y a mí las puertas al ultrafondo.2006 estuvo repleto de pruebas otra MDS, Montpellier-Valencia 500kms en 6 días, Cavalls del Vent, Ultra Trail du Mont Blanc, Carros de Foc y las 100 millas del Himalaya.Llegaba 2007 y mi cabeza repetía desde antes de estos retos una prueba pionera LA DIAGONAL DE LOS LOCOS, su nombre por si solo me hipnotizaba, un lugar lejano isla de ultramar francesa, en el Océano Indico y puse hilo a la aguja. Visité su web, www.grandraid.com y me inscribe en febrero que es cuando se abren las inscripciones, 150 euros, la prueba es en octubre, tenía por delante meses de sobras para gestionarla. Primer paso reservar el vuelo, lo hicimos a través de la misma organización pues al ser un territorio de ultramar ellos tienen mejores precios de los que se pueden obtener en España unos 800-900 euros, teniendo que volar a Paris, segundo buscar alojamiento, tenía claro que debía ser en Saint Denis la capital, lugar de llegada de la prueba. Buscamos una casa de “turismo rural”, en una urbanización que ya no existe y alquilamos un coche para movernos pues alargaríamos la estancia después para visitar esta increíble isla, paraíso del barroquismo con tres grandes volcanes extintos Cilaos, Salazie y Mafate y uno activo Le Piton de La Fournaise y el punto culminanate el Piton des Neiges, con algo más de 3000 metros, que lo pudimos subir días despues de la prueba.
Ahora solo faltaba el entreno, en esos años no existían tantas pruebas largas como ahora y optamos por hacer cuantas más mejor a partir de mayo,Nuria-Queralt,Cap de Rec, Cavalls del Vent, Trenkacames, Aneto, Matagalls-Montserrat y alguna más que no recuerdo todas ellas sin bastones pues allí no están permitidos. Ahora a toro pasado quizás no solaparía tantas ultras . siendo más selectivo y trabajando más la calidad de los kilómetros que la cantidad.
Medianoche, las 00’00, en Cap Mechant, Sant Philipe, no nos vamos de fiesta, o si, es la salida del Grand Raid, en la isla de la Reunión.
Casi 2400 atletas nos encontramos en esta isla del Océano Indico, para realizar la Diagonal des Fous, una prueba de Ultra Trail, que discurre por el sendero, GR, por decirlo de alguna manera, que atraviesa la isla de Sur a Norte, 150 kilometros y 9250D+.
La Reunión es la isla con el record mundial de pluviometría y cuenta con tres grandes circos Mafate, Cilaos y Salazie, espectaculares por los que discurre el Raid.
Partiendo del nivel del mar se va ascendiendo por una pista durante 16 klm. Donde se puede trotar de vez en cuando. A partir de este punto la pista se vuelve trial era para ascender al Volcán, 2350mts, es uno de los mejores momentos de la carrera para mí se está haciendo de día son las 05’35, y por debajo un mar de nubes espectacular y detrás un rojo encendido nos indica que ya hemos quemado la primera noche y 24 klms.
Por delante Vicent Delabarre marcha en solitario, marcando unos cronos de miedo y primeras sorpresas, abandono de Marco Olmo. Esta sería una de las tónicas del día.
Entre las chicas Marcelle Puy, va marcando diferencias sin ser inquietada por Karin Harry y Simona Kaiser.
Entramos en la Plaine des Sables increíbles kilómetros por la arena volcánica, estamos corriendo en la Luna y ascendemos al punto culminante del Raid, l’Oratoire de Sta, Teresa, 2400 mts.A partir de aquí va a ser un continuo subir y bajar pasando del secano a los prados verdes con vacas pastando, impresionante vorágine de paisajes, preludio de otro martirio Mare a Boue, su nombre lo dice todo, “mar de barro”, 15 kms de barro, piedras y raíces, un dato cachondo al entrar un letrero indica “Sendero impracticable en caso de lluvias”, había llovido los dos días anteriores y ahora también, pues nada barro hasta los tobillos y p’arriba.
Por fin primer puesto de comida caliente y llegamos a Kerveguen, 59 klm. impresinante es un refugio de montaña con música a tope, que después del barro, hace que enfoques el día con nuevas fuerzas.
El día va variando por momentos, lluvia, sol, barro, arena… y los kilómetros van pasando, mi mente solo piensa en llegar a Cilaos, 67K, y después de una bajada espeluznante de casi 17 K, veo gente que empieza a ir mal, esta bajada está haciendo estragos, pero yo estoy en un momento álgido y la hago trotando, enchufado y llego al impresionante circo de Cilaos, Dios que espectáculo es como un pequeño Chamonix, como un plato de pasta y al ataque.
Salgo para afrontar el Col de Taibit, son 11k de subida y empiezo a buen ritmo, pero a la mitad, empieza lo que va ser un calvario, una de las experiencias más duras por las que he pasado. Empieza anochecer y no llego al Col, me mareo, quizás una bajada de presión, medio pájara. Por fin corono y bajando hacia Marla, me recupero, eso es que no estoy todo lo fuerte que pensaba, hacer el mismo tiempo del UTMB, se va esfumando de mi mente y solo pienso en la supervivencia, esta prueba es mucho más difícil de gestionar que UTMB, por ser más técnica .Marla de día es espectacular, pero yo estoy en la oscuridad, como y parto hacia Roche Plate, ese nombre tan mágico no deja de sonar en mi como un mantra y busco en mi interior las fuerzas, PORQUE QUIERO LLEGAR.
En Roche Plate, 88K, como y hago lo que no quería hacer, saco la manta de supervivencia e intento dormir, frío, ruido, 1hora 30’ de descanso. Desde aquí hasta La Nouvelle, 1440 mts de altitud solo nos separan 8K, es lo más duro que he hecho en mi vida, no tanto por el desnivel, es porque no voy bien, reset, PACIENCIA, esa es la palabra clave en este momento y llego a la planicie verde de La Nouvelle, 95K, aquí mareado con un pajarón de miedo, ganas de vomitar sin fuerzas, como sopa caliente y 3horas más en una hamaca con mantas hace un frio que pela o eso noto yo, tiritona. Pregunto para retirarme y se tiene que ascender al Col de Fourches, quedan 500 mts de desnivel, empieza un nuevo día y me replanteo la situación, estoy allí porque quiero estar, por mí, para sentir todo lo vivo o muerto que estoy y me digo que voy a forzar mi cuerpo. Con el nuevo día llega el milagro, ostia, Dios vuelvo a la vida desde los infiernos, una energía fluye por mi cuerpo y empiezo apreciar de nuevo el espectáculo de la isla, majestuoso Col de Fourches y por delante el Circ de Mafate, ahora ya es más rodar y ligeras subidas voy como una moto, que increíble el cuerpo humano, así hasta Deux Bras 121K, punto más bajo del trail, al lado del rio, los militares han instalado un campamento espectacular, comida caliente, masaje, me cambio los calcetines y me quito las polainas, hace un calor terrible me quema la cara. Hago recuento solo me queda la subida Dos d’Ane suave pero larga y Piton Bàtard a 1513mts, voy encendido corro, como, bebo, vivo a tope y llego a Colorado huelo la meta bajando por una pista y final pestoso técnico eterno pero viendo Sant Denis, pienso en Lisa, deseo que no haya pasado un calvario como el mío.
La Redoute estadio militar fin del Trail, está oscureciendo otra vez, han sido 45 horas y 4’, en los que he pasado de la misería a la felicidad, tal vez el secreto sea ese, bajar hasta lo más profundo de uno mismo para percibir todo lo que podemos dar, en definitiva solo hay que DESEARLO.
Ando descalzo por la hierba, hablo con compañeros de travesía y duermo, feliz como un bebe.
Y amanece un nuevo día y con él llega Lisa, se ve bien, hable con ella, por móvil y me dijo que se había parado llorando en la bajada de Cilaos, luego perdí la cobertura y ahí está, bravo por ti, tu primer gran Trail y lo has superado, 60 horas de esfuerzo, que dan sentido a la vida.